Un rinoceronte con su cuerno cortado para su protección. El reporte indica que las ganancias económicas del tráfico de animales salvajes se utiliza para “comprar armas, financiar conflictos civiles y llevar a cabo actividades relacionadas con el terrorismo.” Añade que “se está incrementando el involucramiento de los sindicatos del crimen organizado y grupos rebeldes en temas de crímenes contra la vida salvaje.” Foto de Rhett Butler.
El tráfico ilegal de animales salvajes es un negocio de 19 billones de dólares anuales, lo que lo hace el cuarto mercado más grande luego de las drogas, la falsificación, y el tráfico humano, sin embargo los esfuerzos para controlarlo están “fallando”, asevera un nuevo reporte comisionado por WWF.
El reporte, titulado Luchando contra el tráfico ilícito de animales salvajes: una consulta con los gobiernos, está basado en entrevistas con oficiales de los gobiernos y con agencias internacionales. Dice que mientras que hay un reconocimiento generalizado de que el tráfico de animales salvajes es un problema-el reporte argumenta que es una amenaza a las economías locales, la seguridad nacional, y la salud global – los gobiernos fallan al no tomar medidas efectivas. Hay muchas razones para esto: el tráfico se ve como un problema ambiental , y no como un aspecto estratégico; hay una falta de coordinación entre los países proveedores de animales salvajes y los países consumidores; las personas involucradas eluden el sistema legal; y se sabe muy poco sobre las tendencias del mercado.
El reporte insta a los gobiernos a “reconocer la amenaza a su propia soberanía el cual es generado por el tráfico ilícito de animales salvajes y la necesidad de tratar a este crimen de igual manera que a otros y en coordinación con esfuerzos que busquen frenar otras formas de tráfico ilegal, corrupción y lavado de dinero.” También dice que el problema debe abordarse desde “múltiples ministerios de una forma coordinada”.
“Los gobiernos necesitan abordar el trema del crimen contra la vida salvaje de una manera urgente,” dice en un comunicado Jim Leape, Director General de WWF Internacional. “No es una cuestión de protección ambiental, sino de seguridad nacional. Es tiempo de frenar esta profunda amenaza al Estado de Derecho. ”
El reporte sugiere una serie de recomendaciones para incrementar la efectividad de los esfuerzos en la lucha contra el tráfico de animales salvajes, incluyendo el aumento en la colaboración entre los gobiernos; mejorar el involucramiento de los sectores públicos y privados; abordar la oferta y la demanda de forma simultánea; y centrarse en la “naturaleza criminal de la organización” que comercia.
“En la última década, el crimen relacionado con el tráfico de animales salvajes ha escalado a proporciones alarmantes. Es llevado a cabo por sindicatos criminales globales, por ello necesitamos una respuesta global concentrada,” dice Leape.
“Las drogas y el tráfico de seres humanos reciben más atención que el tráfico ilícito de animales salvajes. Y tanto como necesitamos intensificar nuestros esfuerzos en combatir el tráfico de drogas y de seres humanos, también necesitamos intensificar nuestros esfuerzos en combatir el tráfico ilícito de animales salvajes,” añadió en un comunicado Robert Hormats, Sub Secretario de Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente, del Departamento de Estado de los EEUU. “Todos estos problemas tienen que ser abordados por la comunidad internacional a través de acciones audaces y consistentes.”