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Informe: Los pueblos originarios merecen el derecho a rechazar a las grandes compañías

Frente a la minería, tala y plantaciones a gran escala que amenazan a las comunidades originarias, un nuevo informe de la ONG Amazon Watch para los derechos de los aborígenes declara que cuando las industrias extractoras trabajan dentro del territorio de pueblos originarios, los derechos del pueblo deben ser respetados. El informe sostiene que todos los grupos originarios tienen el derecho al ‘consentimiento libre, previo e informado’ de cualquier extracción de recursos que ocurra en sus tierras, y que este principio internacional debería ser respetado no sólo por sus razones morales obvias, sino también por sólido negocio.


De acuerdo con el informe, cuando una empresa no obtiene el consentimiento libre, previo e informado por parte de los grupos originarios, arriesga su inversión. El dinero puede perderse fácilmente debido a disturbios locales, el daño de la reputación de la compañía, la pérdida de licencias de operación, huída de inversores y hasta mil millones de dólares en litigios. Los riesgos financieros, de acuerdo con el informe, son realmente enormes.


“Dado que la extracción de recursos se mueve cada vez más hacia regiones del mundo social y medioambientalmente frágiles, como la selva amazónica, las compañías deben tomar medidas firmes para evitar violar los derechos de los pueblos originarios”, dijo en un parte de prensa Gregor MacLennan, Coordinador del Programa Peruano de Amazon Watch.


Gas flare at an oil refinery in the Ecuadorian Amazon.  Photo by Jeremy Hance.
Llamarada de gas en una refinería de petróleo en la Amazonia ecuatoriana. Fotografía: Jeremy Hance.

La historia reciente confirma esto con la lucha legal en la que se encuentra Chevron desde hace décadas con pueblos originarios de la Amazonia Ecuatoriana, por presunta contaminación del agua con petróleo, que ha llevado a una alta incidencia de cáncer y otras enfermedades. La batalla legal representa no pocos costos para Chevron, que si pierde, puede ser obligado a pagar más de $100,000 millones.


“La industria petrolera, para uno, está en su infancia en lo que respecta al desarrollo e implementación de políticas relativas a los derechos indígenas”, dijo en un parte de prensa Mitch Anderson, Director de Campañas Corporativas de Amazon Watch. “Aunque algunas compañías, como Talisman Energy, están dando pasos cautelosos hacia ello, otras compañías, como Chevron, parecen estar escondiendo sus cabezas bajo el arena”.


Otro ejemplo viene de India donde el último año el ministro de medioambiente canceló la expansión de una mina de bauxita propuesta por Vedanta Resources, luego de prolongadas protestas en la zona por parte de la comunidad aborigen conocida como Dongria. Vedanta está todavía desafiando esta decisión. La controversia y los alegatos de violaciones a los derechos humanos, llevó a que la Iglesia Anglicana retirara sus inversiones en la compañía y a que varios inversores vendieran sus acciones.


El informe agrega que los grupos originarios merecen atención especial, ya que el impacto de la industria puede estar devastando su conexión física y espiritual con su tierra.


“El territorio [de los pueblos originarios] es su mercado, farmacia, ferretería, iglesia, templo y una parte integral de su identidad. Son completamente dependientes de un territorio limpio y saludable para sobrevivir y mantener su integridad cultural e identidad como pueblo originario. Los proyectos de extracción e infraestructura en tierras aborígenes potencialmente afectan no sólo sus medios de subsistencia y su salud, sino también sus derechos a la persistencia cultural y a elegir su propio futuro como una cultura y un pueblo distintivos”.



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