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Animales se deshacen debido a las emisiones de dióxido de carbono (CO2)

Marine snails, known as Limacina helicina antarctica, are seeing their shells dissolve due to carbon emissions. Photo by: Nina Bednarsek.
Caracoles marinos, conocidos como Limacina helicina antártica, ven sus conchas deshacerse debido a las emisiones de dióxido de carbono. Foto: Nina Bednarsek.


De acuerdo con un nuevo estudio de Nature GeoScience, los caracoles marinos, también llamados mariposas marinas, se están deshaciendo en los mares del Sur debido a las emisiones antropogénicas de dióxido de carbono. Los científicos han descubierto que las conchas de caracol son carcomidas, porque los niveles de pH en el océano descienden debido a las emisiones de dióxido de carbono, un fenómeno conocido como la acidificación oceánica. Los caracoles, Limacina helicina antártica en cuestión, juegan un rol vital en la cadena alimenticia como alimento del plancton, de los peces, aves, e incluso de las ballenas.



“Realmente esto está sucediendo ahora,” autor principal, Geraint Tarling de la British Antarctic Survey, mencionó The New Scientist.



El carbono despedido a la atmósfera al quemar combustibles fósiles, deforestar bosques o por la agricultura industrial, no siempre permanece allí, gran cantidad de carbono es retenido por el océano; de otra manera el mundo estaría calentándose mucho más rápido de lo normal. Sin embargo, este carbón extra en el océano tiene consecuencias: la acidificación del océano, a la cual el representante de la Administración Nacional Oceánico-Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), Jane Lubchenco hace poco apodó “el gemelo igualmente malvado del cambio climático.”



Como cambia la composición química de los mares, la acidificación del océano podría tener gran impacto en la salud y supervivencia de corales, crustáceos, moluscos y también plancton al deshacerse las conchas y corazas hechas de carbonato de calcio. Por su parte, Limacina helicina antártica cuenta con aragonito, un tipo de carbonato de calcio, que es sumamente vulnerable al descenso de los niveles de pH.



Los investigadores utilizaron microscopios de electrones para estudiar a Limacina helicina antártica, capturada en la superficie del Océano Antártico, y encontraron “niveles graves de disolución en la concha,” de acuerdo al documento. Los caracoles fueron capturados en una surgencia, un área donde aguas profundas y heladas son impulsadas hacia la superficie, lo cual reduce naturalmente la cantidad de aragonito. Cuando se combinaron con la acidificación oceánica, la surgencia natural cobró un precio muy alto con las conchas de las mariposas de mar. A la fecha este es uno de los impactos nunca antes vistos que se han descubierto en la naturaleza, no en laboratorios.



“Los caracoles no necesariamente mueren como consecuencia de la disolución de sus conchas, sin embargo aquello puede incrementar su vulnerabilidad a los depredadores y a la infección, y por consiguiente afectar a otras partes de la red alimenticia,” aseguró Tarling en un comunicado de prensa.



Las aguas heladas del Océano Antártico implican que la vida salvaje sea la primera afectada aquí por la acidificación del océano. Sin embargo, como los océanos retienen más carbón, se espera que el impacto se expanda más allá de los polos.



Los científicos ya han advertido que la manera más sencilla de combatir la acidificación del océano es reducir las emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera. Sin embargo, las emisiones globales de CO2 continúan incrementándose según un nuevo análisis de Nature Climate Change que predice que las emisiones industriales se dispararán otro 2.6 por ciento en el 2012 alcanzando un nuevo record.



Limacina helicina antártica mide un centímetro aproximadamente y es una especie que abunda en el Océano Antártico en los alrededores de la Antártida.






A scanning electron microscope of a sea butterfly with acute levels of shell dissolution. Photo by: Nina Bednarsek.
Microscopio electrónico de exploración muestra a una mariposa de mar con graves niveles de disolución en su concha. Foto: Nina Bednarsek.





MENCIÓN: N. Bednaršek, G. A. Tarling, D. C. E. Bakker, S. Fielding, E. M. Jones, H. J. Venables, P. Ward, A. Kuzirian, B. Lézé, R. A. Feely & E. J. Murphy. Extensive dissolution of live pteropods in the Southern Ocean. Nature Geoscience 5, 881–885. 2012. doi:10.1038/ngeo1635.


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