Caimán negro. Foto: Eric Maxwell
En las tranquilas aguas dulces de la cuenca del río Amazonas, un cocodrilo escamoso y oscuro conocido como caimán negro (Melanosuchus niger) está intentando evitar su extinción, pero otra especie de cocodrilo puede amenazar el proceso de recuperación, según un nuevo estudio de la revista Herpetologica.
El caimán negro es el depredador más grande del Amazonas y, según la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), su supervivencia depende de los esfuerzos para su conservación. Este miembro de la familia de los aligátores llegó a poblar en casi todos los países amazónicos, pero el número de ejemplares ha disminuido en un alarmante 90% en el último siglo.
“Los esfuerzos por la conservación del caimán negro son importantes porque la especie todavía se está recuperando de la masiva reducción que sufrió a mediados del siglo pasado” dijo Teresa Laverty de la universidad de Princeton y que lidera el nuevo estudio.
Cazado casi hasta su extinción, algunos países como Brasil le han dado protección total a la especie. Estas estrictas leyes contra su caza y la protección del hábitat han ayudado a que la población del caimán negro se recupere, pero la industria de la piel le da un valor en clandestinidad que hace que los cazadores furtivos sean una amenaza constante.
Sin embargo, los humanos son sólo un reto al que se enfrenta el caimán negro.
El más pequeño caimán de anteojos o baba (Caiman crocodilus) vive en el mismo entorno y come lo mismo que el caimán negro, lo que puede generar competitividad entre las dos especies y quizá retraso en la recuperación del caimán negro.
La recuperación del caimán negro parece esperanzadora en algunas zonas, dijo Laverty. En otras zonas, el adaptable caimán de anteojos se ha trasladado a entornos que la disminución de caimanes negros ha dejado libres.
Los investigadores han estudiado el solapamiento de alimentación comparando el contenido de los estómagos en las dos especies. En la Reserva Nacional Pacaya Samiria, una zona de la Amazonia peruana con mínima influencia humana, los investigadores capturaron, midieron y recogieron el contenido del estómago de 28 caimanes negros y 33 caimanes de anteojos en dos estaciones.
Aunque la cantidad de comida en el estómago era distinta en función de la época del año, el estudio encontró que las dos especies tienen dietas similares. El estudio también examinó las diferencias en la dieta de las especies en las distintas fases de su desarrollo y encontró que los caimanes negros jóvenes se alimentaban de insectos y crustáceos, mientras que los ejemplares más adultos lo hacían de pescado.
Sin embargo, tener dietas parecidas no es una prueba de competitividad.
“Las especies que utilizan recursos parecidos puede que compitan, pero esto no es evidencia de competición” dijo John Maerz, profesor adjunto de ecología vertebrada en la universidad de Georgia, que no estaba involucrado en el estudio. El programa de investigación de Maerz apoya la conservación y gestión de anfibios y reptiles estudiando el impacto de los cambios ambientales en estos animales y la influencia que ellos tienen en los procesos del ecosistema.
El estudio nos lleva a un solapamiento de la dieta y nos preguntamos por una posible competición entre las dos especies dada la similitud de sus dietas, pero son necesarios estudios más profundos para demostrar que una especie está afectando negativamente a la otra o que el caimán de anteojos obstaculiza la recuperación del caimán negro, continuó Maerz.
Laverty cree que la competición por la comida podría ser un factor que limite la recuperación del caimán negro, pero está de acuerdo en que son necesarios estudios más profundos. “Una mayor investigación documentaría diferencias espaciales entre las especies y arrojaría más información en la interacción de las especies”
Alrededor del mundo están disminuyendo muchas especies de cocodrilos, aunque las especies más pequeñas son relativamente abundantes y son los que menos peligro corren.
El caimán de anteojos es de los más resistentes de las especies pequeñas, en la madurez alcanza una longitud de 130 cm (4,2 pies) comparado con los 200 cm (6,7 pies) del caimán negro, pero el caimán de anteojos es el primero de la lista por su reproducción más rápida. De hecho, su crecimiento de población es cuatro veces la del caimán negro.
Es posible que los caimanes negros y los caimanes de anteojos puedan vivir juntos, quizá las especies más pequeñas sean un recurso alimentario para el más grande caimán negro.
Caimán de anteojos en Colombia. Foto: Rhett A. Butler.
REFERENCIA: Theresa M. Laverty and Andrew P. Dobson (2013) Dietary Overlap Between Black Caimans and Spectacled Caimans in the Peruvian Amazon. Herpetologica: March 2013, Vol. 69, No. 1, pp. 91-101.