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Sembrando las semillas para salvar al ‘Mar de Patagonia’

 La costa en el ‘Mar de Patagonia’ cubierto de aves marinas y focas. Foto de: W. Conway.
La costa en el ‘Mar de Patagonia’ cubierto de aves marinas y focas. Foto de: W. Conway.




Con aguas y costas salvajes, el Mar en Patagonia es el hábitat de una gran colección de animales marinos: desde pingüinos a elefantes marinos, albatros a calamares, y leones marinos a la ballena franca austral. El mar se ubica entre las latitudes más nórdicas y las frías aguas del Atlántico Sur, el que rodea a Antártica. Sin embargo, la región es un sitio de intensa pesca, lo que impone presión a un número de especies y pone en peligro el mismísimo ecosistema que sostiene a la industria. Los esfuerzos de conservación, encabezados por el conservacionista marino Claudio Campagna y colegas en la Sociedad de Conservación de la Vida Salvaje (WCS por sus siglas en inglés) están en los estadios iniciales. Campagna, el que a menudo escribe sobre la importancia del lenguaje en la lucha por la preservación, ha luchado para renombrar el área para enfocarse en la impresionante vida salvaje.



“Nosotros inventamos el término ‘Mar de Patagonia’ en un intento de transferir la atención hacia la diversidad de especies marinas: los espectáculos de vida salvaje en y alrededor del mar”, explica Campagna en una entrevista con mongabay.com. “El nombre geográfico dado a este océano es el Atlántico Sur Oeste, pero a los argentinos nos gusta llamarlo Mar Argentino. El Mar Argentino resalta la perspectiva de la jurisdicción. La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se refiere a este sitio como parte del Área FAO 41, un sitio de pesca. Los geógrafos les interesa la geografía, las naciones la soberanía y los pescadores la pesca. Bien, ¿entonces por qué no los conservacionistas, que les importa la biodiversidad, le dan al área un nombre con declaración propia? ”


El nombre ‘Mar de Patagonia’ provee la idea de un contraparte marino a la región terrestre salvaje de Patagonia, reconocida por sus paisajes dramáticos e intactos.


Claudio Campagna y un elefante marino juvenil con una etiqueta localizadora por satélite. Foto por: V. Zavattieri.
Claudio Campagna y un elefante marino juvenil con una etiqueta localizadora por satélite. Foto por: V. Zavattieri.

Campagna y sus colegas implementaron una herramienta desarrollada por WCS, conocida como abordaje de especies en Paisaje/Paisaje Marino, para ayudar a identificar especies críticas que multiplicarían los esfuerzos de conservación para proteger ecosistemas enteros. Actualmente, ellos están ahora trabajando para traer a bordo a otros grupos conservacionistas.



“Nosotros creamos un foro de ONG para la conservación del Mar de Patagonia el cual atrae representantes de la conservación. Lentamente, las ONG están aprendiendo a trabajar juntas hacia un fin común. Hemos creado una base sólida de datos científicos para poder enclavar la acción conservacionista en el conocimiento de especies. Cuando “nuestro sector” –el de la comunidad conservacionista- evolucione para ser más fuerte y sabio, entonces recién ahí intentaríamos comunicar nuestros pensamientos a otras partes interesadas e incrementar el electorado. Es un proceso de creación que precede a la acción,” explica Campagna.



Mientras que el proceso de conservación del Mar de Patagonia es complicado, las amenazas en la región son obvias, dice Campagna.



“Simple: sobre-pesca primero, después sobre-pesca. Si necesitamos una tercera amenaza: sobre-pesca. De la cuarta a la décima: sobre-pesca. Después vienen las muchas otras consecuencias negativas relacionadas con la pesca: la pesca-no-deseada es la peor. Muchas veces me preocupo más por la pesca-no-deseada que por la sobre-pesca porque entiendo mejor a la avaricia más que a la perversidad, la pesca no deseada es perversa. Otras amenazas: contaminación, por supuesto, de todos los tipos imaginables (no podemos olvidarnos del ruido), y las especies introducidas, ciertamente.” Inclusive el filósofo, Campagna agrega que estas amenazas –y otras en ambientes naturales alrededor del mundo- en última instancia se derivan de la miopía de la humanidad.



“La mayor amenaza es que no entendemos completamente que estas amenazas no pueden continuar. Nuestro comportamiento, nuestras creencias son una amenaza; la incapacidad de cambiar nuestro curso de acción en el debido tiempo, luego de evidencias abrumadoras, es fuerte. La conservación no es difícil de alcanzar en teoría, sólo es resistida en la práctica. Esto es en parte porque los economistas son los que manejan el mundo y pocos entienden las consecuencias de sus paradigmas.”


