Deforestación para una plantación de palma aceitera en Borneo. Fotografía por Rhett A. Butler
La agricultura es el impulsor directo de, aproximadamente, el 80 por ciento de la deforestación tropical, mientras la explotación forestal es la mayor y única causante de la degradación forestal, así dice un nuevo reporte fundado por los gobiernos Británico y Noruego.
El reporte, cuyo autor es Gabrielle Kissinger de Lexeme Consulting establecido en Vancouver y Martin Herold y Veronique De Sy de la Universidad de Wageningen en los Países Bajos, presenta una visión de conjunto de las causas de la deforestación para informar a los políticos involucrados en el desarrollo del mecanismo REDD+, un programa internacional que tiene como objetivo reducir las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación forestal. Los datos se basan en fuentes que van desde artículos científicos publicados a los informes del gobierno con el Banco Mundial y el análisis de la ONU.
Drivers of Deforestation and Forest Degradation señala que las actividades industriales son el principal impulsor de la deforestación y la degradación a lo largo del mundo, pero la agricultura de subsistencia y el consumo de leña continúa como un importante impulsor directo de la deforestación, especialmente en África. Los impulsores varían en una escala regional. Por ejemplo, la cría de ganado y la agricultura a grán escala son los mayores impulsores de la deforestación en América Latina, mientras el desarrollo de la palma aceitera, la agricultura intensiva, y la celulosa y las plantaciones de papel son los impulsores principales en Indonesia.
El reporte también apunta a los causantes indirectos de la deforestación, incluyendo los precios de determinados productos, las tendencias de la población, la corrupción y la falta de gobernabilidad, la propiedad de tierras, el consumo y las políticas de gobierno.
“Nuestros descubrimientos confirman que un crecimiento económico basado en la exportación de productos básicos y un aumento en la demanda de leña y productos agrícolas en una economía globalizada son impulsores indirectos críticos,” escriben los autores.
Mientras la presión en los bosques continuará, mientras el mundo se globaliza y el consumo y la población humana crecen, el informe aún ve signos de esperanza para los bosques del planeta.
“Hay estrategias prometedoras para desligar el crecimiento económico de la deforestación,” declara el reporte. “Enfóques nacionales — basados en un uso efectivo del orden territorial, políticas e incentivos — permiten el re-direccionamiento de actividades, con un costo elevado de oportunidad, a lugares con más bajos valores de carbono sin sacrificar el desarrollo económico. Hacer frente a los factores que se encuentran por debajo es crucial para determinar si las intervenciones de los impulsores directos tendrán éxito en lograr las reducciones en las emisiones tal como lo tienen previsto.”
No obstante, los desafíos permanecen. Diferentes escalas de causantes de la deforestación significan que las intervenciones también deben operar a través de varias escalas. Las soluciones también deberán superar la falta de gobernabilidad y el subdesarrollo institucional en algunos países, así como la falta histórica de transparencia sobre el uso del territorio y los poderosos intereses dispuestos a mantener los enfóques de manera usual en cuanto a la administración forestal.
La ventaja sin embargo es sustancial. Cortar con la deforestación y la degradación podría reducir la emisión de gases de invernadero por cientos de millones de toneladas por año, salvaguardando al mismo tiempo la biodiversidad y el mantenimiento de los servicios esenciales de los ecosistemas. Los esfuerzos por mejorar el manejo de los bosques podría tener otros impactos beneficiosos, como mejorar la gobernabilidad, impulsar la productividad, el fortalecimiento de los derechos de la tierra y la reducción de la corrupción.
MENCIÓN: Drivers of Deforestation and Forest Degradation; Gabrielle Kissinger, Principal, Lexeme Consulting, Vancouver, Canada, Martin Herold and Veronique De Sy of Wageningen University, The Netherlands.