Una de las aves más célebres del mundo fue avistada con vida esta semana en Delaware, Estados Unidos, un hecho que trajo lágrimas a los ojos de científicos y entusiastas en distintos puntos del continente americano.
El playero rojizo macho conocido como B95 es tan longevo que con sus 20 años ha vivido ya el equivalente a 100 años en una persona y ha volado una distancia superior a la existente entre la Tierra y la Luna. El ave ha inspirado cuentos y obras de teatro en Argentina y hasta su propia biografía en Estados Unidos.
La especie (Calidris canutus rufa) migra cada año desde el Ártico canadiense, donde se reproduce, hasta Tierra del Fuego, donde cambia su plumaje, un viaje de más de 15 mil kilómetros en cada dirección. En su travesía de regreso desde el extremo sur de Sudamérica, el ave realiza una parada clave en la Bahía Delaware, en los estados de Delaware y Nueva Jersey, para alimentarse de los huevos del cangrejo herradura.
“B95 es un sobreviviente de la gran declinación que sufrieron los playeros rojizos a partir del año 2000 por la sobrepesca del cangrejo herradura (Limulus polyphemus) en la Bahía de Delaware”, dijo a Mongabay desde Nueva Jersey la bióloga argentina Patricia González, parte del equipo científico que anilló al ave en Argentina en 1995. González viaja cada año a Estados Unidos a monitorear el estado de las aves luego de su larga travesía desde el sur.
|
“A lo largo de estos años las amenazas a sus poblaciones han crecido en toda la ruta migratoria por el crecimiento de las ciudades y desarrollo en las costas, los disturbios provocados en sus sitios de descanso y alimentación por vehículos todo terreno, perros y el incremento de recreacionistas en áreas críticas. Y ademas el calentamiento global contribuye a incrementar los eventos de marea roja”, señaló González, coordinadora del Programa Humedales de la Fundación Inalafquen, en la localidad de San Antonio Oeste, en la provincia de Rio Negro, la primera parada vital de los playeros rojizos cuando emprenden el regreso desde Tierra del Fuego.
Los científicos temieron lo peor cuando no lograron ver a B95 en 2012 en Quebec.
“En julio y agosto pasado en el Archipiélago Mingan, Quebec, esperábamos poder encontrarlo cuando partiera del Ártico. Estas aves se reproducen en el Ártico de Canadá y éste sitio es una de sus primeras paradas en la migración al sur. Allí fue observado en años anteriores pero no en 2012. Luego lo buscamos en Río Grande durante el verano austral, sin suerte”, explicó González, quien es representante de la red Global Flyway Network en América del Sur.
“La mayoría de los playeros rojizos se movieron a Bahía Lomas en Tierra del Fuego chilena, tampoco lo vimos allí pero se trata de un sitio muy extenso con grandes bandadas de aves playeras. Pensábamos que esta vez sí ya estaría volando en los cielos eternos, por eso nos emocionó tanto saber que se está exhibiendo en estos días en Delaware Bay”, agregó la científica argentina.
B95 fue avistado por primera vez este mes por miembros del Delaware Shorebird Team el 16 de mayo.
Para González, “esta es una fecha temprana, sólo las aves con más experiencia pueden llegar a Delaware Bay más temprano porque saben cómo enfrentar los desafíos a lo largo de su recorrido anual de un extremo al otro del continente”.
Al día siguiente B95 había cruzado la Bahía y fue observado por Yann Rochepault, un investigador basado en Quebec que se encontraba en Cooks beach, en Nueva Jersey.
“Yann me dijo que pensaba que lo había visto ese día pero la banderilla tenía las letras algo borradas en la mitad inferior y alcanzó a leer B9… algo. Por suerte registró la combinación de anillos de colores, uno anaranjado espiral nuevo en el tarso izquierdo y uno negro pequeño en el derecho (que es el único anillo remanente de su primer captura en febrero de 1995). Como las banderillas se desgastan con el tiempo yo le coloqué esta combinación en años posteriores cuando lo recapturamos en Río Grande para poder identificarlo aún cuando no se pudiera leer la inscripción, ¡y así fue! Le dije “¡ese es B95” !!! “
“Al enterarme de que fue avistado fue como renovarme el alma, como si toda la energía del universo se hubiera descargado en todos nosotros para decirnos que todo es posible y que las barreras son un invento nuestro”.
B95. Foto por: Christophe Buidin.
La foto del 20 de mayo fue tomada por Christophe Buidin, un amigo de Rochepault, y muestra que el ave se encuentra, según González, “en condición excelente y que sigue rojizo incrementando su masa corporal”.
Las aves sólo adquieren su color cuando cambian sus plumas corporales de reproducción en Argentina. Tras volar miles de kilómetros llegan a Bahía Delaware habiendo perdido mucho peso, que deben recuperar y hasta duplicar consumiendo huevos de cangrejo para lograr sobrevivir no sólo el último trecho de su viaje sino la reproducción en las duras condiciones del Ártico.
B95 es visto por investigadores y aficionados como un mensaje de esperanza para la humanidad.
El escritor estadounidense Phillip Hoose, autor de “Ave de la Luna, un año al viento con el gran sobrevivente B95” (Moonbird: a year on the wing with the great survivor B95) asegura que el ave es para él una inspiración.
“Si año tras año él puede surcar cielos cada vez más turbulentos para llegar a lugares con recursos cada vez más escasos, entonces nosotros podemos redoblar esfuerzos para salvar a los playeros”.
González dijo a Mongabay que “en Río Grande B95 fue declarado Embajador Natural de la Ciudad y van a construir un monumento que cuente su historia”.
Luis Benegas, otro de los investigadores del equipo que anilló al ave en el 95, describió su emoción al recibir la noticia de que seguía con vida: “Tengo un pequeño nudo en mi garganta. En esta temporada lo busqué aquí…también pensé que bueno ya cumplió su ciclo, pero esta noticia de que lo vieron nuevamente me llena de alegría y emoción, él nos está diciendo que la especie va a perdurar a pesar de los disturbios, a la modificación de su hábitat, al cambio climático, nos está dando una lección de supervivencia. Dios, larga vida a B95 y a su especie”.
González dijo a Mongabay que “la población de playeros rojizos disminuyó de alrededor de 52.000 ejemplares en Tierra del Fuego en el año 2000 a 10.000 en enero de 2013”.
“B95 nos muestra que todo es posible, que hay esperanza, no sólo para estas extraordinarias aves sino también para nosotros, en estos tiempos en que el planeta está enfermo de humanidad, B95 nos está diciendo que no todo está perdido, sólo hay que encontrar el camino”.