Oficiales de vida silvestre encontraron 458 elefantes muertos en el asediado Parque Nacional Bouba Ndjidk en Cameroon, reporta la AFP. Los oficiales temen que el numero real sea mas elevado y ronde los 480 individuos. Durante las últimas seis semanas, un organizado grupo de cazadores furtivos recorrió libremente el parque, masacrando elefantes por sus colmillos, que serán comercializados en el Mercado de Asia.
“Esta masacre refleja una nueva tendencia que estamos notando a lo largo de las regiones habitadas por elefantes, donde cazadores furtivos bien armados diezman las poblaciones de elefantes, muchas veces con total impunidad.” John Scanlon, el director de CITES, le dijo a la AFP. Hasta ahora, el gobierno de Cameroon no ha hecho nada para detener la masacre.
Céline Sissler-Bienvenu quien trabaja con el Fondo para el Bienestar Animal describe a los cazadores furtivos como extranjeros, posiblemente de Sudan y Chad, donde fondos para combatir el trafico son utilizados para comprar armas, lo que aumenta la violencia y la mortandad en el conflicto local. Según su declaración, montan a caballo e implementan ametralladoras.
El Parque Nacional Bouba Ndjida es hogar tanto de elefantes africanos (Loxodonta africana) como de elefantes del bosque (Loxodonta cyclotis), la cual algunos investigadores sostienen es una especie aparte. El elefante africano figura como vulnerable en la Lista Roja de Especies Protegidas de la UICN. La caza ilegal por el marfil y por su carne son peores amenazas para el animal terrestre más grande del planeta.
Elefante muerto por traficantes en el Parque Nacional Bouba Ndjida. Cortesia de IFAW.