Fotografías aéreas del vivero de aceite de palma de Talangaye en la subdivisión Nguti, según el plan de plantaciones de aceite de palma de Herakles Farms. Fotografías tomadas en febrero 2012 por quien desea permanecer en el anonimato.
Once de los más renombrados científicos atacaron una propuesta de plantación de aceite de palma en un sector del bosque tropical húmedo de Camerún que se halla rodeado por cinco áreas protegidas. En una carta abierta, los investigadores alegan que Herakles Farm, que propone una plantación de 70.000 hectáreas en el suroeste de Camerún, engañó al gobierno sobre el estado del bosque a desmontar y contravino reglas establecidas por la Mesa redonda sobre el aceite de palma sostenible (RSPO, Roundtable on Sustainable Palm Oil), del cual es miembro. Los científicos, muchos de los cuales son considerados líderes en su campo, arguyen que la plantación destrozará bosques exhuberantes, pondrá en riesgo a especies en peligro de extinción y sembrará conflictos entre la gente del lugar.
“No es cuestión de arrancarle el corazón a esta área y luego esperar que todo esté bien,” dice el signatario Thomas Struhsaker, experto de la Universidad de Duke en primates africanos y en ecología de bosques tropicales húmedos. “Si a este proyecto se le da curso, los parques se volverán islas rodeadas de un mar hostil de oleaginosas.”
Los científicos afirman no estar por principio en contra de plantaciones de aceite de palma. Aun cuando esta oleaginosa es la más productiva del mundo, tiene un considerable costo ecológico en el sureste asiático porque está vinculado a la deforestación en la región. Hace poco la expansión alcanzó a Latinoamérica y al África Occidental.
“No combatimos plantaciones de aceite de palma que fueron establecidas en tierras ya deforestadas o abandonadas y que no degradan áreas próximas de gran biodiversidad; podría ser que sus costos ecológicos fuesen aceptables,” se dice en la carta. “Mas, quienes proponen este proyecto ubican su concesión al centro de un foco de biodiversidad en tierra tampón que brinda apoyo vital a los Parques Nacionales de Korup y Bakossi, a la Reserva Forestal de Rumpi Hills y al Santuario de Vida Silvestre de Banyang Mbo.”
Letrero de la plantación. El fotógrafo desea mantener su anonimato. |
Sólo el Parque Nacional Korup es hogar de 600 especies de árboles, casi 200 de reptiles y anfibios, alrededor de 1.000 de mariposas, 400 especies de aves y 160 especies de mamíferos, incluyendo uno de los más ricos conjuntos de primates en el mundo. Sólo en este parque hay catorce primates, incluyendo al chimpancé de Nigeria-Camerún (Pan troglodytes ellioti), la subespecie de chimpancé en mayor peligro de extinción del mundo. Elefantes montunos, leopardos y búfalos de bosque también deambulan por el parque.
El ecólogo tropical y signatario de la carta, William Laurance de la Universidad James Cook, también afirma que la región representa “uno de los terrenos de mayor importancia biológica del mundo” y agrega que, “pocos países permitirían un proyecto como éste, por ninguna razón, simplemente porque el precio impuesto a la diversidad es demasiado alto.”
Un vocero de Herakles Farm dijo a mongabay.com, “ciertamente valoramos el medio ambiente y la biodiversidad en la Región Suroeste de Camerún, y encomiamos el establecimiento de áreas protegidas alrededor de nuestra concesión,” en referencia a una guía de sostenibilidad de 28 páginas. En la guía, la empresa describe su concesión en términos muy diferentes a los de Laurance, afirmando que es bosque secundario “sumamente explotado” y, por ende, de “poco valor en biodiversidad.”
Sin embargo, los científicos contienden en su carta que Herakles Farms engañó al gobierno camerunés sobre el estado del bosque que propone desmontar.
