El papa Francisco, quien adoptó este nombre en honor al santo —amante de la naturaleza— nacido en Asís, habló la semana pasada, durante una audiencia en el Vaticano, sobre la necesidad de salvaguardar la Creación.
“Somos custodios de la Creación —dijo el miércoles—, pero cuando explotamos la Creación, destruimos el signo del amor de Dios por nosotros. Destruir la Creación es decirle a Dios: «¡No me gusta! ¡Esto no es bueno!». «Entonces, ¿qué te gusta?». «¡Yo!». ¿Ven? ¡Este es el pecado! ¿Se dan cuenta?”.
El papa Francisco continuó diciendo que los humanos no deberíamos vernos como los amos de la Creación.
“La Creación no es una propiedad a la que podemos gobernar a voluntad ni es, mucho menos, la propiedad de solo unos pocos. La Creación es un regalo, un maravilloso regalo que Dios nos ha dado para que lo cuidemos y lo utilicemos en beneficio de todos, siempre con mucho respeto y gratitud”, dijo.
“Protejan la Creación —agregó— porque, si destruimos la Creación, ¡la Creación nos destruirá a nosotros! ¡Nunca olviden esto!”. Y añadió que, mientras Dios perdona, la naturaleza no.
El apoyo a las cuestiones ambientales por parte del Papa es una repetición del apoyo de su predecesor, el papa Benedicto XVI, quien habló con frecuencia sobre el cambio climático y otras crisis ambientales urgentes. Durante el pontificado de Benedicto XVI, se instalaron paneles solares en el Vaticano. El número estimado de católicos en todo el mundo es de 1200 millones. El Papa se desempeña como jefe de la denominación cristiana.
Encuentro del papa Francisco con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. Foto de: Casa Rosada / Presidencia de la Nación Argentina/Creative Commons 2.0.