La vaquita marina, el cetáceo más pequeño del mundo, se sumerge hacia la extinción
La vaquita marina, el cetáceo más pequeño del mundo, se sumerge hacia la extinción
Las muertes accidentales causadas por su captura en redes de pesca comercial son las culpables del destino de esta pequeña marsopa
Rhett Butler, mongabay.com
1/12/2007
La muerte accidental en redes de pesca esta llevando hacia la extinción al cetáceo más pequeño del mundo, la vaquita marina (Phocoena sinus), según un estudio reciente publicado en la edición actual de la revista Mammal Review, el órgano científico oficial de la Sociedad Mastozoológica (Mammal Society).
Se cree que la población de la vaquita, una especie de marsopa que mide menos de 1.5 m (5 pies) de largo y que es endémica del extremo noroccidental del Golfo de California, se encuentra alrededor de 400 animales, haciéndola uno de los dos cetáceos pequeños con mayor riesgo de extinción en el mundo. Sin embargo, su disminución es meramente accidental, a diferencia de las ballenas y otros cetáceos que han estado disminuyendo por su cacería o por la alteración de hábitat. Su diminuto tamaño y su reducida área de distribución colocan a esta especie en un riesgo continuo de enredarse en las redes agalleras usadas para la captura de pescado y camarón. Las estimaciones del Comité para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA) sugieren que se pierden anualmente entre 8 y 16% de las vaquitas debido a la captura accidental, por lo que la especie podría extinguirse en el año 2050.
Para detener esta disminución poblacional, el 29 de diciembre del 2005, el gobierno mexicano estableció un Refugio para la Vaquita, donde se prohíbe el uso de redes de arrastre en cerca del 80% de la limitada área de distribución de la vaquita. El decreto también asignó fondos — aproximadamente $1 millón de dólares — para compensar a los pescadores afectados por la veda. Aunque estos pasos son positivos, los autores del estudio afirman que los gobiernos estatales del Alto Golfo necesitan participar más activamente en el apoyo las acciones propuestas por el CIRVA, un equipo internacional de recuperación de la vaquita. Aparentemente estos gobiernos se rehúsan a emprender medidas adicionales hasta que un segundo estudio demuestre definitivamente la disminución continua de la población de la especie.
Cortesía de la Comisión de Mamíferos Marinos (Marine Mammal Commission). La esquiva vaquita, descrita por primera vez hasta 1958, se encuentra en las aguas poco profundas (menos de 50 m de profundidad), cercanas a la costa (dentro de un radio de 40 km) al norte del Golfo de California, México. |
Los autores del estudio, entre los que se encuentran Lorenzo Rojas-Bracho y Armando Jaramillo-Legorreta del Programa de Mamíferos Marinos del Instituto Nacional de Ecología, en Ensenada, y Randall Reeves de Okapi Fauna Silvestre y Asociados (Okapi Wildlife Associates) en Québec, Canadá, argumentan que dicho estudio sería sumamente costoso — $29 millones de dólares durante 39 años — y no sería precisamente efectivo para salvar a la especie de la extinción. Mas bien, dicen los autores, “es más sensato invertir los fondos disponibles en acciones de conservación, particularmente aquellas que ofrecen alternativas socioeconómicas viables a los pescadores”.
Y continúan: “la supervivencia de la vaquita no depende de mejores estudios científicos sino de un mejoramiento del manejo”. “Las prioridades de financiamiento deben centrarse en la implementación de medidas de conservación y en la evaluación de su efectividad en lugar de destinarse a la realización de más estudios o estimaciones más precisas de captura accidental”.
Referencia: ROJAS-BRACHO, LORENZO, REEVES, RANDALL R. & JARAMILLO-LEGORRETA, ARMANDO (2006). “Conservation of the vaquita Phocoena sinus.” Mammal Review 36 (3), 179-216. doi: 10.1111/ j.1365-2907.2006.00088.x
Este artículo se basa en un comunicado de noticias de la editorial Blackwell Publishing Ltd.
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