“[Herakles Farm] asegura que ‘una gran parte de la concesión es bosque secundario y degradado’ y que eligió el área de la concesión porque estaba situado en ‘tierra que ya había sido talada,'” según se lee en la carta. No obstante, los científicos dicen que partes de la región jamás han visto tala y que casi tres cuartas partes de la concesión de aceite de palma tienen por lo menos 70 por ciento de cobertura forestal natural, casi igual al Parque Nacional Korup, de renombre mundial.
Un vocero de Herakles Farms dijo a mongabay.com que la empresa “encargó el análisis y las opiniones de muchos expertos para confirmar el estado del bosque y la presencia de especies en peligro de extinción. Por ejemplo, nuestro estudio [de bosques de Alto Valor de Conservación] fue conducido por un asesor aprobado por RSPO y también cuenta con las opiniones de otros expertos y del gobierno de Camerún. Toda área identificada como de Alto Valor de Conservación está siendo trazada y relegada para protección.”
Driles macho y hembra. Los driles son uno de los 14 primates que se hallan en el área. El fotógrafo desea mantener su anonimato. |
Sin embargo, en su carta los investigadores contienden que las evaluaciones de la empresa “fueron conducidas deficientemente, y no son adecuadas en lo que concierne a la flora y la fauna del área—para la que se propone la plantación—o a su impacto ecológico y social.” Señalan que Herakles Farms hizo un sondeo territorial de sólo 0,003 por ciento de su concesión total y “únicamente” por 22 días durante la estación de lluvias, en la que es más difícil detectar animales.
Además de la deforestación, a los científicos les preocupa que un influjo de trabajadores de aceite de palma incremente dramático la caza de carne de monte, diezmando especies en peligro de extinción. La caza furtiva y la caza en general en plantaciones de aceite de palma en el sureste asiático sigue siendo un problema significativo, en parte por lo bajos salarios y por lo asequibles que son los bosques.
En su Guía de Sostenibilidad, Herakles Farm se compromete a enfocarse en la problemática de la caza de carne de monte e implementar una política para sus empleados contra la caza. También dice que proveerá programas educativos sobre este tema y que está en conversaciones para trabajar con Heifer International en posibles programas de ganadería.
Finalmente, los científicos contienden que Herakles Farms violó leyes locales y reglamentaciones de RSPO al limpiar el terreno antes de presentar Evaluaciones de Impacto Ecológico y Social al gobierno camerunés o hallazgos de bosques de Alto Valor de Conservación a RSPO. Herakles Farms respondió que desmontó menos de 100 hectáreas para viveros para la plantación de aceite de palma y afirma que la ley camerunesa permite dicho desmonte antes de presentar los documentos en cuestión.
Mas la problemática no termina aquí ya que los científicos anotan que una ONG local ganó una orden judicial que conmina a Herakles Farms a detener inmediatamente sus actividades de desmonte pero que “[Herakles Farms] ignoró el mandato, aún en efecto, y sigue desmontando bosque nativo y desarrollando sus viveros.”
Un hecho que complica la plantación propuesta por Herakles es que alrededor de 10 por ciento de la plantación será propiedad de una organización benéfica, All for África [Todos por África], que promociona sus credenciales verdes. All for Africa propone usar sus ganancias de la plantación, que estima en $700 millones, para financiar proyectos de desarrollo a lo largo y ancho del continente, incluyendo temáticas de agua, sanidad, educación y salud comunitaria. En particular, el Director General de esta organización, Bruce Wrobel, también es Director General de Herakles Farms pero la empresa ha recalcado su garantía de que la empresa y la organización benéfica son entidades totalmente independientes.
