El tilacino o tigre de Tasmania, el dodo, el alca gigante, la paloma pasajera, el sapo dorado: todas estas especies son símbolos de la extinción animal. Pero apenas representan una fracción de la crisis de extinción actual y, según un estudio entre 583 científicos de la conservación, ese fue sólo el comienzo. En dicho estudio, publicado recientemente en Conservation Biology, el 99,5 por ciento de los científicos entrevistados dicen que una pérdida importante de biodiversidad sera “probable”, “muy probable” o “casi incuestionable”. Esta predicción no es sorprendente, ya que la ciencia ha venido diciendo durante décadas que si la sociedad global continúa como hasta ahora el mundo sufrirá una extinción masiva. Lo que sí es sorprendente, quizás, es que las opiniones sean casi unánimes al respecto.
“Este consenso en la comunidad científica ayudará a los gobiernos a interpretar las opiniones de expertos, y aumentará las probabilidades de que las iniciativas conservacionistas sean exitosas”, afirma el autor Murray Rudd, de la Universidad de York. “El porcentaje de acuerdo sobre este tema es extremadamente alto y enfatiza la urgencia de prevenir mayores daños en el mundo natural”.
Además, casi el 80 por ciento de los entrevistados opina que es “casi incuestionable” que las actividades humanas estén acelerando la extinción de especies. La deforestación, la pérdida de hábitat, el cambio climático, la polución, la sobreexplotación de alimentos o medicinas, las enfermedades y las especies invasivas son algunos de los principales motores de la reducción de la diversidad global.
De acuerdo con el estudio, los arrecifes de coral son los ecosistemas más sensibles a futuras extinciones. El 88 por ciento de quienes tienen experiencia en el estudio de los arrecifes de coral –el ecosistema marino de mayor biodiversidad– predicen que una pérdida de especies importante es “muy probable” o “casi incuestionable”. Mientras que los arrecifes de coral sufren por culpa de la polución o la sobrepesca, quizás el impacto más dramático se deba al aumento continuo de la emisión de gases de efecto invernadero. La acidificación del océano por culpa de los crecientes niveles de carbono impide que los arrecifes de coral calcifiquen, y pone en peligro el ecosistema. Además, el aumento de la temperatura y del nivel marinos a causa del clima podrían producir la decoloración (o blanqueamiento) del coral, que ya ha devastado cadenas de arrecifes.
Aproximadamente la mitad de los investigadores (el 50,3 por ciento) querría que se establecieran criterios para un programa de “conservación selectiva” (conservation triage). La conservación selectiva es una idea controvertida según la cual se adelantarían una serie de prioridades de urgencia para determinar qué especie recibe fondos y otros recursos (a la manera de una sala de urgencias). La idea, sin embargo, implica que algunas especies se extinguirían sin que se hubiera destinado ninguna ayuda a ellas, ya que su situación es demasiado crítica como para “gastar” esfuerzos en aliviarla.
En la Lista Roja de la UICN, el inventario de especies en peligro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, más de 19.000 especies están clasificadas como “vulnerables”, “en peligo de extinción” o “en peligro crítico de extinción”. No obstante, la Lista Roja sólo se basa en el estudio de aproximadamente el 3 por ciento de las especies conocidas. De hecho, nadie sabe cuántas especies habitan la Tierra: los cálculos varían entre 3 y 100 millones (en la actualidad, unas 2 millones han sido descritas).
Referencia: Rudd. M. Scientists’ Opinions on the Global Status and Management of Biological Diversity. Conservation Biology, Wiley-Blackwell, DOI: 10.1111/j.1523-1739.2011.01772.x
Una galería de especies en peligro crítico de extinción:
El orangután de Sumatra (Pongo abelli) se considera en Peligro Crítico de Extinción. Sólo existen unos 7.000, y la especie ha declinado en un 80% en los últimos 75 años. Foto de Rhett Butler.
AUna hembra de tortuga baula yace en un precario nido. Es la tortuga marina más grande del mundo y está considerada en Peligro Crítico de Extinción por la Lista Roja de la IUCN. Foto de Tiffany Roufs.
Un lemur blanquinegro (Varecia variegata) se alimenta de tamarindos en Madagasgar. Su población ha caído un 80% en los últimos 27 años. Esta especie también se encuentra en Peligro Crítico de Extinción.
LClasificado como en Peligro Crítico de Extinción, el rinoceronte de Sumatra (Dicerorhinus sumatrensis) sólo cuenta con unos 250 representantes y es uno de los mamíferos menos comunes del mundo. Foto de Jeremy Hance.
El macaco de cresta negra (Macaca nigra), originario de la isla indonesia de Sulawesi, aparece en la Lista Roja de la IUCN como en Peligro Crítico de Extinción. Foto de Rhett A. Butler.
La iguana azul (Cyclura Iewisi) se ha beneficiado de los esfuerzos conservacionistas, y su número ha crecido apróximadamente de 24 a 500 inividuos. Aun así, aún se considera en Peligro Crítico de Extinción. Foto e Rhett A. Butler.