Esta semana un equipo internacional emprenderá un viaje sin precedentes, descendiendo 1.300 kms por el río Amazonas en tablas de surf inflables para apoyar iniciativas locales de conservación.
El grupo incluye, entre otros, al Dr. Mika Peck, biólogo de la Universidad de Sussex en Inglaterra, y al biólogo colombiano Juan Fernando Millán, de la Universidad de los Andes.
Puh, hembra adulta de mono volador o Saki (Pithecia monachus). Desafortunadamente su habituación a vivir entre humanos fue imposible de revertir, habiendo sido una mascota durante mucho tiempo jamás podrá vivir sola en la selva. Hoy en día vive feliz en estado semi silvestre en la Casa de los Animales (Centro de Rehabilitación de Primates de la Fundación Maikuchiga) disfrutando de la libertad pero con el dedicado cuidado del personal de la fundación. Foto por Juan Fernando Millán. |
Los investigadores viajarán un mes en la Amazonía ecuatoriana, peruana y colombiana, antes de finalizar en la frontera con Brasil.
El proyecto, denominado “Párate y rema por el Amazonas”, busca beneficiar a tres organizaciones. Una de ellas es Entropika, una ONG que trabaja con comunidades locales para ofrecer una alternativa a la caza de monos nocturnos.
Cerca de 4.000 de estos primates son destinados a la investigación biomédica en Colombia y el 75% son obtenidos ilegalmente en Perú, según Mika Peck.
Los investigadores también comprarán y luego donarán a Entropika una ecocanoa fabricada con técnicas ancestrales y materiales modernos por los Cofán, una de las culturas indígenas más antiguas de la Amazonía ecuatoriana.
El bote será clave para impulsar el trabajo de Entropika y sus esfuerzos por frenar el comercio ilegal de fauna en la triple frontera amazónica entre Brasil, Colombia y Perú.
También se donarán fondos a Maikuchiga, una ONG que rescata y rehabilita primates y otros animales silvestres mientras impulsa la generación de empleo local a través de la educación ambiental.
El viaje comienza en el río Coca, donde se registró un derrame de crudo tras la ruptura de un oleoducto en junio, y los investigadores esperan informar además sobre los efectos del vertido.
Mongabay habló con Juan Fernando Millán sobre las metas de la travesía, la importancia de las comunidades locales en la conservación de primates y qué espera lograr desde un punto de vista personal.
Entrevista con Juan Fernando Millán
Alejandra Martins : ¿Podrías describirnos la ruta y los riesgos que enfrentan?
Juan Fernando Millán: El viaje se realizará desde Coca, Ecuador, hasta Leticia, Colombia, atravesando la Amazonía Ecuatoriana, Peruana y Colombiana. Se hará un descenso en tablas inflables de 1300 kms, la primera vez que se intenta algo así en paddleboards. El viaje se hará siguiendo el curso de los ríos Coca, Napo y el Amazonas durante aproximadamente un mes.
Juan Fernando Millán con Huito, hembra juvenil de churuco o mono lanudo rehabilitada y liberada.
Los riesgos que enfrentamos son los típicos de una travesía en esta región, desde heridas y ampollas en las manos por los remos hasta enfermedades tropicales; lesiones musculares a problemas estomacales; riesgos asociados con el desplazamiento sobre el río e incluso problemas con algunos animales, aunque estos son poco probables. Desafortunadamente, como en muchos lugares apartados, existe un riesgo moderado de delincuencia sobre el río.
Alejandra Martins: ¿Cuál es el principal objetivo de la travesía?
Juan Fernando Millán: Generar conciencia mientras se trabaja en pro de la conservación de la Amazonía. Esto se pretende lograr no sólo por lo “excéntrico” de la expedición en tablas inflables y llamando la atención sobre la misma, sino también recolectando información sobre diferentes proyectos e iniciativas locales que ayudan a la conservación y fomentan el desarrollo sostenible en la región.
Además de esto recaudaremos fondos para apoyar algunas de estas iniciativas especialmente en Ecuador (Fondo para la Supervivecia Cofán) y Colombia (Entropika y Maikuchiga). Esperamos servir como puente y conexión entre diferentes proyectos y lograr una visión más real sobre las perspectivas de las comunidades sobre la conservación y los retos que enfrentan en esta región.
