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El demonio de azogue: la minería de oro clandestina es una de las principales fuentes de contaminación por mercurio

En 1956, en la tranquila ciudad costera de Minamata en la costa suroeste de la isla japonesa de Kyusgu, los gatos empezaron a comportarse de manera muy extraña. Tenían convulsiones, salivaban en exceso, y perdían de manera gradual su capacidad para andar. Después, aves muertas empezaron a caer del cielo. Los moluscos se abrían y morían. Los peces también se comportaban de manera anormal, al final subían flotando a la superficie del mar Shiranui. Muchos de los peces enfermos vagaban por el mar y se ahogaban. Pronto, ya no quedaban gatos vivos en la zona.


Como si se hubieran puesto de acuerdo, los humanos empezaron enfermar también, decían que sufrían entumecimiento en las extremidades e incapacidad de hablar o escribir. No fue hasta 1959 que se supo con certeza que la responsable de estos fenómenos era una enfermedad. Las muertes de los gatos, aves, peces y humanos estaban todas relacionadas. En humanos se le llama enfermedad de Minamata (EM), una afección crónica debilitante causada por el consumo de pescado envenenado por metilmercurio (MeHg).



Hasta la fecha, la EM ha causado la muerte de 1000 personas, y varios cientos más tienen síntomas crónicos. Algunos niños han nacido con formas congénitas del EM, y esta podría contribuir al extraño alto porcentaje de parálisis cerebral.


A pesar de que una planta acetaldehído, administrada por Chisso Corporation (entonces denominada Shen Nichitsu), fue identificada en 1959 como el origen del MeHg, no fue hasta 1968 que se cerró dicha planta. En 1973, Chisso fue oficialmente declarada culpable de negligencia. Por aquel entonces, la contaminación se había extendido a lo largo de la bahía Minamata, y se necesitaron unos 10 años y unos $487 millones (48.5 mil millones de yenes) para dragar los 1’5 millones de metros cúbicos de aguas residuales. Desde 1974 hasta 1997 se colocaron redes para prevenir que la vida marina contaminada se fuese de la bahía. Hoy en día la bahía vuelve a ser segura para la pesca.




Mina de oro ilegal establecida en 2009 en el departamento de Madre de Dios. Esta mina traspasa la Reserva de Tambopata. Fotografía por Rhett A. Butler.
Mina de oro ilegal establecida en 2009 en el departamento de Madre de Dios. Esta mina traspasa la Reserva de Tambopata. Fotografía por Rhett A. Butler.


El 10 de octubre de 2013, 57 años después de la primera fuga y 16 años después de que la bahía Minamata fuese declarada libre de contaminación, 92 países firmaron la Convención de Minamata, aceptando el uso de productos libres de mercurio y limitando las emisiones de mercurio.



“El mercurio es un químico que preocupa al mundo entero debido a su transporte atmosférico a larga distancia, su persistencia en el medio ambiente una vez ha sido introducido antropogénicamente, su habilidad para bioacumularse en ecosistemas y sus significantes efectos negativos en la salud humana y el medio ambiente,” sostiene la Convención de Minamata.



También llamado azogue, es líquido a temperatura ambiente y se evapora rápidamente. No se puede ni crear ni destruir. Una vez liberado en la atmósfera, mantiene la sospechosa distinción de ser capaz de transportarse miles de kilómetros, ya sea por aire, tierra u organismos vivos. Se concentra según sube en la cadena alimenticia, finalmente se acumula a niveles perjudiciales en los mayores depredadores y en los humanos que se los comen. Mientras que la contaminación por mercurio en la hidrosfera (el sistema de agua mundial) se puede contener a través de métodos similares a los empleados en la bahía Minamata, la contaminación del aire actualmente es imposible de controlar.




Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), “una vez está en la tierra, el mercurio cambia su forma química, principalmente a través del metabolismo de bacterias u otros microbios, y se convierte en metilmercurio, la forma más peligrosa para la salud del ser humano y del medio ambiente”




Aunque la absorción de mercurio del aire es peligrosa, su bioacumulación en la vida marina es una amenaza mucho mayor ya que lleva supone el consumo de una cantidad mayor en una sola comida.



El mercurio hoy en día




El mercurio se encuentra fácilmente en un ambiente urbano, incluso en lugares que no tienen relación con la industria química. Se usa en una gama de productos, desde aparatos electrónicos, lámparas fluorescentes y baterías, hasta cosméticos como máscaras y cremas aclarantes de la piel.



