Las muertes de mil millones de aves que anualmente ocurren por choques en ventanas pueden ser reducidas a través de simples medidas que incluyen la colocación de luces graduables en edificios durante la noches, cambios en paisaje y usando películas que cubran los vidrios y los hagan más visibles a los pájaros, reporta un experto en aves que escribe en “The Wilson Journal of Ornithology”
Realizando experimentos con diferentes tipos de películas sobre plásticos y vidrios, Daniel Klem Jr., un ornitólogo del Muhlenberg College, en Allentown, Pennsylvania, encontró que las cubiertas que creaban un “ruido” visual pueden reducir drásticamente los choques de aves en ventanas sin incrementar el costo o impidiendo la visibilidad de los humanos en relación a los vidrios convencionales. La cubierta más efectiva fue una nueva película para exteriores con patrones tanto de reflexión como de absorción de rayos ultravioletas (UV) uniformemente espaciados que pueden ser vistos por las aves pero no por humanos.
“Cuando esta película este lista para su uso salvará millones de vidas de aves anualmente después de que la existencia de ventanas a nivel mundial sea renovada” Conto Klem a mongabay.com. “La solución a largo plazo para salvar a las aves de las ventanas es usar patrones efectivos como protector permanente del ventanal que se usaría en una nueva construcción.
“Las colisiones de aves son mas frecuentes a nivel del suelo durante las horas del día cuando los pájaros confunden las reflexiones de las ventanas con el hábitat y vuelan directas hacia ellas”, dice Klem. “Pero un gran numero de aves también mueren volando hacia ventanas a mayores alturas”.
“Las aves se comportan como si las ventanas fuesen invisibles”, nos comenta.
La muerte por colisiones con vidrios se piensa que es la fuente más grande de mortalidad de aves a nivel mundial detrás de la pérdida de los hábitats. En los EE. UU. más de 1000 millones de aves se estiman mueren a causa de estas colisiones, dejando atrás a las muertes por animales domésticos (100 millones anualmente), cacería (120 millones), choques con automóviles (60 millones) y encuentros con turbinas de viento (400 mil). Es por ello que haciendo vidrios más visibles para las aves se contribuiría significativamente a reducir las muertes accidentales de pájaros a nivel mundial.
Pero otras medidas también reducirían estas colisiones, de acuerdo con la investigación de Klem en la ciudad de Nueva York durante las temporadas migratorias del 2006 y el 2007, el y sus colegas encontraron que modificaciones en el paisaje y en las arquitecturas, incluyendo la eliminación de arbustos y árboles en áreas frente a los edificios, la minimización de la cobertura del suelo y reducir del uso de vidrios reflexivos y transparentes, podría salvar un estimado de 34 millones de aves que perecen anualmente en las ciudades de Norte América debido a los choques con vidrios durante los periodos migratorios de otoño y primavera.
Otros estudios han mostrado que apagando las luces de los edificios en las noches también ayudarían, especialmente para las aves migratorias que vuelan apoyándose en la oscuridad de la noche y pueden ser distraídas en su ruta de vuelo por las luces de la ciudad. Un número de ciudades ahora promueven programas para reducir el nivel de luminosidad o de apagado total de sus luces en los edificios de oficinas durante las noches para proteger a las aves y reducir el consumo eléctrico.
Oscar Olivera [oscarmolivera(at)gmail(dot)com] vive en Maracaibo, Venezuela.