Huito, hembra juvenil de churuco o mono lanudo (Lagothrix lagothricha) rehabilitada y liberada como parte de plan de conservación de la especie. Su madre fue cazada y Huito fue entregada aun siendo muy jóven. En muchos casos las hembras con cría son preferidas ya que la carne es consumida mientras la cría es vendida como mascota. Afortunadamente para Huito, fue rescatada y rehabilitada. Hoy vive libre junto a una manada que fue liberada en el Parque Nacional Natural Amacayacu. Foto de Juan Fernando Millán.
Alejandra Martins: El rio Coca donde comienzan es el sitio del derrame reciente de crudo, ¿cómo afecta esto el viaje? ¿harán un monitoreo del impacto?
Juan Fernando Millán: Esperamos que no afecte el viaje en lo más mínimo y en lo posible podamos documentar lo que ha pasado en esta región y ojalá, poder hablar con personas de la región sobre la frecuencia de estos incidentes, tal vez de menor tamaño y que no llaman tanto la atención. Queremos hacer un monitoreo general de la situación actual en el río e intentar entender las consecuencias que pueden tener estos incidentes a lo largo del río y su efecto sobre este amenazado sistema.
Alejandra Martins: ¿Qué trabajo hacen las ONGs mencionadas para proteger los primates? ¿Cuáles son las principales amenazas que enfrentan?
Juan Fernando Millán: Las organizaciones que se verán más beneficiadas por los fondos recogidos y resultado de la expedición son dos fundaciones locales que trabajan por la conservación principalmente en el área de influencia del Parque Nacional Amacayacu.
Entropika es una organización que apoya e impulsa iniciativas para el desarrollo sostenible de comunidades mientras trabaja en combatir el tráfico ilegal de fauna en la frontera entre Colombia, Perú y Ecuador.
Atardecer sobre el río Amazonas. Parque Nacional Natural Amacayacu. Foto de Juan Fernando Millán.
Maikuchiga, de la cual hago parte, rehabilita primates, principalmente monos churucos o monos lanudos como son conocidos por su espeso pelaje, y realiza programas de educación ambiental proporcionando oportunidades de trabajo para miembros de las comunidades con las que se trabaja. Ambos proyectos coinciden en la idea de que la conservación es un esfuerzo que se debe hacer en muchos frentes incorporando la investigación científica con el trabajo en y con las comunidades.
Los monos churucos son una de las especies de mayor tamaño en las selvas de América del Sur y su distribución abarca Colombia, Ecuador, Perú y Brasil. Son frugívoros aunque también se alimentan de hojas, flores y artrópodos. En el bosque son muy importantes ya que dispersan semillas grandes que difícilmente podrían ser dispersadas de otra forma, por esto es necesario cuidarlos ya que son vitales para la regeneración de la selva. Una de las amenazas que enfrentan es la cacería ya que para algunas comunidades es una pieza importante y esto a veces incluso lleva al tráfico ya que se capturan juveniles o crías para ser vendidas como mascotas.
Otra amenaza importante es la deforestación que lleva a la pérdida del hábitat predilecto de ellos, el bosque primario, y los obliga a cambiar su comportamiento para adaptarse a condiciones que no son las más adecuadas para su supervivencia.
Hora de la siesta en la casa de los animales, tres churucos o monos lanudos (Lagothrix lagothricha) y un mono aullador (Alouatta seniculus) en proceso de rehabilitación duermen en los tanques de agua de la casa. Acá las rejas son para las personas y no para los animales. De estos ya tres se encuentran en libertad absoluta después de haber sido completado su proceso de rehabilitación. Foto de Juan Fernando Millán.
Alejandra Martins: ¿Cómo esperan llegar a la gente durante el viaje, que su mensaje llegue a las comunidades?
Juan Fernando Millán: Esto puede ser lo más difícil, incluso más difícil que remar de pie. Todo depende del nivel de receptividad que tengan en las comunidades y las personas que encontremos por el camino. Sabemos de muchas iniciativas que ya andan trabajando a lo largo del río. Contamos con que nos puedan dar retroalimentación sobre lo que pasa en su zona de trabajo y cómo y sobre qué hablar con las personas.