El PNUMA, en su Evaluación Global de Mercurio de 2013, informa que la mayoría de las 600.000 toneladas de mercurio depositadas en el mundo hoy en día se encuentran en unos cuantos países- China, Kirguistán, Méjico, Rusia, Eslovenia, España, Ucrania y Perú. Hay que mencionar el alentador dato de que según el PNUMA la demanda de mercurio ha caído considerablemente en los últimos 50 años – de 9.000 toneladas al año en los años 60 a apenas unas 4.000 toneladas en 2006. Se espera que esta tendencia continúe en el futuro. Desgraciadamente hay dos grandes excepciones de esta regla, ambas suman casi la mitad de la demanda global de mercurio. La primera es la producción de cloruro de vinilo monómero (o CVM) y la segunda es la minería artesanal y en pequeña escala de oro (MAPE).



La Convención de Minamata define la MAPE como “minería de oro dirigida por mineros individuales o pequeñas empresas con inversión de capital y producción limitadas.” El PNUMA sospecha que 10-15 millones de personas, incluyendo tres millones de mujeres y niños, participan en actividades no industriales relacionadas con la minería de oro a lo largo de 70 países. La minería de oro artesanal contribuye al 15 por ciento de la producción mundial de oro, pero usa el 90 por ciento de su mano de obra. Solo en 2011, se usaron cerca de unas 1.400 toneladas de mercurio para extraer oro, lo que representa el 24 por ciento del consumo mundial de mercurio. La mayoría del mercurio no se recicla, así que la minería de oro artesanal es la mayor fuente de contaminación medioambiental.



El mercurio y la minería de oro artesanal


Cuando el mercurio y el oro entran en contacto, incluso si el oro se encuentra todavía en un sedimento o en mineral chancado, forman una mezcla o una “amalgama” a partes iguales de metal. Esto es especialmente útil cuando hay finas partículas de oro en sedimentos fluviales, y es por lo tanto invisible a simple vista. Para recuperar el oro de la amalgama, la mezcla debe someterse a altas temperaturas para evaporar el mercurio y que quede solo el oro. Por lo tanto, la contaminación por mercurio puede darse en varios puntos del proceso: Almacenaje o manejo inapropiado, uso excesivo y durante el último paso de la evaporación.



El mercurio es una poderosa neurotóxica, y puede causar una variedad de síntomas crónicos y deformidades congénitas sobre todo en fetos en desarrollo y en niños pequeños. Cuando se encuentra en forma de vapor, se absorbe rápidamente en el flujo sanguíneo tras ser inhalado, donde daña órganos internos, el sistema nervioso central y el sistema inmunológico. Los síntomas neurológicos en adultos incluyen temblores, pérdida de memoria y disfunción cognitiva. Sin embargo, en niños los síntomas se acentúan e incluyen retraso mental, ataques, retraso en el desarrollo, trastornos del lenguaje y pérdida de memoria. Se ha llegado a demostrar que los niños con niveles de mercurio en el flujo sanguíneo más altos tienden a sufrir trastornos de atención.




Debido a los importantes riesgos para la salud y el continuo aumento del coste financiero del mercurio, se han propuesto otros métodos para extraer oro. El lavado, el cual usa la gravedad para separar el oro de otros sedimentos, puede eliminar el uso del mercurio completamente. Así puede incrementarse el uso del mercurio eficiente concentrando el mineral antes de la amalgamación, en la cual el mercurio liberado se puede capturar y reciclar con campanas de ventilación o conductos para minimizar su impacto en el medio ambiente.




Video de la EPA US que propone un novedoso sistema de captura de mercurio.



¿Así que, por qué usar mercurio sobre todo cuando existen alternativas? Una variedad de factores sociales y prácticos contribuyen al atractivo que este elemento químico tiene para las operaciones mineras a pequeña escala. Su uso es rápido y fácil, mientras que las alternativas conllevan un tiempo de procesamiento más largo. Una única persona puede extraer oro con mercurio, y puede usarse en la mayoría de las condiciones de campo. No precisa grandes inversiones de infraestructuras, y a menudo su uso no es elección del trabajador quien simplemente sigue órdenes. En muchos casos, los mineros no son conscientes de sus riesgos, y los que lo son no pueden permitirse otra alternativa.



Perú bajo el foco de atención


En el departamento de Madre de Dios (DMD) de Perú se encuentra el Parque Nacional Manu, declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a su “diversidad biológica que excede la de cualquier otro lugar de la Tierra.” El parque nacional es tan solo una de las áreas forestales dentro de este departamento, en el cual está también la Reserva Nacional de Tambopata, la concesión de conversación Los Amigos y la Reserva Comunal Purús.