Sobre-pesca en el Mar de Patagonia. Foto por: Rev. Puerto.
Sobre-pesca en el Mar de Patagonia. Foto por: Rev. Puerto.

No sólo interesado en los problemas de conservación en el campo, Campagna quiere cambiar la forma en que las personas ven a la conservación y a la naturaleza. El dice que el enfoque incansable en el ‘desarrollo sostenible’ llevado a cabo por ONG conservacionistas ha dañado la causa.



“Hoy, el lenguaje de la conservación requiere ser políticamente correcto o los fondos no estarán disponibles. El ‘desarrollo sostenible’ es el concepto arquetípico en el discurso. Si fallas en decir o mencionar estas dos palabras mágicas en un discurso o texto, no tendrás posibilidad de atraer a una audiencia. La conservación hoy es, en gran medida, acerca del capital natural, recursos naturales y servicios ecosistémicos. Es en mucho menor medida acerca de la tranquilidad, inspiración, felicidad, o belleza. El nombre del juego ganador es mostrar el valor de los recursos naturales; el discurso es proveer una razón para que la Naturaleza exista. Yo me opongo a esta visión; no nos está llevando a ninguna parte.”



En vez, Campagna argumenta que el mundo natural debería ser salvado por su valor intrínseco, y los conservacionistas deberían nuevamente aprender a expresar y compartir las maravillas de la naturaleza, luchando por un ideal que ha sido ofuscado en un intento de hacer que el mundo natural quepa en la tiranía de los economistas.



“Primero necesitamos alejar los valores conservacionistas lejos de lo económico y más cerca del reino de los ideales. Por ejemplo, ¿necesitamos explicar por qué la esclavitud no es buena? ¿Necesitamos explicar por qué el mundo no está tratando de lograr una ‘esclavitud sostenible’? Después de todo, hay un negocio en esto. La esclavitud es rechazada ‘desde las entrañas’ sin necesidad de explicar por gué. […] ¿Por qué conservar la diversidad de la vida es tan diferente? La crisis de la biodiversidad no puede ser puesta en la misma bolsa que los mercados sucumbidos o las burbujas económicas. ¿Es tan difícil aceptar que un costo económico no sea el factor crítico? […] La comunidad conservacionista debería cambiar la forma en que aborda la conservación. Muchas intenciones camufladas, mucho ocultamiento de ideales. Nosotros tenemos una visión de como debería ser el mundo, una muy fuerte. Tenemos el derecho de trabajar por esa visión, sin compromisos, solamente ir tras ella.”


Pingüinos de Magallanes. Fotos de L. Campagna.
Pingüinos de Magallanes. Fotos de L. Campagna.

A parte de su trabajo diario trabajando para salvar a un mar entero, Campagna también es el consultor científico del popular, y siempre sorprendente, Green Porno con Isabella Rossellini.



“Es el proyecto de comunicación más creativo, divertido, audaz, imaginativo, original y encantador en el que he estado envuelto. Se trata de transmitir mensajes con perspectivas y herramientas alternativas. Es ser surrealista con la ciencia,” dice Campagna, el cual llama a Rossellini “la conservacionista del futuro, una persona que combina conocimiento, ‘know-how’, sensibilidad, humor, creatividad y confianza en que sus ideas avancen a pesar de lo que la mayoría piensa que es la manera ‘apropiada’ de hablar o pensar.”



En setiembre de 2011 en una entrevista, Claudio Campagna discute su trabajo con elefantes marinos, la belleza del Mar de Patagonia, y por qué los conservacionistas deberían reconectarse con sus ideales.





Campagan expondrá el 1 de octubre de 2011 en San Francisco, en la Expo Wildlife Conservation Network Expo en un evento que será presidido por Jane Goodall.




ENTREVISTA CON CLAUDIO CAMPAGNA






Claudio Campagna etiquetando un elefante marino enorme. Foto por: Jim Large
Claudio Campagna etiquetando un elefante marino enorme. Foto por: Jim Large





Mongabay: ¿Cómo decidiste dejar tu carrera de médico y convertirte en un conservacionista marino?



Claudio Campagna: Los médicos se preocupan por los humanos, los conservacionistas también, pero tal vez más indirectamente. Los conservacionistas toman una posición como los doctores de la Naturaleza, una perspectiva triste, ya que implica que la Naturaleza está herida o enferma- y lo está. Sin embargo, la conservación es en parte sobre humanos. Yo discrepo con que la conservación es ‘para’ humanos. Yo creo que la conservación es para la biodiversidad: la prioridad es la biodiversidad, el conservar la biodiversidad puede inclusive ir más allá de las necesidades humanas. Si uno posiciona a los humanos arriba, sin importar quien está enterrado debajo, uno puede estar respaldando un conjunto erróneo de principios y valores. Sin dudas, eso se reflejará negativamente en nosotros. Los humanos se pierden fuera del mundo natural; la mente humana se perdería, y el sentido de ser humano seria irrecobrable. Un conservacionista necesita tener una visión ecosistémica de la mente humana. Los médicos frecuentemente abordan a los humanos en sus “componentes”, y entienden poco sobre el todo, y son felices con eso. Los conservacionistas, sin embargo, deben partir desde el todo; la simplificación no es posible. La conservación se refiere a un individuo funcionando y una sociedad feliz, y vice-versa. Desafortunadamente, hoy los conservacionistas son simplemente solucionadores de problemas.






