Más de 100 científicos han presentado una declaración al Congreso Ecuatoriano advirtiendo de que los planes de explotación petrolera propuestos y las vías de acompañamiento en el Parque Nacional Yasuní degradarán su “extraordinaria biodiversidad”. La declaración de los llamados Científicos Preocupados por Yasuní presenta una descripción detallada explicando cómo, probablemente, el parque no cuenta tan solo con los ecosistemas más biodiversos del hemisferio occidental, sino de todo el mundo. A pesar de esto, el gobierno ecuatoriano dio recientemente su aprobación para seguir con los planes de extracción de petróleo en los bloques de Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT) del Yasuní, una de las áreas más remotas de la selva amazónica.
“El Parque Nacional Yasuní podría ser perfectamente el lugar más biodiverso del mundo” afirmó Shawn McCracken de Universidad Estatal de Texas. “Es una convergencia notable de los niveles mundiales más altos de diversidad de anfibios, aves, insectos, mamíferos y especies arbóreas.”
Un documento de referencia de 2010 describe la sorprendente biodiversidad que se ha descubierto en el Yasuní, la cual, según las creencias de los científicos, se debe a la colisión de los ecosistemas amazónicos y andinos en el ecuador. Hasta el día de hoy, los científicos han registrado 153 especies de anfibios en el parque –una cifra récord para cualquier paisaje− y cerca de 600 especies de aves. Además, los científicos han registrado 183 especies de mamíferos hasta el momento, de las cuales más de 100 son especies de murciélagos –más murciélagos de los que se ha encontrado en cualquier otra parte del mundo. A ello se suma que el parque tiene el récord mundial de plantas leñosas. Y esto no es todo.
Puntos de máxima biodiversidad para los grupos de especies. El Yasuní está en la pequeña región roja, que cuenta con la máxima biodiversidad para cuatro grupos. Fotografía de: Rhett A. Butler. |
“Se calcula que una sola hectárea de bosque en el Parque Nacional Yasuní contiene al menos 100.000 especies de artrópodos, aproximadamente la misma cantidad de especies de insectos que se puede encontrar en toda América del Norte”, según redactan los científicos en su declaración. “Esto representa la mayor biodiversidad que se calcula por unidad de área en el mundo para cualquier grupo taxonómico.”
Durante varios años, Ecuador propuso la suspensión los planes de extracción de petróleo en los bloques ITT del Parque Nacional de Yasuní, si la comunidad internacional compensara al país con la mitad de los ingresos que se esperan recibir, es decir 3.600 millones de dólares. Muchos ecologistas vieron La llamada Iniciativa Yasuní-ITT como una idea innovadora, pero cuando los ingresos no llegaron lo suficientemente rápido −y algunos de los donantes se opusieron a los detalles del plan− el Presidente de Ecuador, Rafael Correa anunció que abandonaba la idea. Al mismo tiempo, en agosto de este año, anunció que la explotación petrolera empezaría rápidamente en ITT.
Correa declaró en agosto: “El auténtico dilema es este: ¿queremos proteger el 100% del Yasuní y no tener recursos para cubrir las necesidades de nuestra gente, o queremos salvar el 99% y tener 18.000 millones para luchar contra la pobreza?”
Este anuncio sirvió de impulso a los Científicos Preocupados por Yasuní para emprender acciones de nuevo.
“Esta vez, la campaña es mucho más extrema porque los planes de extracción de petróleo del gobierno son mucho más extensos que en los últimos años”, explica Matt Finer del Centro de Derecho Ambiental Internacional. “Ya no están solo aproximándose a los límites del parque, sino adentrándose en lo más profundo de una de las áreas protegidas más importantes del mundo”.
El grupo afirma que para poder proteger el parque, el Congreso de Ecuador debe prohibir la exploración o extracción petrolera dentro del parque y “particularmente en el remoto Bloque 31, que está relativamente intacto, y en el Bloque ITT”. El gobierno tampoco debería construir nuevas carreteras o vías de acceso dentro del parque o las zonas colindantes y, por último, se debería establecer un corredor entre el Parque Nacional Yasuní y la Reserva de Producción Faunística Cuyabeno.
En la declaración se puede leer: “Junto con las reservas peruanas, [esto] crearía una mega-reserva transfronteriza con el Parque Nacional Yasuní en el centro”.
Los activistas en contra de la extracción de petróleo en el Yasuní también han propuesto un referéndum nacional sobre el tema, dado que las encuestas de opinión muestran que la mayoría de la población está en contra de las exploraciones dentro del parque. Para poder llevar el asunto a las urnas, los activistas tendrían que conseguir alrededor de medio millón de firmas (o el 5% de la población de Ecuador).
“El Yasuní representa la posibilidad de proteger la población de una cantidad tan alta come el 10% de todas las especies del planeta”, afirmó Kelly Swing, Directora de la Estación de Biodiversidad Tiputini dentro del Parque Nacional Yasuní. “El pequeño país, Ecuador, se podría ver como un absoluto héroe mundial de la conservación”.
La situación se complica aún más por el hecho de que los bosques del Yasuní no solo albergan el número más alto de concentración de especies de la Tierra, sino que también son el hogar de muchas tribus indígenas, algunas de las cuales han elegido voluntariamente vivir aisladas.
“Incontables generaciones futuras se preguntarán, sin entenderlo, por qué destruimos las zonas más diversas biológicamente de nuestro planeta despreocupadamente, o por qué destruimos la cultura indígena de los pueblos que vivían en estas zonas”, afirma Stuart Pimm de la Universidad de Duke.
Uno de los casi 200 mamíferos que se han encontrado en el Yasuní: El tapir brasileño. Fotografía de: Jeremy Hance.
La selva en el Parque Nacional Yasuní. Fotografía de: Jeremy Hance.