Todavía llaman a los Balcanes “el Polvorín de Europa”. Por una buena razón: en las últimas décadas los conflictos sangrientos por razones étnicas y religiosas han dejado cientos de miles de muertos y millones de desplazados. Tan sólo en 2001, el ejército de Macedonia luchó contra la etnia albana, muchos de ellos originarios de Kosovo.
Sin embargo, en los últimos siete años un raro y carismático gato salvaje – el lince balcánico (Lynx lynx balcanicus) está sirviendo para unir países con relaciones históricas y políticas conflictivas. Albania, Macedonia, Kosovo y Montenegro colaboran para establecer una estrategias conjunta para la conservación de este animal gravemente amenazado.
Al lince, como a su primo más lejano el puma, le gusta vagar y cazar en enormes áreas (mayores de 200 millas cuadradas – unos 320 kilómetros cuadrados). No conocen ni respetan fronteras políticas. Cada país se siente orgulloso de contar con esta especie en su territorio. Sin embargo, para asegurar la supervivencia del lince a largo plazo, cada uno de ellos no tiene más opción que cooperar con sus países vecinos.
“Para cualquiera que tenga conocimiento básico sobre la historia de los Balcanes, esto es asombroso” afirma Aleksandër Trajçe, uno de los responsables del Programa para la Recuperación del Lince Balcánico.
Lince balcánico fotografiado con un cámara trampa en Puke, Albania ©BLRP-SCOPES
El lince en los Balcanes
Una subespecie genéticamente distinta del lince eurásico, el lince balcánico, está gravemente en peligro, con menos de 60 individuos sobreviviendo en libertad. Sólo se le conoce deambulando por los bosques de dos países balcánicos: Macedonia y Albania. Los investigadores creen que quizá también haya algunos linces en Kosovo y Montenegro.
Introducción al lince balcánico
|
Irónicamente, la supervivencia del lince ha sido posible gracias a las turbulencias políticas en la región. Hasta los años 80, el gobierno central comunista de Yugoslavia ejercía un férreo control sobre los cazadores y los bosques, asegurando que no hubiera apenas talas ilegales o furtivos. En los años 90, las regiones fronterizas entre Albania y la ex-Yugoslavia eran áreas de acceso restringido, debido a los estrictos controles fronterizos y las relaciones conflictivas entre los dos países. Esto hizo que de forma indirecta se protegiera el hábitat natural del escurridizo gato y permitió la supervivencia del lince balcánico en el sudoeste de la península, incluso cuando se extinguió en el resto de países balcánicos.
Amenazas
En los hoy pacificados Balcanes, los pocos linces que quedan en libertad se enfrentan a tres amenazas principales, todas ellas causadas por el hombre: asesinato ilegal del lince, caza furtiva de sus presas y destrucción del hábitat. La deforestación ilegal y la caza incontrolada de las presas del lince (corzos, gamuzas y liebres pardas) indirectamente reducen sus posibilidades de sobrevivir. Cuando a esto se añade el asesinato directo del lince, la amenaza es aun mayor. Con tan reducida población, incluso la pérdida de un ejemplar puede causar un enorme impacto negativo en el futuro de toda la especie.
Hábitat destruido del lince en la montaña Munella, Albania ©Aleksander Trajce PPNEA
Conservación
La estrategia clave defendida por el Programa para la Recuperación del Lince Balcánico es la creación y expansión de parques nacionales y territorios protegidos. Como resultado directo del redescubrimiento del lince balcánico, Albania ha designado dos nuevas franjas como reservas naturales, extendiéndose sobre un 3% del territorio nacional: el Parque Nacional Shebenik-Jabllanica en 2008 y el Parque Natural Korab-Koritnik en 2011. Dos áreas más en Macedonia están en proceso de ser protegidas para ser parte del hábitat del lince balcánico: montañas de Jablanica y Shara. Afortunadamente, estas áreas contienen una biodiversidad increíblemente rica de muchas otras especies (incluido osos, lobos y plantas endémicas) que por su extensión garantizan un refugio seguro.
Para averiguar cómo proteger las especies, los investigadores primero necesitan aprender más sobre su vida. Por ello, tres linces han sido identificados mediante collares de transmisión por radio y su paradero es constantemente conocido. Aquí los investigadores acaban de capturar a Riste y le están colocando el collar.
Otra razón de por qué el lince ha sobrevivido en este rincón de Europa es porque los pobladores de las montañas han preservado su estilo de vida tradicional: vivir en pequeñas poblaciones, manteniendo el ganado en manadas vigilados por perros y protegiéndolos de los depredadores por la noche. El Programa para la Recuperación del Lince Balcánico ha distribuido micro préstamos por un total de 100.000 Euros entre las comunidades locales de Albania y Macedonia, como incentivo para preservan y motivar la forma de vida tradicional rural. El dinero es utilizado para fomentar el uso sostenible de los bosques, la recolección de plantas medicinales, la apicultura y agricultura tradicionales, reproducción de perros guardianes, promoción del ecoturismo, etc. Todos estos mini proyectos permiten a las poblaciones locales mantener su estilo de vida en armonía con la naturaleza proveyéndolos de fuentes extras de ingresos.
Caza
Los conservacionistas del lince balcánico colaboran también con los cazadores a través de talleres conjuntos y campañas educativas. Los cazadores tienen un genuino interés en que las poblaciones salvajes se mantengan sanas y, por ello, pueden jugar un papel positivo en el mantenimiento de elevadas poblaciones de las presas, lo que puede beneficiar al lince también.
“El noventa por ciento de los cazadores no disparan al lince” dice Panajot Chorovski de Kicevo, Macedonia. Explica que en sus 40 años de experiencia como cazador sólo ha visto dos o tres veces un lince y nunca se le ocurrió matarlo. “Son importantes para el resto de animales”, afirma Chorovski. “Si hay un ciervo enfermo, el lince lo atacará y esto es bueno para toda la manada”.
“Por supuesto, tenemos que distinguir los cazadores honestos de los deshonestos – furtivos”, dice Trajce. De acuerdo con los científicos, la caza legal es una aliado valioso para la conservación del lince balcánico ya que ellos mantienen la normativa, respetan la vida salvaje y no suponen una amenazada para el lince balcánico.
Los furtivos, por otro lado, son el verdadero problema y lidiar con ellos es bastante complicado. Pueden ser una amenaza directa del lince al disparar contra ellos, o indirecta, reduciendo las especies de sus presas con su caza temeraria, ilegal e insostenible.
Marko de cerca en Mavrovo NP ©Dime Melovski
Marko envolviendo a su presa ©BLRP-SCOPES
“Todavía soy bastante optimista sobre el futuro del lince balcánico. Cuando empezados hace unos pocos años, no sabíamos ni siquiera si seguía existiendo. Hemos recorrido un largo camino desde entonces”, dice Trajçe. “Si seguimos por este camino con dedicación y pasión, creo que podemos salvar la especie”
Europa ya tiene una historia satisfactoria sobre la conservación de una especie de lince: la población del lince ibérico (Lynx pardinus) se ha triplicado en la última década hasta alcanzar los 300 individuos actualmente. Deseemos la misma suerte para el lince balcánico.
Lince balcánico capturado por una cámara trampa