EL MAR DE PATAGONIA



Albatros a lo largo del Mar de Patagonia. Foto por: G. Harris.
Albatros a lo largo del Mar de Patagonia. Foto por: G. Harris.





Mongabay: ¿Qué hace único al Mar de Patagonia?



Claudio Campagna: Tal vez el hecho de que no existe. Patagonia es la tierra, pero inventamos el término “Mar de Patagonia” en un intento por cambiar el foco de atención hacia la diversidad de especies marinas: los espectáculos de vida salvaje en y alrededor del mar. El nombre geográfico dado a esta parte del océano es el Atlántico Sur Oeste, pero a los argentinos nos gusta llamarle el Mar Argentino. El Mar Argentino resalta la perspectiva de la jurisdicción. La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se refiere a este sitio como parte del Área FAO 41, un sitio de pesca. Los geógrafos les interesa la geografía, las naciones la soberanía y los pescadores la pesca. Bien, ¿entonces por qué no los conservacionistas, que les importa la biodiversidad, le dan al área un nombre con declaración propia? El Mar de Patagonia es hábitat de varias especies de aves marinas y mamíferos que son especies claves para la conservación. Es también un lugar de extraordinaria abundancia de alimento y especies marinas, muchas veces no tan apreciadas como varios peces e invertebrados. El Mar de Patagonia abarca el área más importante de forrajeo y migración de pingüinos, leones marinos, albatros y focas, entre varios otros. Los predadores top se distribuyen ampliamente en el mar, pero no al azar.


Mongabay: Cuáles son las mayores amenazas a las especies en este mar?


 Calamar argentino. Foto por: C. Verona.
Calamar argentino. Foto por: C. Verona.

Claudio Campagna: Para los océanos en general, simple: primero sobre-pesca, después sobre-pesca. Si necesitamos una tercera amenaza: sobre-pesca. De la cuarta a la décima: sobre-pesca. Después vienen las muchas otras consecuencias negativas relacionadas con la pesca: la pesca-no-deseada es una de las peores. Muchas veces me preocupo más por la pesca-no-deseada que por la sobre-pesca porque entiendo mejor a la avaricia que a la perversidad, la pesca-no-deseada es perversa. Otras amenazas: contaminación, por supuesto, de todos los tipos imaginables (no podemos olvidarnos del ruido), y las especies introducidas, ciertamente. Pero ¿por qué hacemos una lista de las amenazas? ¿Hay algo nuevo que el mundo educado no sabe todavía?



La mayor amenaza es que nosotros no entendemos profundamente que estas amenazas no pueden continuar. Nuestro comportamiento, nuestras creencias son una amenaza; la incapacidad de cambiar nuestro curso de acción en el debido tiempo, tras una evidencia abrumadora, es fuerte. La conservación no es difícil de alcanzar en la teoría, es simplemente resistida en la práctica. Esto es en parte porque los economistas manejan el mundo y pocos entienden las consecuencias de sus paradigmas. Por otra parte, ellos no serán los responsables por desviar al mundo hacia la dirección equivocada.



Finalmente, localmente hay una falta de conciencia entre los argentinos en relación a su océano. Argentina es una nación que evolucionó alrededor de los paisajes de pampas, pero hoy es mucho más que eso. Es muy importante trabajar para comunicar el mensaje que hay un océano grande que debe ser manejado para beneficiar a muchos más de nosotros que a la pequeña proporción de la población argentina involucrada en la pesca.



Mongabay: ¿Qué es el Abordaje de Especies del Paisaje (Landscape Species Approach -LSA-)?


El delfin de Commerson. Foto por: G. Coll.
El delfin de Commerson. Foto por: G. Coll.

