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Un programa único para evitar la extracción de petróleo del Amazonas recauda 300 millones de dólares

Black caiman (Melanosuchus niger) with fly near its eye in an ox-bow lake in Yasuni National Park. Photo by: Jeremy Hance.
Caimán negro (Melanosuchus niger) con una mosca en un lago en el Parque Nacional Yasuní. Fotografía de Jeremy Hance.


La iniciativa Yasuní-ITT puede considerarse muchas cosas: controvertida, chantajista, revolucionaria, innovadora; pero ante todo es la mejor opción para mantener a las empresas petrolíferas lejos del Parque Nacional Yasuní. Ahora, tras muchos altibajos, el programa comienza a ir por buen camino ya que, según The Guardian, se han conseguido 300 millones de dólares, el 8% de la cantidad necesaria para financiar la idea.



Este innovador programa propone dejar alrededor de 850 millones de barriles de petróleo intactos en el Parque Nacional Yasuní, si los donantes mundiales compensan a Ecuador con la mitad del valor de estos: 3.600 millones de dólares. Esta cantidad mantendría a las empresas petrolíferas fuera de las 200.000 hectáreas conocidas como la zona Ishpingo-Tambococha-Tiputinin (ITT). El dinero no lo recibe el gobierno de Ecuador, sino el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que lo utilizará para financiar proyectos de energía renovable, reforestación y desarrollo de la comunidad. La implicación del PNUD asegura que, si se consigue el dinero necesario, el petróleo permanecerá bajo tierra.



Pese a que los 300 millones de dólares recaudados no son más que una pequeña parte de la cantidad necesaria, suponen un progreso significativo respecto a 2011, cuando muchos predijeron que la Iniciativa Yasuní-ITT desaparecería pronto. Además, Ecuador ha anunciado que el programa dispone de 13 años para recaudar todo el dinero.



Los defensores de la iniciativa argumentan que servirá para conservar una de las zonas más biodiversas del planeta, mantendrá alrededor de 410 millones de toneladas de CO2 fuera de la atmósfera y protegerá a la población indígena de la reserva. También podría ayudar a resolver diversas de las crisis ecológicas del mundo como la extinción masiva, la deforestación y el cambio climático. Sin embargo, los detractores argumentan que se trata sólo de un chantaje de Ecuador, ya que no debería extraerse petróleo de un parque natural. En cualquier caso, Ecuador no es el único país que explota sus parques naturales. De hecho cada vez más países están comenzando a abrir zonas protegidas para la extracción de combustibles fósiles, la minería, la tala masiva y la plantación.



Si tiene éxito, la iniciativa podría tener un impacto significativo en la manera en que las naciones combaten tanto el cambio climático como la perdida de biodiversidad. Por ejemplo, recientemente la Agencia Internacional de Energía (AIE) anunció que para prevenir el cambio climático, dos tercios de los combustibles fósiles del mundo deben permanecer bajo tierra. Quizá parezca inverosímil hoy en día, pero pagar a las países para que no exploten sus depósitos de combustibles fósiles podría convertirse en un acción común a medida que aumenta el impacto del cambio climático.



El Parque Nacional Yasuní se encuentra en la lista de regiones más biodiversas del planeta. Además, en 2011 se declaró el lugar con mayor número de pájaros, mamíferos, anfibios y plantas del hemisferio oeste. Una sola hectárea de bosque tropical contiene más especies de árboles (655) que todo EE. UU. y Canadá juntos.



La iniciativa Yasuní-ITT tiene muchos defensores, entre ellos Ban Ki-moon (Secretario General de las Naciones Unidas), Michael Tobias (escritor y ecologista) y Leonardo DiCaprio y Edward Norton (ambos actores). Además, este último es Embajador de Buena Voluntad de Naciones Unidas para la Diversidad Biológica.





Morpho butterfly in Yasuni National Park. Photo by: Jeremy Hance.
Mariposa Morpho en el Parque Nacional Yanusí. Fotografía de Jeremy Hance.






Close-up of wild female Brazilian tapir (Tapirus terrestris), which was raised by an indigenous tribe after her mother was hunted for food, periodically seeks out humans. Photo by: Jeremy Hance.
Primer plano de una hembra salvaje de tapir amazónico (Tapirus terrestris). Este ejemplar fue criado por una tribu indígena que cazó a su madre para alimentares y cada cierto tiempo busca el contacto con los humanos. Fotografía de Jeremy Hance.






Rufescent tiger heron (Tigrisoma lineatum) in Yasuni National Park in the Ecuadorian Amazon. Photo by: Jeremy Hance.
Avetigre colorada (Tigrisoma lineatum) en el Parque Nacional Yasuní en el Amazonas ecuatoriano. Fotografía de Jeremy Hance.






Guide picking up a bom jardim toad (Rhinella dapsilis) with a leaf in Yasuni National Park. Photo by: Jeremy Hance.
Guía con una hoja sobre la que hay una rana «bom jardim» (Rhinella dapsilis) en el Parque Nacional Yasuní. Fotografía de Jeremy Hance.






Aerial view of Yasuni National Park. Notice tree in center with yellow blooms. Photo by: Jeremy Hance.
Vista aérea del Parque Nacional de Yasuní. Destaca el árbol del centro repleto de flores amarillas. Fotografía de Jeremy Hance.





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