Según un nuevo estudio del periódico abierto de Mongabay Tropical Conservation Science, se han descubierto ejemplares del capuchino ecuatoriano en cuatro nuevas ubicaciones. El capuchino ecuatoriano es una subespecie del capuchino cariblanco (Cebus albifrons) que se halla en peligro de extinción. Habita en Ecuador y el norte de Perú y, para algunos científicos, los nuevos ejemplares podrían considerarse una especie distinta.
Entre 2002 y 2005, mientras buscaban ejemplares del capuchino ecuatoriano (Cebus albifrons aequatorialis) en 11 regiones boscosas, los investigadores localizaron ejemplares en siete zonas, incluyendo cuatro reservas privadas que no habían sido documentadas previamente: Chirije, Hacienda Paraíso, La Hesperia y Lalo Loor.
Sin embargo, los científicos enfatizan que las perspectivas de vida a largo plazo de esta subespecie son inciertas, ya que varias de las áreas no están oficialmente protegidas y la caza y la deforestación son dos grandes problemas incluso de las áreas protegidas.
Además, el capuchino ecuatoriano se encuentra en bosques fragmentados y degradados.
«El hecho de que los capuchinos ecuatorianos usen los bosques degradados en proporción a su abundancia subraya la importancia de conservar no sólo las áreas principales y menos dañadas de los bosques que quedan en el oeste de Ecuador, sino también las degradadas y las zonas forestales secundarias. Ya que el capuchino ecuatoriano es capaz de explotar una gran variedad de comida y hábitats, creemos que debe establecerse una protección efectiva. Así, poblaciones pequeñas y fragmentadas pueden crecer y expandirse en áreas en proceso de regeneración» afirman los estudiosos.
Sin embargo, la subespecie, o especie, continúa en peligro por la deforestación, el comercio de mascotas, la caza furtiva y los ataques de los granjeros por el robo de cultivos.
REFERENCIAS: Jack, K. M. and Campos, F. A. 2012. Distribution, abundance, and spatial ecology of the critically endangered Ecuadorian capuchin (Cebus albifrons aequatorialis). Tropical Conservation Science Vol. 5(2):173-191.