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Fotografías: Expedición en el Ecuador revela que en un bosque de neblina, hay numerosas nuevas especies amenazadas.



Una expedición realizada por parte de Reptile & Amphibian Ecology International (RAEI), al interior de los bosques selváticos, en las Costas del Ecuador, ha revelado un número posible de nuevas especies que incluye: Serpiente de hocico achatado, serpiente consumidora de babosas, cuatro insectos de aspecto leñoso y más de 30 nuevas especies de ranas “tropicales”.



Especialmente interesante resulta el hecho de que la serpiente de hocico achatado, se alimente de moluscos tales como babosas, pues su pariente más cercano se encuentra en Perú, a 350 millas de distancia. Adicionalmente un voluntario, que trabaja hace quince años con la organización, encontró una serpiente que se especializa en caracoles. Los investigadores no están seguros si esta es una nueva especie. La serpiente más cercana y más parecida se encuentra en Panamá, a 600 millas de distancia.



Las denominadas “ranas tropicales “, de las cuales la expedición ha descubierto treinta nuevas especies, depositan sus huevos en los árboles, en vez de hacerlo dentro del agua. Cuando éstos se rompen, las jóvenes ranas no son renacuajos, sino una genuina y muy pequeña versión de las adultas. Las ranas requieren bosques húmedos para reproducirse exitosamente, los investigadores temen que el clima cambiante pueda resecar los bosques.



Rana tropical no identificada del género Pristimantis, del Cerro Pata de Pájaro, al occidente del Ecuador. Fotografía de Paul S. Hamilton.

“Obviamente, existe una gran preocupación de que éstas especies desaparezcan pronto; y peor aún, antes de que sean formalmente descifradas por la ciencia”, dijo el líder de la expedición Dr. Saúl Hamilton de RAEI. Muchas de las nuevas especies fueron encontradas exclusivamente en un cerro, llamado Cerro Pata de Pájaro, a una altura de 800 metros. Son unas pocas millas de bosques de neblina, las que cubren el pico de la montaña.



De acuerdo con RAEI, este bosque y otras tierras bajas cercanas están amenazados por la deforestación para la alimentación de ganado, la tala y la caza. Adicionalmente, las crecientes temperaturas podrían comprometer, en forma progresiva, las partes más altas de ecosistemas tales como el del pequeño bosque nublado, El Cerro Pata de Pájaro. Los investigadores ya han encontrado en los trópicos, plantas desplazándose, cuesta arriba, para adaptarse a la temperatura.



“La nueva y buena noticia es que los animales están todavía allí y vivos, así que aún estamos a tiempo para protegerlos de la extinción”, dijo el Dr. Kerry Kriger, Director Ejecutivo, de Save the Frogs, una organización sin ánimo de lucro. “Sin embargo, necesitamos tomar medidas para hacer que esto ocurra”.



Macho brillante de Iguana O´ Shaughnessy, Enyalioides
shaughnessy, en un bosque nublado ecuatoriano, que se encuentra en peligro de extinción, por el calentamiento global. Fotografía de: Paul S. Hamilton.

Uno de los grupos taxonómicos más amenazados del mundo son los anfibios; arrasados por enfermedades, cambios climáticos, contaminación y pérdida del medio ambiente. No obstante, algunos investigadores afirman que los reptiles pueden estar tan amenazados como éstos. Actualmente, la Lista Roja de la IUCN (International Union for the Conservation of Nature and Natural Resources), registra a nivel mundial, el 30% de los anfibios y el 28% de los reptiles que están amenazados por la extinción, aunque muchos de los últimos permanecen sin evaluar.



Según Investigaciones hechas por los científicos, se han encontrado más de 140 especies de reptiles y anfibios solamente en esta área. Mientras que toda Europa posee únicamente 236 especies, entre anfibios y reptiles.



“Existen innumerables vacíos de conocimiento acerca del estado y distribución de los animales tropicales; este estudio trata superficialmente lo que conocemos únicamente a cerca de ésta región; mucho menos conocemos lo que está sucediendo con los estándares mundiales de extinción”, dijo El Dr.Hamilton, agregando que “para detener los índices de extinción, necesitamos poner de nuestra parte, conducir menos, consumir menos carne o simplemente auto educarnos y difundir la información“.




Una serpiente succionadora de caracoles, del género Sibon, sin identificar, recientemente encontrada al occidente del Ecuador. Especies similares se encuentran en Panamá, a 600 millas de distancia. Fotografía de Paul S. Hamilton.



Rana tropical, del género Pristimantis, sin identificar; se distingue de otras especies por tener una franja roja alrededor del iris. Fotografía de: Paul S. Hamilton.



Las ranas tropicales necesitan un medio ambiente húmedo para depositar sus huevos en los árboles. El calentamiento y el resecamiento, causados por cambios climáticos, pueden interferir con la habilidad de los anfibios para reproducirse. Fotografía de: Paul S. Hamilton.



La deforestación que se observa, en el primer plano de esta imagen del Cerro de Pájaro, ha sido ocasionada principalmente por el pastoreo de ganado. Lo que queda de los bosques que aún poseen rica biodiversidad, puede observarse en la cima de las montañas de la región, pero están en constante amenaza por la continua deforestación causada por el calentamiento global. Fotografía de: Paul S. Hamilton.



Las salamandras del género Bolitoglossa, carecen de pulmones, en su defecto, respiran a través de la piel. Este ejemplar fue hallado en una reciente expedición al occidente del Ecuador. Fotografía de : Paul S. Hamilton.




Un insecto de apariencia leñosa, del género Xylospinodes, fue una de las últimas cuatro nuevas especies de estas criaturas, que se encontraron durante el estudio de reptiles y anfibios. Fotografía de: Paul S. Hamilton.







Esta diminuta lagartija de ojo escamoso, del género Lepidoblepharis buschwaldii, nunca alcanza un mayor tamaño que este. Photo and caption by: Paul S. Hamilton.





Esta espectacular víbora de pestañas, Bothriechis schegelli; es una de las especies en peligro, al
occidente del Ecuador. Fotografía de: Paul S. Hamilton.




La serpiente Lachesis acrochorda, es la víbora más larga del mundo, pero difícilmente puede observarse en su hábitat natural, por la probable persecución humana. Este ejemplar fue encontrado en una expedición reciente al occidente del Ecuador. Fotografía de: Paul S. Hamilton.

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