Claudio Campagna: Es una metodología para planificar la conservación de especies a lo largo de hábitats. Cualquier ecosistema tiene cientos, miles de especies interdependientes. Pero, los humanos y la financiación son limitados. El dinero abundante que existe en el mundo nunca está disponible para la conservación. ¿Qué hacer entonces? El priorizar es una respuesta. Algunos conservacionistas priorizan de acuerdo con las especies endémicas, la variedad de especies, la representatividad de hábitats, etc. La Sociedad para la Conservación de la Vida Salvaje (WCS) tiene su propia perspectiva: conservar al paisaje al escoger aquellas especies que mejor representan las necesidades de todo el resto. Si tú manejas un área con este conjunto de especies del paisaje/paisaje marino, tú puedes asumir que estás haciendo OK para el ecosistema entero. Es un abordaje de manejo basado en un apuntalamiento ecológico con énfasis en la especie.



Un miembro de nuestro equipo, Valeria Falabella, implementó varias de las herramientas desarrolladas por el Proyecto Paisajes Vivos de WCS en un intento de mejorar la comprensión de cómo funciona el sistema y las prioridades de conservación. Ella también desarrolló, con la cooperación de docenas de científicos alrededor del mundo, el Atlas of the Patagonian Sea: Species and Spaces, -El Atlas del Mar de Patagonia: Especies y Espacios- una integración de datos de rastreo por satélites único para 16 especies de aves marinas, mamíferos y tortugas.



Mongabay: ¿Has utilizada alguno de los hallazgos de tu estudio LSA en el manejo del Mar de Patagonia?


Leones marinos sudamericanos en las rocas de Punta Loma. Foto de: JF Thye.
Leones marinos sudamericanos en las rocas de Punta Loma. Foto de: JF Thye.

Claudio Campagna: ¡No! Eso sería casi un milagro. ¿Cuándo has visto que un abordaje bueno y racional sea implementado inmediatamente en el manejo? Rara vez, y aún más raro desde donde yo provengo. El LSA indica, por ejemplo, que el calamar argentino es una especie del paisaje marino. Cuando mencioné este hallazgo a las autoridades pesqueras ellos rieron por media hora. Ellos están equivocados: ecológicamente, el calamar es una especie clave. Ellos simplemente no lo entienden. El cambiar las perspectivas es una de las metas más difíciles; se requiere perseverancia para crear, honestamente, una conciencia sin la parafernalia propagandística que usualmente acompaña a los grandes cambios de actitud. Debemos seguir agregando granos de arena para parar la picadora. La perseverancia es elemental; de a poco el mundo está comprendiendo a la biodiversidad.


Mongabay: ¿Crees tú que este abordaje puede ser utilizado en alguna otra parte del mundo?



Claudio Campagna: Sí. El abordaje es realmente útil; ayuda a organizar datos y pensamientos, y ayuda a decidir acciones y prioridades. No hay nada erróneo en el abordaje, como podemos decir de tantas otras perspectivas inteligentes que están disponibles para mejorar el manejo. El problema es diferente: ¿Quién dice que “nosotros” queremos mejorar el manejo? La industria de la pesca, por ejemplo, está fuertemente subsidiada. Ellos tienen poco sentido en un mundo de mercados. Si la pesca tuviera que pagar por los costos ambientales que causa –incluyendo aquellos que son llamados “sostenibles”- desde basura hasta tortugas enredadas, casi nadie podría darse el gusto de comer peces marinos. Pero entonces los subsidios vienen al rescate; el dinero que no está disponible, es lo que nos dicen, para apoyar alguna de las necesidades reales de la sociedad está disponible para un grupo que ejerce presión, efectiva y fuerte. Todos pagamos las dietas lujosas de muchos países desarrollados. No hay dinero para la conservación pero hay mucho dinero para hacer posible que España consuma camarones baratos – tan sólo un ejemplo.


Mongabay: ¿Cómo trabajas en pro de la conservación de la biodiversidad en el Mar de Patagonia?


Una tortuga Laud, especie en Peligro Crítico enredada por la pesca fantasma, por ejemplo: lesionada o muerta por las redes que los pescadores descartan en el mar. Foto por: A. Fallabrino.
Una tortuga Laud, especie en Peligro Crítico enredada por la pesca fantasma, por ejemplo: lesionada o muerta por las redes que los pescadores descartan en el mar. Foto por: A. Fallabrino.