Se transporta la gasolina por el río Madre de Dios en Perú en pequeños botes para proveer los generadores que se usan para bombear el agua del río mediante las compuertas empleadas en la minería de oro. Detrás del bote se pueden ver los montículos de sedimentos que se han extraído para el oro, un peligroso obstáculo para  el bote. Fotografía de Mrinalini Erkenswick WatsaSe transporta la gasolina por el río Madre de Dios en Perú en pequeños botes para proveer los generadores que se usan para bombear el agua del río mediante las compuertas empleadas en la minería de oro. Detrás del bote se pueden ver los montículos de sedimentos que se han extraído para el oro, un peligroso obstáculo para el bote. Fotografía de Mrinalini Erkenswick Watsa



Una colorida barcaza minera funciona a plena capacidad en el río Madre de Dios en Perú en 2010. Estas barcazas no abundan en este río hoy en día, ya que la mayoría de las operaciones mineras se han desplazado tierra adentro. Fotografía de Mrinalini Erkenswick Watsa
Una colorida barcaza minera funciona a plena capacidad en el río Madre de Dios en Perú en 2010. Estas barcazas no abundan en este río hoy en día, ya que la mayoría de las operaciones mineras se han desplazado tierra adentro. Fotografía de Mrinalini Erkenswick Watsa


La minería de oro a pequeña escala abunda en las riberas del río Madre de Dios, el cual divide el departamento de oeste a este. Ha habido varias huelgas y protestas a lo largo de los últimos años, algunas de ellas violentas, en respuesta a la regulación gubernamental de los permisos de minería en la región. La ineficiente y letárgica burocracia y la mínima supervisión ha provocado un boom en la economía minera que es principalmente ilegal. En los últimos cinco años, el gobierno Peruano ha combatido agresivamente la minería ilegal a pequeña escala en las riberas del río Madre de Dios. A diferencia de la situación que había en 2008, cuando enormes barcazas mineras se podían ver en el río, la minería a pequeña escala actual ha sido forzada a la subversión- las familias mineras se han adentrado más en la jungla dejando escasos indicios de su presencia a lo largo de las orillas del río.






Ver el tráiler de cuatro minutos Amazon Gold, un documental narrado por los ganadores del Oscar Sissy Spacek y Herbie Hancock. Dicho documental pone al descubierto los “preocupantes viajes clandestinos que dan testimonio de la apocalíptica destrucción del bosque tropical por la búsqueda de la extracción ilegal de oro.”



Un estudio reciente llevado a cabo por un equipo de la Universidad de Stanford dirigido por Greg Asner empleó mapas aéreos e imágenes de alta resolución por satélite para monitorizar la extensión de la deforestación en Madre de Dios. Descubrieron que amplias franjas de bosque habían sido destruidas a una velocidad sin precedentes, y que la extensión geográfica de la minería en el área ha aumentado un 400 por ciento entre 1999 y 2012. Las imágenes aéreas muestran el río Madre de Dios de un color marrón chocolate oscuro, lleno de sedimentos y agua contaminada que es transportada millas río abajo. Dado que cerca de unas 200 toneladas de mercurio del resto del mundo son depositadas anualmente en el Ártico mediante corrientes de aire y sistemas acuáticos; es muy probable que el río Amazonas haya recibido mercurio que ha sido liberado por las minas a lo largo de su afluente, el río Madre de Dios.




Güido Lombardi la voz en off que detalla el daño causado por la minería de oro en Madre de Dios en el sureste de Perú (Español)



Los estudios también indican que el uso de mercurio en el río Madre de Dios está rodeado de supersticiones y que puede que estas estén empeorando la exposición de los mineros. Katy Ashe de la universidad de Stanford informó en 2012 de que algunos mineros creen que deben permanecer cerca del oro para evitar su pérdida, lo que aumenta la inhalación de mercurio durante la fase de evaporación de la extracción. Ashe también descubrió que muchos mineros creen que el mercurio no es dañino a menos que entre en contacto con una herida y que es útil como laxante. Documentó que los niveles de consumo de pescado eran los mejores indicadores de niveles de mercurio en los residentes del río Madre de Dios, con una población minera predominantemente masculina que tiene unos niveles muchos más altos que las mujeres de la zona.



