Incendio forestal en la Amazonía Peruana, fotografía tomada por Rhett A. Butler.
Los impactos combinados de la deforestación y el cambio climático traerán nuevos problemas para los bosques lluviosos tropicales del mundo, menciona un nuevo estudio en la revista Trends in Ecology and Evolution. La sequía en los bosques lluviosos debido al cambio climático podría conducir: a que los taladores alcancen algunos de estos bosques que antes eran inaccesibles, incendios sin precedentes y ser sobreexplotados por cazadores.
“No todos los bosques tropicales serán afectados por la sequía y el calentamiento, pero para aquellos que sí lo serán necesitamos preocuparnos por ellos, particularmente en la intensidad y frecuencia de los incendios causados por el ser humano, así como de aumentar la accesibilidad a cazadores y taladores”, esto mencionó el autor Jedediah Brodie de la Universidad de Montana a mongabay.com.
Los investigadores llaman a esto impacto sinérgico debido al efecto combinado del cambio climático y la deforestación que puede ser más severo que si consideramos a cada uno de ellos de forma aislada. Por un lado, el cambio climático es probable que abra la posibilidad de la explotación de nuevas áreas de bosques, mientras que la deforestación disminuya la resiliencia de los bosques a los impactos del clima.
Brodie menciona “que será más eficiente prevenir el efecto del cambio climático y la deforestación si consideramos a ambos de forma conjunta que si lo hacemos de forma independiente”.
Un aumento en los incendios de bosques tropicales es de especial interés, ya que muchas especies de los bosques lluviosos no están adaptados al fuego. Bosques prístinos, intactos y no afectados por incendios humanos son muy raros. Pero el cambio climático al incrementar las sequías probablemente provocará más incidentes de incendios.
Brodie mencionó, que “necesitamos una campaña masiva sobre control, concientización y educación en relación con los incendios en todas las áreas tropicales”.
Los impactos sinérgicos de la deforestación y el cambio climático también crearán ciclos de retroalimentación, ya que la destrucción y degradación de los bosques lluviosos emitirán significantes cantidades de carbón, intensificando el cambio climático.
“Tener menos árboles también implica menos evapotranspiración y un descenso en la cubierta de nubes, lo cual podría exacerbar el calentamiento global porque las nubes reflejan parte de la radiación solar al espacio”. Así mismo, Brodie añadió que es “vital detener de forma inmediata la destrucción de los bosques tropicales con suelos que presentan turba, ya que éstos pueden liberar grandes cantidades de carbón a la atmósfera”.
Brodie menciona que los bosques del sureste de Asia son actualmente los más vulnerables a estos impactos, ya que “el sureste de Asia está entre los que presentan las tasas de deforestación más altas en el mundo y varios países de esta región están haciendo muy poco para reducir esta situación”.
Sin embargo, ningún bosque tropical es inmune, aún los bosques lluviosos del amazonas que son los más grandes del mundo, los cuales han presentado dos grandes sequías en la última década. Los científicos han advertido que la combinación de la sequía y la actual deforestación en el amazonas puede transformar cerca de la mitad de los bosques lluviosos a sabana.
¿Cómo podemos proteger el bosque lluvioso ante el cambio climático y la deforestación actual? Además, de disminuir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero, el estudio recomienda que las naciones del trópico deben coordinarse para crear nuevas áreas protegidas y que las ya existentes se expandan, enfocándose en áreas vulnerables a los impactos del cambio climático y la deforestación. El programa REDD (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal) debe ser creado con una visión que proteja las especies vulnerables, expandiendo las áreas protegidas, creando corredores entre bosques y mitigando la expansión de la agricultura en los bosques lluviosos. También, los gobiernos alrededor del mundo deben establecer políticas que limiten la destrucción de los bosques lluviosos.
Brodie menciona que, “necesitamos convencer a los gobiernos a detener los subsidios a la agricultura que indirectamente promuevan la deforestación de los bosques tropicales —-tales como subsidios al etanol en EU. También necesitamos asegurarnos que la gran expansión de la agricultura en los trópicos se limite a áreas degradadas y que los bosques primarios se mantengan conectados dentro de una red protegida a escala regional”.
La temperatura actual promedio global es 0.8 grados centígrados (1.44 grados Fahrenheit) más alta que en la era de la Revolución Industrial. Dependiendo de qué tan rápido la sociedad actué para frenar el cambio climático, se espera que la temperatura aumente 1.1 grados centígrados (2 grados Fahrenheit)—bajo el mejor escenario— o más de 6.4 grados centígrados (11.5 grados Fahrenheit)—bajo el peor escenario— para el final de este siglo.
Forma de citar: Jedediah Brodie, Eric Post, and William F. Laurance. Climate change and tropical
biodiversity: a new focus. Trends in Ecology and Evolution. March 2012, Vol. 27, No. 3. doi:10.1016/j.tree.2011.09.008.
En 2010 la sequia golpeó el amazonas. Los colores rojo y naranja identifican áreas donde las medidas de satélite indican reducción del verdor del bosque del amazonas durante la sequía (los parches verdes son áreas de aumentó de verdor). Los mapas difieren solamente en el método usado para determinar el verdor de la vegetación de los datos ópticos. Dar un clic para aumentar.