Claudio Campagna: Yo hago más y más comunicación estos días. Es difícil enfrentar a las mayores amenazas; necesitamos preparar el terreno primero. Cuando yo comencé con el proyecto WCS-Mar y Cielo, yo quería resolver problemas básicos que se traducen en amenazas: sobre-pesca, enredo con redes, pesca-no-deseada, las amenazas usuales. Se demostró que es imposible. La sociedad civil es débil, no está bien organizada y no tiene los recursos para cambiar el curso de acción, al menos no en Argentina. Las empresas pesqueras son raramente amigables con el medio ambiente. Y el gobierno existe para facilitar el desarrollo a cualquier costo. Nuestro mensaje de conservación estaba maduro y era apoyado, pero el contexto institucional y social no lo estaba. La consecuencia ha sido fracaso hasta que aprendí a tomar varios pasos hacia atrás de manera de poder crear el contexto para plantar nuestra semilla. Por ejemplo, nosotros creamos un foro de ONG para la conservación del Mar de Patagonia el cual atrae a representantes de los ideales de la conservación. Lentamente las ONG están aprendiendo a trabajar juntas hacia un fin común. Hemos creado una base sólida de datos científicos para poder enclavar la acción conservacionista en el conocimiento de especies. Cuando “nuestro sector” –el de la comunidad conservacionista- evolucione para ser más fuerte y sabio, entonces recién ahí intentaríamos comunicar nuestros pensamientos a otras partes interesadas e incrementar el electorado. Es un proceso de creación que precede a la acción. Mar y Cielo también promueve la conservación del océano abierto, el proyecto originalmente se llamaba “Un Parque de Mar y Cielo”, lo que sugiere que el océano abierto puede ser también, por ejemplo, un Parque Nacional.




ELEFANTES MARINOS




Campagna con un elefante marino macho. Foto por: G. Harris.
Campagna con un elefante marino macho. Foto por: G. Harris.





Mongabay: ¿Qué te llevó a estudiar a los elefantes marinos del Sur?



Claudio Campagna: Ellos estaban ahí –y esto es verdad, porque “ahí” quiere decir la costa de Patagonia, uno de los lugares más hermosos que he visto, tal vez el más hermoso. Yo amo observar el comportamiento animal, y los elefantes marinos son particularmente buenos, en tierra, uno puede observarlos cómodamente. Un buen modelo para estudiar el comportamiento, muchas preguntas científicas, un gran lugar para trabajar y vivir: ¿qué más necesita uno para decidirse?


Mongabay: ¿Cómo estudias a un animal tan grande y potencialmente peligroso?



Claudio Campagna: Bueno… un elefante marino, ¿peligroso? Sí, puede ser… yo estoy mucho más preocupado que me roben en una calle de Buenos Aires. Si tú no molestas a los elefantes marinos, ellos no te morderán. Ahora, si uno se dispone a etiquetarlos, pintarlos con nombres, adosar instrumentos en sus cabezas y su espalda, como lo he hecho durante varios años, entonces sí, uno puede ser mordido. Nunca fui mordido. Creo que fui prudente y tuve suerte. Cualquiera que estudie animales grandes en su medio acepta que está invadiendo la vida de los animales, una invasión fuerte. Esto puede tener consecuencias. Con fortuna, los elefantes marinos parecen tolerar algo de eso. Si uno continúa insistiendo… entonces el peligro es la actitud humana.




Mongabay: ¿Qué has descubierto acerca del comportamiento de los elefantes marinos?


Un elefante marino juvenil. Foto por: V. Falabella.
Un elefante marino juvenil. Foto por: V. Falabella.

Claudio Campagna: Realmente nada que no se sepa de otras poblaciones, aparte de la colonia de Patagonia en la Península Valdés, donde trabajo. Hicimos un trabajo por primera vez, por supuesto, como el estudiar la paternidad de los elefantes marinos usando huellas del ADN como se hace con los humanos.



Mi propósito, sin embargo, no era el de descubrir cosas novedosas, era el de estar involucrado activamente para proteger la población patagónica de elefantes marinos. La ciencia no es sólo descubrimiento; puede ser una herramienta para la conservación también. Las personas se preocupan por lo que conocen mejor. No podríamos traducir inmediatamente lo que sabemos en protección, pero en el largo plazo nosotros, los humanos, tendemos a aprender y a cuidar. Yo quería facilitar ese proceso en el área que yo tenía acceso y con la especie que me gustaba.




Mongabay: La especie está enlistada como de Menor Preocupación por la Lista Roja de UICN. ¿Está hoy la especie enfrentando alguna amenaza?



Claudio Campagna: Seguro. Puedes ir desde Menor Preocupación a la extinción fácilmente. Piensa en la paloma migratoria. El concepto de Menor Preocupación es uno inestable. Menor Preocupación quiere decir: “Tengo tanto por qué preocuparme ahora que necesito un deshago; esta especie tendrá que esperar”. Luego, cuando te pones a tiro, y quieres saber cómo ha estado la especie, puede ser muy tarde. Vivimos en un mundo cambiante en donde ningún ambiente está a salvo, ninguna especie está a salvo, ni siquiera la nuestra, a pesar de estar en categoría más extrema de Menor Preocupación de todos los vertebrados.






LENGUAJE Y CONSERVACIÓN



Una ballena franca austral que sale a la superficie en el Mar de Patagonia. Foto por: V. Falabella.
Una ballena franca austral que sale a la superficie en el Mar de Patagonia. Foto por: V. Falabella.





