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Pluspetrol detonará más de 30 toneladas de explosivos en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional del Manu

Un consorcio de empresas extractoras de gas, liderado por Pluspetrol y que incluye a Hunt Oil, planifica detonar aproximadamente 30 toneladas de explosivos en el sudeste de la Amazonía peruana, en una de las regiones con mayor biodiversidad del mundo.



Pluspetrol planificó estas detonaciones como parte de sus pruebas de exploración en 2D y 3D, en su búsqueda de nuevos depósitos de gas en la región de Camisea, planes que todavía esperan el visto bueno del Ministerio de Energía y Minas (MEM) del Perú.



Las pruebas requerirán de aproximadamente 38 toneladas de explosivos, la construcción de 80 helipuertos, unos 1.200 trabajadores y cerca de 9.500 explosiones a 15 metros de profundidad cada una, según una serie de hojas informativas que la compañía entregó recientemente.



Casi tres cuartas partes de la concesión de Pluspetrol, denominada Lote 88, coinciden con la Reserva Kugapakori-Nahua-Nanti (RKNN), la que supuestamente es un patrimonio cultural intangible, que se creó en 1990 para proteger las tierras y la vida de las comunidades indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial.



Al oeste, contigua al mundialmente conocido Parque Nacional del Manu, se encuentra la RKNN, que forma parte de su zona de amortiguamiento oficial y cuya biodiversidad “supera a cualquier otra en el mundo”, según la Unesco.



Las pruebas en 2D involucrarán la “adquisición de 197 kilómetros distribuidos en nueve líneas sísmicas”, señalan las hojas informativas de Pluspetrol, y las pruebas en 3D cubrirán “un área de 379 kilómetros cuadrados”, que incluye “90 líneas captadoras y 35 líneas de suministro de 870 kilómetros y 742 kilómetros de longitud intervenidas temporalmente”.



Valle Kosnipata en el Parque Nacional del Manu, Perú. Foto tomada por Rhett A. Butler.
Valle Kosnipata en el Parque Nacional del Manu, Perú. Foto tomada por Rhett A. Butler.



Algunas de las líneas se situarán en territorios que pertenecen oficialmente a las comunidades indígenas que bordean la RKNN, conforme a un mapa adjunto a las hojas informativas; sin embargo, la mayoría de ellas estarán en la reserva misma y en la zona de amortiguamiento del Manu.



Una evaluación de impacto ambiental (EIA) de los planes de Pluspetrol, enviada al MEM en noviembre pasado, afirma que las pruebas en 2 y 3D serían ejecutadas simultáneamente, no obstante, de acuerdo con las hojas informativas, estos planes se han modificado.



Una de las hojas informativas señala, antes de establecer que las pruebas en 3D se realizarán en el año 2015, que “el proyecto sísmico en 3D no se llevará a cabo simultáneamente con el proyecto sísmico en 2D”. Sin embargo, no se informa fecha de comienzo para las pruebas en 2D.



Las pruebas implicarán la construcción de cuatro campamentos sub-base. Según la EIA, tres de ellos estarán en la RKNN y en la zona de amortiguamiento del Manu, y ofrecerán alojamiento a 200 personas, además de oficinas, áreas de recreación, helipuertos y almacenaje para los explosivos.



Se prevé la construcción de uno de los campamentos sub-base en un lugar que Pluspetrol ha denominado Kimaro Norte. Este lugar, ubicado en el nacimiento del río Serjali, se consideró anteriormente demasiado peligroso como para llevar a cabo allí las operaciones debido a la presencia de pueblos indígenas aislados que había sido reconocida desde hace tiempo.



En un informe de mayo de 2012, el Instituto Nacional de Desarrollo de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos (INDEPA) concluyó que las pruebas en 2D pondrían en situación de “extremo peligro” a las pueblos indígenas aislados en la RKNN, mientras que las pruebas en 3D representarían un “riesgo excesivo”.



Estas pruebas sísmicas son parte de una expansión considerable de las operaciones en el lote 88, en el cual Pluspetrol ya ha construido pozos y gasoductos específicamente en la parte occidental de la RKNN y en el cual ha extraído gas desde 2004.



Si la expansión continúa de acuerdo a lo planificado, incluirá también la construcción de una línea de flujo de 10 km y de 21 pozos adicionales, lo que trasladaría las operaciones más hacia el norte, este y sur de la RKNN y de la zona de amortiguamiento del Manu, en dirección al parque en sí.



Las organizaciones indígenas peruanas AIDESEP, COMARU, FENAMAD y ORAU se enteraron de que las operaciones en esta región ya habían comenzado y es por eso que en diciembre pasado anunciaron su intención de interponer una demanda para detener la expansión del Proyecto Camisea.



Tres de las organizaciones anteriormente mencionadas (AIDESEP, COMARU y ORAU), junto con la organización internacional de derechos humanos llamada Forest Peoples Programme, han apelado también a la ONU, cuya respuesta no se hizo esperar e instó al Gobierno peruano a “suspender inmediatamente” la expansión.





David Hill es un periodista independiente y actualmente se desempeña como asesor del Forest Peoples Programme, una organización internacional de derechos humanos que apoya a organizaciones indigenistas en Perú preocupadas por las repercusiones que tendría la expansión del Proyecto Camisea en las comunidades indígenas aisladas.



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