Bosque tropical húmedo en el Parque Nacional de Korup. El fotógrafo desea mantener su anonimato. |
En un inicio, All for Africa afirmó que sus plantaciones de aceite de palma mitigarían el cambio climático, lo cual no tiene respaldo científico. Un estudio de 2009 del Centro Mundial sobre Agroforestería encontró que las plantaciones de aceite de palma almacenan menos de 40 toneladas de carbono por hectárea durante sus 25 años de largo de vida. En comparación, los bosques talados almacenan 70-200 toneladas de carbono por hectárea y algunos bosques vírgenes superan las 400 toneladas. Cuando se les señaló ésto el verano pasado, anotaron que “estaban de acuerdo” con el punto y retiraron sus afirmaciones de su sitio en la web (aunque allí promociona que estos árboles de aceite de palma “absorberán más de 28 millones de libras anuales de dióxido de carbono”, sin agregar que ésto no borrará la deuda de carbono por destruir bosque natural). No obstante, la organización benéfica sigue presentando su proyecto como “sostenible y ecológicamente adecuado.”
Los científicos no están de acuerdo. Escriben que las acciones de esa organización “engañaron flagrantemente al público sobre los beneficios ecológicos del proyecto.”
“All for Africa no dijo a sus donantes que el proyecto quitaría grandes extensiones de bosque denso de copas altas para plantar oleaginosas, lo cual da pie a emisiones sustanciales de dióxido de carbono y partículas. Las plantaciones de aceite de palma solamente pueden traer un beneficio en desacelerar el cambio climático si no promueven la deforestación, especialmente en regiones tropicales en donde los bosques almacenan grandes cantidades de carbono.”
De hecho, mongabay.com no pudo encontrar mención alguna en el sitio web de All for Africa de que se quitaría bosque tropical húmedo para dar lugar a la plantación de aceite de palma; más bien, la organización sin afán de lucro dice “plantando las semillas de la sostenibilidad.”
Localmente, la propuesta de la plantación hecha por Herakles Farm se ha convertido en un tema contencioso. Mongabay.com recibió varias copias de cartas enviadas por muchas comunidades y grupos locales que están preocupadas por las plantaciones o declaradamente opuestas a ellas. A la gente del lugar le inquieta que la plantación, bajo arrendamiento por 99 años, les quite sus últimas tierras tradicionales, las que quedan después de que muchas fueran devoradas en las áreas de conservación vecinas.
“Las cartas de aldeas y organizaciones culturales locales que representan a cientos de miles de individuos denunciaron las actividades de los proponentes,” escriben los científicos.” Como razones para oponerse al proyecto propuesto citan la falta alarmante de transparencia; el hecho de que las comunidades locales no tuvieron consentimiento libre, previo e informado; la demarcación ilegal de la tierra y su desmonte; y la importancia biológica, económica y cultural de los bosques.”
Desmonte de tierra por Herakles en junio 2011 en la villa de Fabe, cerca al Parque Nacional de Korup. El fotógrafo desea mantener su anonimato. |
Por su parte, Herakles Farms segura que las comunidades los respaldan directamente y que la plantación de aceite de palma será de enorme beneficio para la gente del lugar, mucha de la cual vive en la pobreza.
“Las comunidades en estas áreas quisieran generar una mejor vida, desarrollo económico e ingresos sostenidos en la tierra que queda, y Herakles Farms está trabajando con ellas para ayudarlas a lograrlo de modo sostenible,” dijo un representante de la empresa a mongabay.com.
Los científicos dicen que dadas las continuas inquietudes sobre la plantación, RSPO debería abandonar la certificación de Herakles Farm.
“En nuestra perspectiva como científicos líderes, ecológicos y sociales, y expertos en desarrollo, RSPO debería usar el caso de los proponentes como una advertencia para las empresas agrocomerciales que buscan desarrollar plantaciones de aceite de palma certificadas por RSPO en África de que no se tolerará violaciones graves a las directrices de RSPO y a las leyes nacionales e internacionales,” escriben, agregando, “Dimos evidencia contundente de que los proponentes del proyecto han violado las directrices de RSPO, soslayado o supuestamente violado la ley camerunesa y que no tomaron en cuenta la gran oposición local a su proyecto. También distorsionaron o interpretaron erróneamente información sobre la plantación que proponen y sobre su impacto en la biodiversidad regional y la gente.”