Mongabay: Tú describes la visión de la mayoría de los grupos de conservación como ‘utilitarista’. ¿Qué quieres decir con esto?



Claudio Campagna: El lenguaje de la conservación, hoy, requiere ser políticamente correcto o los fondos no estarán disponibles. El ‘desarrollo sostenible’ es el concepto arquetípico en este discurso. Si fallas en decir o mencionar estas dos palabras mágicas en un discurso o texto, no tendrás posibilidad de atraer a una audiencia. La conservación hoy es, en gran medida, acerca del capital natural, recursos naturales y servicios ecosistémicos. Es en mucho menor medida sobre tranquilidad, inspiración, felicidad, o belleza. El nombre del juego ganador es mostrar el valor de los recursos naturales; el discurso es proveer una razón para que la Naturaleza exista. Yo me opongo a esta perspectiva; no nos está llevando a ninguna parte.




Mongabay: ¿Qué hay de malo en que las organizaciones conservacionistas se enfoquen en el ‘desarrollo sostenible’?



Claudio Campagna: ¿Qué hay de malo con rezarle al oráculo cuando tienes que llevar a los hombres a la batalla? Uno es libre de probar con magia cualquier decisión que concierna al individuo, pero parece equivocado decidir el destino de la biodiversidad basado en el enfoque equivocado. Los gobiernos parecen creer que podemos continuar haciendo lo que hacemos con la Naturaleza a pesar del mayor consumo, más gente, más recursos, crecimiento, uso, explotación. No es posible. La tecnología puede ayudar, pero no es una solución; es una herramienta que no sirve en todos los casos –con seguridad no sirve para traer de la extinción a una especie. El desarrollo sostenible quiere decir expansión del uso, quiere decir apropiación de la Naturaleza para siempre. ¿Es tan difícil aceptar que la intención pudo haber sido buena pero falló la implementación? El concepto de desarrollo sustentable es acerca de desarrollo que, por definición, implica expansión, aumento, con la Naturaleza respaldando esto… de ninguna manera esto puede continuar. Ni siquiera tiene sentido común.




Mongabay: ¿Dónde entonces debería estar el enfoque?


Un par de albatros de ceja negra en el Mar de Patagonia. Son muertos en masa por redes de arrastre y pesca con líneas largas, esta especie está registrada como Amenazada por la Lista Roja de UICN. Foto por: Jim Large.
Un par de albatros de ceja negra en el Mar de Patagonia. Son muertos en masa por redes de arrastre y pesca con líneas largas, esta especie está registrada como Amenazada por la Lista Roja de UICN. Foto por: Jim Large.

Claudio Campagna: Yo te puedo contar mi foco: belleza, conciliación, bien estar, felicidad. Estos valores están subestimados pero son los de mayor relevancia. Éstos no son valores místicos; éstos son los valores que buscamos cuando nosotros, por ejemplo, vamos de vacaciones, cuando visitamos un Parque Nacional. Esos tiempos son los mejores de la vida: tiempo en familia, tiempo de aprendizaje, tiempo de ocio. Si uno quiere traducir esto a valores económicos, es posible, por supuesto, pero se refiere más a la salud; es acerca de la calidad de vida y su efecto en la sobrevivencia individual. Nosotros gastamos dinero en educar a la gente para que sea saludable, pero no estamos listos para utilizar estos fondos con propósitos conservacionistas. Esto está equivocado. Mis valores, hoy, pueden no estar en el mercado… pero es una cuestión de tiempo para que los países sean valuados en la calidad de su Naturaleza y no en su poder financiero. Brasil está matando a la gallina que pone huevos de oro al convertir al Amazonas en tierras para ganado, mineros y agricultores. Lo mismo pasa con Argentina y la soja. Tenemos que poner al resguardo cuanta Naturaleza sea posible hasta que nos pongamos a tiro con nuestro aprendizaje



Mongabay: ¿Cuáles son los valores intrínsecos de la naturaleza?



Claudio Campagna: Esto no es un aspecto que deba ser impuesto como pregunta. Es una confusión en el discurso, es como señalar a un ‘objeto’ que no es un objeto. Es como si uno estuviera preguntando: ¿Cuál es el valor intrínseco de la vida? O mejor aún: ¿cuál es el valor intrínseco de tú vida? ¿Y qué de aquellos a los cuales tú quieres? Uno puede apreciar la irrelevancia de la pregunta cuando se lo empuja hacia la absurda posición de tener que justificar su propia existencia. La Naturaleza no es menos que nuestra propia existencia. Los valores intrínsecos no tienen que ser definidos; ellos están construidos dentro del ser, como el valor intrínseco para un ser humano de respirar aire.


