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Tecnología avanzada revela muerte masiva de árboles en parte remota e inexplorada del Amazonas


Imagen caleidoscópica que revela la biodiversidad de la selva del Amazonas. Cada color representa diferentes marcadores químicos, que revelan información sobre la biodiversidad y la tasa de crecimiento. La foto es cortesía de Carnegie Airborne Observatory.


Según lo afirma la investigación presentada la semana pasada en la reunión de otoño de la American Geophysical Union (AGU), severas condiciones de sequía durante el 2010 parecerían haber incrementado substancialmente la mortalidad de árboles en oeste del Amazonas. Una región que se considera que es en gran medida inmune a los peores efectos producidos por los cambios que ocurren en otras partes de la selva más grande del mundo. Los hallazgos sugieren que el Amazonas podría enfrentar una vulnerabilidad “mayor de la esperada” frente a cambios climáticos: podría debilitar su capacidad para mitigar la emisión de gases de efecto invernadero al absorber dióxido de carbono mediante un crecimiento más acelerado.



Los resultados se basaron en meses de actividades cartográficas (mapping) realizadas con un avanzado sistema basado en aeroplanos que revela ambas estructuras física y química de un bosque en una resolución extremadamente alta. Este sistema, conocido como Airborne Taxonomic Mapping System (AToMS), fue desarrollado por un equipo liderado por Greg Asner de Carnegie Institution.



Según Nature News, Asner halló que la megasequía del 2012 desencadenó un 4% de la muerte de árboles en el área más afectada, un incremento marcado por encima de la tasa normal.



“La pérdida de ramas se incrementó tanto como cuatro veces mientras el equipo voló hasta el epicentro de la sequía, mientras que la tasa de árboles caídos aumentó un 50%”, escribe Jeff Tollefson. “Sin embrago los árboles son grandes y tardan en caerse, lo que significa que la tasa de árboles caídos se incrementará en los años venideros”.



Los hallazgos, que se encuentran en revisión realizada por colegas, sugieren que el Amazonas podría ser menos resistente al cambio climático que lo que predijeron otros estudios. Se espera que el calentamiento global aumente la incidencia de sequías a lo largo de la cuenca del Amazonas, una predicción que comenzó a tener efecto. Desde el año 2005 la región experimentó las dos peores sequías de las que se tienen registro.





Los resultados preliminares, que aparecen poco después de un estudio publicado en Nature, advirtieron que a nivel mundial los bosques son vulnerables a un a mortalidad arbórea debido al estrés causado por la sequía. La investigación reveló que el 70% de las tres especies que se muestrearon son particularmente vulnerables a la reducción de la disponibilidad de agua.




Dos vistas de la fronda del bosque tropical en Madre de Dios, Perú, tomada por CAO. La imagen caleidoscópica inferior, tomada en la Reserva de biósfera del Manu, revela señales de biodiversidad que se pierden a simple vista. La foto es cortesía de Carnegie Airborne Observatory.



El sistema Carnegie utiliza poderosos sensores ópticos, químicos y láser para crear mapas de la estructura de vegetación y comunidades de plantas de alta resolución y tridimensionales. AToMS puede capturar imágenes detalladas de árboles individuales en un rango de 500.000 o más por minuto




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