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El conocimiento local arroja luz sobre algunos de los mamíferos más extraños del mundo

Una de las dificultades de estudiar especies raras y en peligro de extinción es que son, por definición, difíciles de encontrar. Las(os) científicas(os) pasan horas en el campo tratando de entender su distribución y lo que amenaza su supervivencia y apenas logran recolectar unos cuantos datos, simplemente porque los avistamientos son tan pocos e infrecuentes. Por tanto, para averiguar más sobre especies que son raras y esquivas se ven obligadas(os) a recurrir a otros métodos, como los conocimientos de la gente del lugar.



Precisamente a esos conocimientos recurrió un equipo de investigadoras(es) en 2010, cuando intentaba estudiar dos mamíferos pequeños de la isla caribeña de La Española que son raros, esquivos y fantásticamente bizarros: el solenodonte de La Española o almiquí paradójico (Solenodon paradoxus) y la jutía de La Española (Plagiodontia aedium). El solenodonte es un insectívoro venenoso de hocico largo, reminiscente de una musaraña gigante pero perteneciente a su propia familia. La jutía es un roedor grande similar a un conejillo de indias pero tan en casa en los árboles como una ardilla. Ambos animales son nocturnos, están listados como En Peligro de Extinción, y representan las últimas dos especies de una plétora de criaturas endémicas y únicas que una vez habitaron La Española, la isla compartida por la República Dominicana y Haití.




“Una
Una jutía de La Española (Plagiodontia aedium). Foto cortesía de The Last Survivors [Los últimos supervivientes].

“Estas especies son…las únicas que sobreviven de la fauna isleña de mamíferos terrestres que solían ser diversos antes de que llegaran los seres humanos a la región, y que comprendían más de 25 especies de perezosos, monos, y roedores e insectívoros gigantes”, le dijo Samuel Turvey, de la Sociedad Zoológica de Londres y el autor principal, a mongabay.com. “Lamentablemente se sabe muy poco sobre el estatus de los solenodontes o las jutías en La Española o sobre lo que las amenaza”.



Aunque jutías y solenodontes son sigilosos y difíciles de hallar, el equipo de investigación logró obtener nueva información entrevistando a la gente del lugar, la cual, durante sus actividades cotidianas, tiene más ocasiones de ver a los mamíferos. Sus resultados se publicaron en un nuevo artículo en Biological Conservation [Conservación biológica].



“Las entrevistas a la comunidad pueden llegar a ser un método efectivo en términos del costo en recolectar datos por áreas geográficas extensas, y resultan una fuente particularmente útil de datos sobre especies, como las crípticas o las que son muy raras, que son difíciles de estudiar de forma directa”, agrega Turvey.





Un solenodonte de La Española (Solenodon paradoxus)  es liberado nuevamente con un collar emisor en el bosque cerca de Pedernales, República Dominicana. Foto por Tiffany Roufs / mongabay.com.

Un solenodonte de La Española (Solenodon paradoxus) es liberado nuevamente con un collar emisor en el bosque cerca de Pedernales, República Dominicana. Foto por Tiffany Roufs / mongabay.com.

Esta clase de conocimientos de la gente lugareña se designa “conocimiento ecológico local (CEL)” y no deja de ser útil para la investigación en conservación de especies que son fáciles de identificar.



“El conocimiento ecológico local se usa con progresiva frecuencia como fuente efectiva, en cuanto al costo, de datos para la investigación y gestión en conservación”, escriben las(os) autoras(es). “Es más probable que las(os) observadoras(es) sin entrenamiento den información significativa sobre especies carismáticas y fáciles de identificar (p. ej., vertebrados grandes) o sobre las que tienen importancia socioeconómica, y que ignoren o identifiquen erróneamente a las especies que son más pequeñas y esquivas, y que no son carismáticas”.



Sin embargo, como el solenodonte y la jutía están en la última categoría, las(os) investigadoras(es) entrevistaron a personas a ambos lados de la frontera entre Haití y la República Dominicana, que divide la isla de La Española, para poner a prueba la magnitud del conocimiento ecológico local sobre estos dos animales. El propósito era entender lo que las percepciones locales podrían aportar al conocimiento científico de estos raros mamíferos.



“Es usual que las(os) científicas(os) desconfíen de los datos ecológicos que da la gente lugareña sin entrenamiento porque consideran que estos datos son cualitativos y demasiado sesgados e imprecisos para servir de algo significativo a los propósitos de una investigación”, dijo Turvey. “Empero, son cada vez más los casos en que, con un cuidadoso enfoque del proceso de la entrevista, se consiguen muchos datos confiables de la gente del lugar a la que se entrevista sobre varios aspectos de la biodiversidad”.



Para su sorpresa, el equipo halló que las(os) lugareñas(os) eran un caudal de información útil sobre ambas especies, y que pudieron identificarlas en fotografías e inclusive identificar las causas de sus muertes.




Un solenodonte de La Española (Solenodon paradoxus) con semillas de hierba en su rostro, cerca de Pedernales, República Dominicana. Foto por Tiffany Roufs / mongabay.com.
Un solenodonte de La Española (Solenodon paradoxus) con semillas de hierba en su rostro, cerca de Pedernales, República Dominicana. Foto por Tiffany Roufs / mongabay.com.


“Nuestros resultados demuestran que CEL puede ser una herramienta importante de conservación para determinar el estatus—y las amenazas que enfrentan—de muchas más especies que los taxones grandes, carismáticos o económicamente significativos en los que se han enfocado las investigaciones en la mayoría de los estudios que emplearon entrevistas”, contiende el artículo.




Uno de los principales hallazgos del estudio es que es posible que los perros silvestres constituyan una de las mayores amenazas a la supervivencia a largo plazo del solenodonte y de la jutía.




“Aunque la depredación canina en general ya fue identificada como fuente de mortalidad para solenodontes y jutías, tanto en La Española como en Cuba…nuestros resultados revelan que la mayoría de las muertes registradas de mamíferos nativos se asocia a perros que son de poblados pero que vagan libres, en claro contraste con los perros de caza”, dijo Turvey.




Esta información brinda perspectivas nuevas y valiosas sobre especies cuya causa de muerte es difícil de determinar con investigaciones biológicas tradicionales.


“Esta investigación dio otra pieza al rompecabezas que implica entender las amenazas que encaran las especies poco conocidas de mamíferos nativos de La Española”, dijo Turvey. “Seguimos investigando varios aspectos de la ecología del solenodonte y de la jutía, y también las técnicas para mejorar las encuestas a las comunidades y la forma de integrar el conocimiento ecológico local a la conservación”.


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