Mongabay: ¿Cómo hace uno para convencer al público que la naturaleza tiene un valor más allá de la extracción de recursos?


Pesca no deseada: las especies mueren accidentalmente por los métodos de la pesca industrial. Foto por: A. Fallabrino.
Pesca no deseada: las especies mueren accidentalmente por los métodos de la pesca industrial. Foto por: A. Fallabrino.

Claudio Campagna: No podemos convencer al público. La educación puede modificar comportamientos, pero tú no puedes volverte un admirador de ópera sólo porque alguien interpreta la ópera para ti. Uno es o no es, desde un principio. Los humanos no están construidos para preocuparse por la Naturaleza. El cambiar actitudes es un proceso interno, un camino personal, mucho más que la consecuencia de una demostración. Pon a una sociedad en una situación en la que tiene que decidir entre un consumo loco o precaución hacia la Naturaleza y te apuesto a que la mayoría prefiere una tener una actitud cuidadosa. Hoy, los economistas y comunicadores no nos presentan alternativas. Ellos nos dicen lo que somos y lo que queremos. Ellos están equivocados.


Mongabay: ¿Puedes indicar alguna organización que vean a la naturaleza más allá de su utilidad para los humanos?



Claudio Campagna: Yo diría que la mayoría de las organizaciones lo hacen… al menos, las personas en las organizaciones lo hacen. El lenguaje, el discurso que realizan no se alinea con lo que la mayoría de las organizaciones realmente representan. La Sociedad para la Conservación de la Vida Salvaje es un grupo de naturalistas comprometidos, extraordinariamente bien entrenados en ciencias, devotos, instruidos en políticas y asuntos sociales, sensibles a las demandas sociales, el bien estar humano, desafíos de manejo, asuntos económicos aplicados a una gran variedad de circunstancias y lugares. Aún así, tú obtienes las caras más felices cuando ven a un animal, a una planta o a un paisaje que les deja sin aliento. Ese es el combustible. Desafortunadamente hemos sido domados para poner el motor de lado y trabajar con baterías… no muy inteligente.





PROYECTOS ADICIONALES




Campagna con Isabella Rossellini, creadora de Green Porno, y un elefante marino. Foto por: Jody Shapiro.
Campagna con Isabella Rossellini, creadora de Green Porno, y un elefante marino. Foto por: Jody Shapiro.





Mongabay: ¿Qué es ‘Green Porno’ y que rol cumples tú en los filmes cortos?



Claudio Campagna: Es el proyecto de comunicación más creativo, divertido, audaz, imaginativo, original y encantador en el que he estado envuelto. Se trata de transmitir mensajes con perspectivas y herramientas alternativas. Es ser surrealista con la ciencia. He sido un asesor científico en algunos episodios de Green Porno, aunque mi rol se describe mejor como la persona que ayudó a Isabella Rossellini a tomar decisiones sobre detalles. Isabella no necesita un científico que le diga a ella qué es lo que está bien o mal, ella lee más ampliamente que un científico promedio. Ella es la conservacionista del futuro, una persona que combina conocimiento, ‘know-how’, sensibilidad, humor, creatividad y confianza en que sus ideas avancen a pesar de lo que la mayoría piensa que es ‘apropiada’ manera de hablar o pensar.


Mongabay: ¿Cómo proporciona este show único la atención al lado salvaje de la naturaleza y el lado de la conservación?



Claudio Campagna: Isabella es una conservacionista. Fue fácil hablar con ella y encontrar mensajes conservacionistas que expresar. Ella empieza con la biología. Ella encuentra los lados atractivos de la biología de la criatura, aspectos que provocarían sorpresa. Luego ella muestra a los animales, particularmente el comportamiento reproductivo o el cortejo de las especies, el aspecto más relevante de la selección sexual y de la vida. Ella pregunta, ¿Si yo fuera este animal, cómo me sentiría? ¿A qué le temería? Y se abre un mundo nuevo… Como cualquier otra especie, uno puede imaginar que está afectado por el fallo del desarrollo sustentable, siempre hay una posibilidad de insertar un abordaje conservacionista.


Mongabay: ¿Nos cuentas acerca del libro de tus hijos?


Elefantes marinos. Foto por: W. Conway.
Elefantes marinos. Foto por: W. Conway.

Claudio Campagna: El doctor Divague, el protagonista del libro, nació como un proyecto divertido: el escribir rimas en español para describir el comportamiento de los elefantes marinos y la investigación sobre ellos. Mi esposa, Victoria Zavattieri, sabe cómo utilizar el humor para expresar una idea. Ella es similar a Isabella en este sentido. De hecho, ella trabajó con Isabella en algunos detalles de Green Porno. Vicky y su hermana, Eugenia, saben cómo ilustrar una escena, crear un protagonista, inyectarle vida y hacer que valga la pena quererlo. Yo soy mejor en la creación de ideas, apoyar la historia con palabras, hasta el final. Y Dr. Divague nació como eso, como consecuencia de las habilidades naturales dejadas libres. El mejor libro que he ayudado a escribir y, seguramente, escriba yo mismo.