Principalmente el sólo hecho de ver a unas personas paradas en unas tablas remando por el río creemos que llamará suficientemente la atención como para generar curiosidad y facilitar la interacción con las personas. Buscamos hablar sobre lo que hemos venido viendo y especialmente escuchar lo que las comunidades tengan que decir al respecto del estado de la Amazonía y de ahí transmitir nuestro mensaje, contextualizado para cada comunidad. Ésta creo yo, es la mejor forma de llegarle a las comunidades y transmitir nuestro mensaje.
Pueden acompañar el viaje en el sitio.
Alejandra Martins: ¿Cuán crucial es la participacion de las comunidades en la protección de la biodiversidad?
Juan Fernando Millán: La participación de las comunidades es fundamental, no se puede tener éxito ni logros a largo plazo si no se involucra a la comunidad de forma integral con las iniciativas de conservación. En diferentes lugares donde he trabajado siempre hago el mismo punto sobre como en la ciudad yo podría convencer a muchas personas sobre la importancia de conservar la biodiversidad y tal vez podría generar conciencia y tener algo de éxito, pero nunca habría un impacto tan fuerte como si las comunidades cercanas a las zonas de impacto de los proyectos se vinculan a las iniciativas y estas mismas ejecutan los proyectos, en estos casos, el impacto es inmenso.
Por ejemplo, con la cacería de primates, en las ciudades la gente puede tener conciencia de los efectos que tiene esto sobre las poblaciones de primates y el efecto a largo plazo que tiene sobre el bosque, pero si en las comunidades entienden este mensaje ellos son los que pueden decidir si cazar o no y es realmente donde se verá el impacto de estas decisiones. Las comunidades son los verdaderos guardianes de esos recursos y los primeros que se deben ver beneficiados por su conservación, al igual que son los primeros afectados por su deterioro. Por esto son tan importantes para nosotros.
Personal de la fundación Maikuchiga, uno biólogo y el otro indígena de la comunidad, rescatan a Parce, macho adulto de churuco o mono lanudo (Lagothrix lagothricha) quien después de dos años de ser liberado se enfermó en la selva y necesitó ser llevado de regreso al centro de rescate para ser cuidado hasta que mejoró su salud y fue liberado de nuevo. Foto de Juan Fernando Millán.
Alejandra Martins: ¿Podrías hablarnos sobre tu trabajo en particular y que esperas lograr desde un punto de vista personal en esta travesía?
Juan Fernando Millán: Soy biólogo y trabajo en proyectos de conservación en diferentes regiones de Colombia, principalmente Amazonas y Orinoquía. Mi interés principal son los primates aunque he trabajado en proyectos con aves, tortugas de río, cocodrilos y educación ambiental tanto en ciudades como en comunidades.
Este viaje representa muchas cosas para mí, desde lo personal hasta lo profesional. No sólo la aventura, sino la oportunidad de “hacer ciencia” en el campo teniendo en cuenta perspectivas locales y no sólo teniendo en cuenta las teorías en los libros. Desde el punto de vista personal es un reto, una aventura de poder viajar por el río como lo hicieran los viejos exploradores y mezclando con esto un desafío como puede ser remar todo el recorrido. Me encanta la idea de poder estar allá afuera conociendo ese mundo maravilloso, intentando entender la forma en la que funciona y como ayudar a preservarlo.
Me encantaría que los lectores pudieran entender la importancia de la conservación del Amazonas, pudieran ver la pasión que despierta en algunas personas que llegan al punto de arriesgarse a mucho para llamar la atención del resto sobre la importancia de este lugar, que entiendan la importancia de las iniciativas como Entropika y Maikuchiga, el impacto que tienen y sobre todo el impacto que podrían tener si hubiera un mayor apoyo a este tipo de proyectos. Que los lectores puedan entender que es un esfuerzo de todos, desde ellos en sus hogares hasta quienes viven en la selva, preservar este inmenso lugar llamado Amazonía.
Clarita, hembra juvenil de churuco o mono lanudo (Lagothrix lagothricha) rehabilitada y liberada como parte de plan de conservación de la especie. Foto de Juan Fernando Millán.