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Al focalizar las emisiones de metano y hollìn, el mundo podrìa ganarle tiempo al cambio climàtico.

La gràfica representa los niveles de temperatura alcanzados hasta el año 2009, y los proyectados a partir de allì, bajo diferentes escenarios, que incluyen la disminuciòn de las emisiones de metano, hollìn y carbòn; todo esto relacionado principalmente con los años 1.890 a 1.910. En la parte derecha de la gràfica, se registran los rangos hasta el año 2.070, que incluyen el nivel de incertidumbre en cuanto a la presiòn de la radioactividad y la sensibilidad climàtica. La gràfica No.1 fue tomada del documento
La gràfica representa los niveles de temperatura alcanzados hasta el año 2009, y los proyectados a partir de allì, bajo diferentes escenarios, que incluyen la disminuciòn de las emisiones de metano, hollìn y carbòn; todo esto relacionado principalmente con los años 1.890 a 1.910. En la parte derecha de la gràfica, se registran los rangos hasta el año 2.070, que incluyen el nivel de incertidumbre en cuanto a la presiòn de la radioactividad y la sensibilidad climàtica. La gràfica No.1 fue tomada del documento
“Simultaneously Mitigating Near-Term Climate Change and Improving Human Health and Food Security”,shindel et al.,Science,2012.



Un nuevo estudio, publicado en la revista Science, sostiene que el reducir las emisiones de metano y hollìn, serìa beneficioso para la salud, la agricultura y el clima, a nivel mundial. Aunque tales medidas no reemplazarìan la necesidad de disminuìr las emisiones de CO2, èstas podrìan dar como resultado la disminuciòn, a mediados de siglo, de la temperatura mundial en 0.5 grados Celsius (0.9 grafos Farenheit), al igual que traerìa beneficios adicionales de preservar la vida y fomentar la agricultura. Ademàs, los autores de la investigaciòn sostienen que enfrentar el tema del hollìn y del metano, no serìa costoso, y sì polìticamente viable.



“A la final, hemos lidiado con el CO2; sinembargo, el efrentar estos contaminantes, en el corto plazo, es màs factible y trae beneficios ràpidos”, explica Drew Shindel, investigador de Instituto Goddard de Estudios Especiales (GISS,por su sigla en inglès) y del Instituto de la Tierra, de la Universidad de Columbia. “Con las tecnologìas existentes, hemos encontrado

los procedimientos pràcticos que podemos seguir. La mayorìa de paises prefiere proteger la salud pùblica y el suministro de alimentos, antes que evitar los cambios climàticos; sin embargo, el hecho de conocer estas medidas, que igualmente mitigan los cambios climàticos, puede ayudar a motivar polìticas para ponerlas en pràctica”.


La quema de bosques y campos (esta fotografìa es en Colombia) produce cantidades importantes de hollìn, que afectan la pluviosidad, plantea amenazas y calienta la tierra. Fotografìa de Rhett A. Butler.
La quema de bosques y campos (esta fotografìa es en Colombia) produce cantidades importantes de hollìn, que afectan la pluviosidad, plantea amenazas y calienta la tierra. Fotografìa de Rhett A. Butler.

El humo negro, que esencialmente es hollìn, se produce por la quema inadecuada de la madera,la boñiga, el carbòn vegetal y otros combustibles. Este es un problema capital de salud, pues el hollìn afecta tambièn los patronones de lluvia. El metano es un potente gas de efecto invernadero, producido por el ganado, los rellenos sanitarios, los combustibles fòsiles y la producciòn minera. Cuando el metano interactùa con otros gases, forma un nivel de ozono a ras de suelo, que afecta tanto la agricultura, como la salud humana. El hollìn, tiene permanencia efìmera en la atmòsfera; èste dura desde unos pocos dìas, hasta un par de semanas; mientras que el metano permanece durante una dècada. En contraste, el carbòn permanece en la atmòsfera alrededor de cien años.



“Estos elementos son, en gran medida independientes y complementarios a las reducciones del biòxido de carbono”, dice Shindell en el podcast. En razòn a su corta permanencia en la atmòsfera estos contaminantes no tienen el impacto tan prolongado que tiene el CO2, y esto, es lo que les proporciona una influencia tan poderosa en el corto plazo, cuando no se tiene una gran capacidad de reducciòn de CO2. Sin embargo, en el largo plazo, ¿què sucede con el clima, es que èste pasa a ser una funciòn del CO2? “.



Al investigar màs de 2,000 formas para afrontar el hollìn y el metano, los cientìficos finalmente seleccionaron 14 de las màs efectivas. El problema del hollìn podrìa solucionarse al reemplazar las estufas tradicionales que se utilizan en los paises en desarrollo, el uso de filtros en los vehìculos diesel, y la prohibiciòn de quema de tierras en las fincas, los cuales suceden, en buena parte, en los tròpicos. Las emisiones de metano pueden ser disminuìdas
en forma significativa al capturar las provenientes de las minas de carbòn, la producciòn de combustibles fòsiles y los rellenos sanitarios. Igualmente, el establecimiento de normas para el manejo de los abonos en la agricultura ,el drenaje frecuente de los arrozales, y el actualizar el tratamiento de las aguas residuales, facilitarìa la mitigaciòn de las emisiones de metano.



Los cientìfios estimaron que sus recomendaciones sobre el metano y el hollìn, junto con la disminuciòn del calentamiento global, protegerìan, anualmente, de 700.000 a 4.5 millones de habitantes, debido a los beneficios en salud y al incremento anual de los cultivos, de 30 a 135 millones de toneladas mètricas, para el año 2.030. La medida tambièn mitigarìa los calentamientos regionales en lugares tales como el àrtico y el Himalaya. Mientras el afrontar el problema con el metano costarìa normalmente cerca de US250, por tonelada,los autores estiman que los beneficios de la inversiòn inicial serìan del orden de tres a veinte veces.



Si el mundo enfrenta en forma ràpida tanto el hollìn, como el metano, las temperaturas se podrìan disminuìr en cerca de 0.5 grados Celsius (0.9 grados Farenheit), los màs altos desde la Revoluciòn Industrial; recientes estudios de los cientìficos han advertido sobre la necesidad de que las emisiones globales de carbòn alcancen su punto màximo y luego desciendan despacio; èsto sucederìa si la sociedad tiene un cambio razonable para frenar el calentamiento en 2.0 grados Celsius (3.6 grados Farenheit). De hecho, la Agencia Internacional de Energìa (IEA,por su sigla en inglès), sin pretender ser alarmista, anunciò recientemente que el mundo tiene cinco años de plazo para reducir las emisiones, o tener que afrontar peligrosos cambios climàticos.



Los cientìficos opinan que si el mundo, de forma ambiciosa, reduce las emisiones de CO2, al tiempo que implementa las medidas recomendadas para el manejo del hollìn y del metano, el calentamiento podrìa mantenerse en menos de 2 grados Celcius (3.6 grados Farenheit), en los pròximos 60 años.




FUENTE: D. Shindell et al. Simultaneously Mitigating Near-Term Climate Change and Improving Human Health and Food Security. Science. 2012.


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