No hace mucho tiempo los políticos responsables, científicos, ambientalistas notaron a los biocombustibles como una herramienta importante para proporcionar energía sostenible para el mundo. Sin embargo, como se ha puesto de manifiesto, los biocombustibles no estaban sólo conectados a la deforestación, la contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero (a veces superiores a los combustibles fósiles), sino también compitieron con el suministro mundial de alimentos y fuentes de agua, los biocombustibles ya no parecían como una bala de plata, pero un nuevo problema que enfrenta el medio ambiente y los pobres. Sin embargo, los biocombustibles no han persistido tanto por los beneficios percibidos del medio ambiente, sino por los intereses creados de la gran industria agrícola, los grupos de presión, y los gobiernos. No obstante, La Mesa Redonda sobre Biocombustibles Sostenibles (RSB)espera comenzar a certificar biocombustibles ambientalmente amigables que no compitan con las fuentes de producción de alimentos o agua.
Ayer en el Mercado Mundial de Biocombustibles de 2011 en Roterdam, RSB, anunció la creación de un nuevo ambicioso sistema de certificación que, según un comunicado de prensa que aseguraría que los biocombustibles certificados cumplen normas estrictas ambientales y sociales.
“La norma RSB es el resultado de un esfuerzo de 4 años en la construcción de un consenso global de más de 120 organizaciones que va desde agricultores y productores de biocombustibles a refinerías, reguladores, sociedad civil y las organizaciones intergubernamentales”, dijo Juan Marco Álvarez, Director de Economía y Grupo Medio Ambiental de Gobernanza de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La investigación comenzará el próximo mes y tendrá una duración de dos años en varios continentes. RSB se ha asociado con el gran constructor de aerolíneas, Boeing, en esta iniciativa.
“Contar con normas armonizadoras para el desarrollo sostenible de biocombustibles es crucial”, dice Bill Glover, vicepresidente de Boeing y presidente de la política medio ambiental y la aviación. “Nuestra industria necesita de estas fuentes de combustible y este consorcio ayudará a asegurar que haya una forma más transparente de colaboración entre los procesos de certificación que nos guían hacia un futuro más sostenible”.
La RSB tendrá el trabajo listo para ellos. Esta semana, un estudio encontró que las emisiones de gases de efecto invernadero como consecuencia de los cultivos jatropha fueron de dos y medio a seis veces mayores que los equivalentes de combustibles fósiles. Las plantaciones de Jatropha de biocombustibles también han provocado problemas sociales en Kenia. La planta también ha sido uno de los biocombustibles probado por la industria de la aviación.
“Los biocombustibles están lejos de ser la cura milagrosa para el clima como se pensaba”, “Como la mayoría de otros biocombustibles, la jatropha en realidad podría terminar el aumento de las emisiones de carbono”, dijo Tim Rice, un experto en biocombustibles con ActionAid que participaron en el estudio, le dijo a Telegraph.
La RSB propone certificar los biocombustibles solo si cumple unas normas – reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sin afectar los cultivos alimentarios, sin competir con el agua, y sin dar lugar a la destrucción del hábitat u otros impactos del uso de la tierra.
Para los escépticos de la producción de biocombustibles, la pregunta sigue siendo: ¿es esto posible?