En 2013, el Instituto de Carnegie (Departamento de Ecología Global) reveló en el Proyecto de Mercurio en Ecosistemas de la Amazonia de Carnegie que el 60 por ciento de las especies de peces vendidas en Puerto Maldonado, la capital de DMD, contenían mercurio en unos niveles más altos que los establecidos por los límites internacionales. En Puerto Maldonado un sorprendente 78 por ciento de adultos tenían unas concentraciones de mercurio por encima de los límites de referencia internacionales, según los que las mujeres en edad fértil (16 – 49 años) tenían los niveles de mercurio más altos que cualquier otro grupo.



El futuro de la minería de oro artesanal




Según un estudio de Kevin H. Telmer y Marcello M. Veiga, titulado Mercury Fate and Transport in the Global Atmosphere, se estima que 640 a 1,350 toneladas métricas de mercurio (una media de 1000 toneladas métricas) se liberan por las MAPE cada año. El treinta y cinco por ciento de estas emisiones va directamente a la atmósfera, y el resto se liberan en la hidrosfera.



Informan de que en enero de 2008 el índice de precio de mercurio a oro era 1:1,650. A pesar de su reducción a aproximadamente 1:567 hoy en día, estos números todavía implican que la minería con mercurio es económicamente atractiva. En resumen, Telmer y Veiga sostienen que el mercurio es “barato, simple, rápido, independiente y fiable.”


Se les ha encargado a los firmantes de la Convención de Minamata una tarea complicada. A pesar del atractivo del mercurio, estas naciones han acordado dar un paso adelante para eliminar el uso del mercurio y los compuestos de mercurio en las actividades mineras dentro de sus fronteras. Planean lograrlo a través de la educación, el compromiso e iniciativas de creación de capacidad, proveyendo ayuda técnica y financiera a los mineros en transición a estrategias mineras alternativas.



Para ver esto en perspectiva, Telmer y Veiga predicen que si los primeros diez países (menos China) que usan mercurio en las MAPE adoptasen métodos de control de emisiones, tales como campanas de ventilación, conductos y mercurio limpio antes de su uso para conseguir una fijación más eficiente, las emisiones de mercurio caerían de 400 toneladas métricas a unas 240 toneladas métricas al año aproximadamente. Por lo tanto la Convención de Minamata puede contribuir de manera significativa a la reducción de la cantidad total de emisiones de mercurio.



Sin embargo, se añade otra complejidad a este sistema económico. La deforestación, que puede causar erosión del suelo, también en los ríos puede soltar el mercurio que estaba antes atrapado en la tierra. En 2010, se llegó a casi unas 260 toneladas de mercurio extra que volvieron a entrar en los sistemas de agua.




Se usan esclusas en las operaciones de extracción de oro a pequeña escala, provocando así la destrucción de las orillas del río y la deforestación a causa de la colocación de asentamientos temporales. Fotografía de Mrinalini Erkenswick Watsa
Se usan esclusas en las operaciones de extracción de oro a pequeña escala, provocando así la destrucción de las orillas del río y la deforestación a causa de la colocación de asentamientos temporales. Fotografía de Mrinalini Erkenswick Watsa


En 2011, Jennifer Swenson y sus compañeros de la Universidad de Duke estudiaron el índice de precio del oro y los índices de deforestación en el departamento Madre de Dios. Sus descubrimientos demostraron que el precio del oro está fuertemente relacionado con el aumento de importaciones peruanas de mercurio a lo largo del tiempo, lo que estimula a su vez la deforestación en unos de los lugares con mayor biodiversidad del planeta.




“Hemos descubierto que desde 2003, la reciente deforestación minera en Madre de Dios, Perú, está aumentando a la vez que el índice anual de precio del oro (18 por ciento/año),” escriben los autores en el diario PLoS ONE.



Aunque la convención podría ser un éxito poniendo freno a las emisiones de mercurio en el futuro, no hace mención del potencial de contribución de la deforestación para transportar el mercurio a los sistemas de agua. Sin embargo, para los niños y familias en todo el planeta es un gran paso hacia adelante y ha tardado mucho en llegar.



“Muchas de las acciones para reducir las emisiones de mercurio en el medio ambiente tienen diversos y ecológicos beneficios que pueden ayudar en el cumplimiento de otros objetivos internacionales,” dijo Achim Steiner, director ejecutivo de PNUMA, en sus declaraciones destinadas a los firmantes de los casi cien países que esperan firmar la Convención de Minamata. “En otras palabras, este tratado puede contribuir a unos objetivos sostenibles más amplios, incluyendo un nuevo acuerdo universal sobre el cambio climático para el año 2015 siendo efectivo en 2020.”




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