Mongabay: ¿Cómo haces que las personas se impresionen con la naturaleza una vez más?



Claudio Campagna: Yo creo que la palabra ‘impresionar’ quiere decir miedo, asombro y también respeto, ¿correcto? Si es así, sería sabio temer y respetar a la Naturaleza, ya que las enfermedades y catástrofes se originan con ella. Sería sabio temerle a una crisis de la biodiversidad, ya que no sabemos qué querría decir para nosotros, más allá de los recursos y oportunidades limitados. Pero no debemos descartar la admiración y compasión para energizar un cambio de actitudes. Desde mi perspectiva, sin embargo, nosotros debemos primero mover los valores de la conservación lejos de lo económico y más hacia el corazón de los ideales. Por ejemplo, ¿necesitamos explicar por qué la esclavitud no es buena? ¿Necesitamos explicar por qué el mundo no está tratando de lograr una ‘esclavitud sostenible’? Después de todo, hay un negocio en esto. La esclavitud es rechazada ‘desde las entrañas’ sin necesidad de explicaciones. Los gobiernos deben entregar, las instituciones deben entregar, porque esto es lo que las personas quieren. ¿Por qué es tan diferente el conservar la diversidad de la vida? La crisis de la biodiversidad no puede ser puesta en la misma bolsa con los mercados que sucumben o las burbujas económicas. ¿Es tan difícil aceptar que un costo económico no pueda ser un asunto clave? ¿Podemos reparar una extinción? La naturaleza tiene mucho que ver con el bienestar económico; sería estúpido negar eso. Sólo estoy diciendo que el cambio de actitudes requiere mover la conservación de la naturaleza desde los vecindarios de valores y discursos en donde hoy está acorralada. La comunidad conservacionista debe cambiar la manera de pensar acerca de la conservación. Muchos camuflajes de intenciones, mucho ceder de ideales. Tenemos una visión de lo que el mundo debería ser, una muy fuerte. Tenemos el derecho de trabajar por esa visión, sin compromisos, solamente pujar por ello.







Claudio Campagna etiquetando a un elefante marino. Foto por: Jim Large.
Claudio Campagna etiquetando a un elefante marino. Foto por: Jim Large.





La industria pesquera del calamar Argentino. Foto por: C. Verona.
La industria pesquera del calamar Argentino. Foto por: C. Verona.





Una pareja de leones marinos sudamericanos. Foto por: Claudio Campagna.
Una pareja de leones marinos sudamericanos. Foto por: Claudio Campagna.





Victoria Zavattieri y Marcela Uhart de WCS marcando a un elefante marino. Foto por: Claudio Campagna.
Victoria Zavattieri y Marcela Uhart de WCS marcando a un elefante marino. Foto por: Claudio Campagna.






Pingüino rey. Foto por: V. Falabella.
Pingüino rey. Foto por: V. Falabella.






Un elefante marino que sufre por enredamiento. Foto por: Victoria Zavattieri.
Un elefante marino que sufre por enredamiento. Foto por: Victoria Zavattieri.






Campagna y su equipo etiquetan a un elefante marino. Foto por: Victoria Zavattieri.
Campagna y su equipo etiquetan a un elefante marino. Foto por: Victoria Zavattieri.






Cormorán imperial en el Mar de Patagonia. Foto por: Victoria Zavattieri.
Cormorán imperial en el Mar de Patagonia. Foto por: Victoria Zavattieri.






Normalmente los delfines son víctimas de la pesca industrial. Foto por: P. Bordino.
Normalmente los delfines son víctimas de la pesca industrial. Foto por: P. Bordino.






Rocas con leones marinos sudamericanos. Foto por: Victoria Zavattieri.
Rocas con leones marinos sudamericanos. Foto por: Victoria Zavattieri.





Participantes del foro Abordaje de Especies del Paisaje Marino (LSA) en el Mar de Patagonia. Foto por: Victoria Zavattieri.
Participantes del foro Abordaje de Especies del Paisaje Marino (LSA) en el Mar de Patagonia. Foto por: Victoria Zavattieri.






Campagna con un elefante marino. Foto por: J. Shapiro.
Campagna con un elefante marino. Foto por: J. Shapiro.






Una colonia de elefantes marinos en el Mar de Patagonia. Foto por: Jim Large.
Una colonia de elefantes marinos en el Mar de Patagonia. Foto por: Jim Large.





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