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Manifestantes indígenas se embarcan en marcha de 483 kilómetros en protesta contra camino amazónico en Bolivia

Manifestantes indígenas hacen blanco de un nuevo camino por la Amazonía, informa BBC.



La carretera de 306 kilómetros que está siendo construida en la Amazonía boliviana pasará por el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), una reserva de 11.900 kilómetros cuadrados que ostenta niveles excepcionales de biodiversidad de bosque tropical húmedo, incluyendo guacamayas y delfines de agua dulce, ambos en peligro de extinción. Los pueblos indígenas que viven en TIPNIS se han unido a una marcha de protesta que durará un mes contra el camino que, según dicen, vulnera su derecho a gobernarse a sí mismos.



“Esta marcha va a acabar en La Paz, para que el gobierno entienda y piense en cambiar su actitud y en cambiar la ruta del proyecto de la carretera,” dijo el manifestante Fernando Vargas a Al Jazeera News. Más de 500 activistas de una coalición de grupos indígenas comenzaron una marcha de protesta en la ciudad amazónica de Trinidad la semana pasada. Los manifestantes proyectan caminar 498 kilómetros hasta La Paz en un viaje que puede tomar un mes, a través de las tierras bajas y hasta las tierras altas andinas. La constitución boliviana de 2009 otorga a TIPNIS y a otras comunidades indígenas el derecho a gobernarse a sí mismos dentro de su territorio.



El camino propuesto conecta la ciudad amazónica de San Ignacio de Moxos con la ciudad de tierras altas, Cochabamba. Según href=http://www.bbc.co.uk/portuguese/noticias/2011/08/110816_estrada_bolivia_video_dg.shtml> BBC Brasil, más de 900 peticiones han protestado contra el camino desde que se propuso por primera vez en 1990.



Washington Post informa que la construcción del camino podría acarrear la destrucción de 5.950 kilómetros cuadrados de bosque tropical húmedo hasta 2031. Los manifestantes dicen que el camino acelerará el asentamiento ilegal de tierras nativas por agricultores de las tierras altas y temen que los cocaleros (la hoja de coca se usa para hacer cocaína) traigan violencia a su territorio. El área de TIPNIS es hogar de 15.000 chimanes, yuracarés y moxeños que cazan, pescan y cultivan dentro del bosque tropical.



Las protestas in crescendo están poniendo a prueba la reputación del presidente boliviano Evo Morales, cuya plataforma como candidato se apoyaba en los derechos indígenas y en la protección al medio ambiente. Como más de tres de cada cinco bolivianos son indígenas, su respaldo le es crucial a la coalición de Morales, pero lo está perdiendo.



En conversaciones mundiales sobre el clima, Morales argumentó vehementemente por la preservación de los bosques mientras pedía a los países desarrollados que hicieran cortes sustanciales a sus emisiones de gas de efecto invernadero. Los grupos indígenas ahora tildan a Morales de hipócrita. Además de las protestas contra el camino, los ecologistas y activistas indígenas lo critican por promover la explotación de petróleo y gas en bosques prístinos y por negarse a responder a las quejas de que la minería está contaminando el agua potable y los cultivos.



Morales, sin embargo, insiste que estos proyectos son necesarios para el alivio a la pobreza y los esfuerzos de desarrollo. El gobierno de Bolivia dice que el camino es crucial para la integración nacional y que los salvaguardias del medio ambiente protegerán la biodiversidad.


“Si quisiéramos destruir el parque y eliminar la naturaleza, verteríamos concreto sobre todo el parque—eso no es lo que vamos a hacer,” dijo el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera a BBC. El Washington Post informa que la Liga de Defensa del Medio Ambiente (LIDEMA) de Bolivia cree que la carretera es un mero pretexto para explotar petróleo en el bosque tropical.



Aunque el gobierno de Evo Morales apoya el proyecto, el camino es en gran medida un esfuerzo brasilero. El camino conectará el sur de la amazonía brasilera con puertos en las costas de Chile y Perú para beneficiar las exportaciones comerciales brasileras. Washington Post informa que $415 millones del Banco Nacional de Desarrollo del Brasil permitirán a OAS, una empresa brasilera de construcción, construir el camino.



“No existe actividad humana sin impacto ambiental. Creemos que esto genera crecimiento y prosperidad económica,” Marcel Biato, embajador de Brasil en Bolivia, le dijo a BBC Brasil . Anotó que se transferirá más fondos para la construcción sólo después de que los bolivianos hayan llegado a un consenso sobre el camino.



“Cuando no hay diálogo, quiere decir que hay intención política,” dijo el presidente Morales, según informó Al Jazeera.



“No queremos diálogo, queremos que nos respeten como pueblos indígenas,” Pedro Vare, líder de la organización indígena CPIB, le dijo a BBC.



Los manifestantes dicen que el gobierno de Morales ha descuidado su obligación constitucional de consultar a los pueblos indígenas sobre cualquier desarrollo en territorio ancestral. Pedro Moye, de CIDOB, una coalición de 800.000 indígenas en el oriente boliviano, dijo a Washington Post que los pueblos yuracaré, chimán y trinitario están preparados a usar “arcos y flechas” para evitar que se construya el camino.


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