Brasil y Estados Unidos han firmado un acuerdo para trabajar en conjunto para reducir la deforestación como parte de un esfuerzo para frenar el cambio climático.
El memorando del acuerdo firmado por la secretario de Estado Hillary Clinton en Brasilia el pasado miércoles viene en forma de conversaciones sobre la REDD, una propuesta de modificar el mecanismo de mitigación del cambio climático que paga a los países tropicales para reducir las emisiones de la deforestación y la degradación, y que avanza pese a la falta de tratados formales en virtud sobre el clima.
En el marco del Memorando de Entendimiento, el Brasil y los Estados Unidos establecerán un diálogo político sobre el Cambio Climático, se reunirán al menos una vez al año para trabajar en el desarrollo e implementación de soluciones pragmáticas y políticas para reducir las emisiones, incluir los mercados de carbono; coordinar “los esfuerzos conjuntos de investigación, el desarrollo, despliegue y difusión de tecnologías para la lucha contra el cambio climático “, y la creación de capacidad en sectores relacionados con el cambio climático.
El acuerdo es importante porque los dos países han estado en desacuerdo en el pasado sobre cómo podría funcionar la regulación de las reducciónes de emisiones de la deforestación . En las primeras etapas, el Brasil se opuso a la posibilidad de permitir que los países ricos e industrializados se liberen de responsabilidad a través de REDD, sin reducir sus propias emisiones, en lugar de proponer un enfoquea de ayuda enmarcado en el Fondo de 21 mil millones dólares de ayuda al Amazonas, que fue anunciado en 2008.
“Brasil no está interesado en dar a los países industrializados, los créditos de carbono baratos de protección de la Amazonia si no se va a detener las plantas de energía alimentadas por carbón”, dijo el año pasado para mongabay.com William Boyd, un profesor de derecho en la Universidad de Colorado, que ha trabajado intensamente en puntos de política de REDD.
Ambos países ya han moderado su postura, con Brasil, señalando que estaría abierto a una compensación siempre que los Estados Unidos y Europa estén de acuerdo con las reducciones sustanciales de sus propias emisiones industriales.
Los EE.UU. también ha estado en conversaciones con Indonesia sobre las estrategias de REDD y su aplicación, ya que este pais es el segundo más grande deforestador del mundo y la mayor en fuente de emisiones de dióxido de carbono por el cambio del uso del suelo.