Todo el mundo conoce al tigre, el panda, la ballena azul, pero ¿qué pasa con los otros de cinco a treinta millones de especies que se estiman habitan en nuestro planeta? Muchas de estas maravillosas, impresionantes y raras especies han recibido muy poca atención de los medios de comunicación, los grupos de conservación y el público. Esta serie es un intento por dar a estas ‘especies olvidadas‘ una bien merecida atención.
La ardilla de tierra copetuda (Rheithrosciurus macrotis) captada en cámara trampa en Kalimantan, el Borneo indonesio. Aparte de las cámaras trampa, existen pocas fotos de esta especie. Foto de: Erik Meijaard.
Para los residentes del hemisferio norte, seguramente, la ardilla es el mamífero más mundano. Es una apuesta segura decir que, cuando sales por la puerta de tu casa, el mamífero que es más probable que te encuentres es un miembro de la familia Sciuridae. De hecho, puedo mirar ahora mismo por mi ventana en una ciudad de 3,4 millones de personas y probablemente vea a una, cuando no dos o tres, ardillas. Inténtalo con cualquier otro mamífero y te garantizo que fallarías la mayoría de las veces. Por supuesto, los ratones y las ratas también pueden ser ubicuos, pero son, generalmente, ubicuamente crípticos, escondiéndose en lugares que no podemos ver. Las ardillas son descaradamente desvergonzadas.
No es sorprendente, entonces, que mucha gente vea a las ardillas como unos animales molestos: se atiborran en los comederos de aves con audacia, construyen nidos en los áticos, muerden los cables de alta tensión y, en algunos casos, pueden incluso causar incendios. Aun así, si somos honestos con nosotros mismos, tenemos mucho en común con estas especies altamente adaptables. Se sienten tan en casa en zonas urbanas como en el campo y los bosques. Manipulan hábilmente su medioambiente y han perfeccionado el arte de guardar la comida para el largo plazo. Aunque técnicamente son cuadrúpedos, las ardillas pueden usar sus patas delanteras con destreza, manipulando con facilidad prácticamente todo lo que cae en sus manos. Son animales tan acrobáticos como cualquier artista circense adulto, realizando, constantemente, actos que desafían a la gravedad. Y, como los humanos, varias especies de ardillas se encuentran en casi todos los medioambientes excepto el alto Ártico y Antártico. Quizás con unos pocos millones de años más de evolución, ardillas con grandes cerebros y largos cuerpos podrían convertirse en el nuevo mamífero dominante en la Tierra.
Pero no todas las ardillas pueden encontrarse a la puerta de casa. De hecho, solo unas pocas especies de ardillas –de las casi 300 en la Sciuridae incluyendo las ardillas listadas, los perros de las praderas e, incluso, las marmotas- se han urbanizado con facilidad. Muchos se limitan a los desiertos, praderas, montañas e, incluso, las selvas tropicales húmedas y calurosas.
De hecho, podría decirse que la ardilla más exótica del mundo viene de una de esas selvas tropicales: la ardilla de tierra copetuda (Rheithrosciurus macrotis).
Una ardilla exótica y una súper cola
La ardilla de tierra copetuda exhibiendo esa gran cola. Foto de: Integrated Conservation.
Ahora, hay que admitir, su nombre no es muy exótico. Pero un nuevo estudio llevado a cabo for una científica de 15 años, Emily Meijaard, ha ayudado a marcar a esta especie como verdaderamente extraña.
Empecemos con estos hechos: la ardilla de tierra copetuda solo se encuentra en las profundas selvas tropicales de Borneo, una isla más conocida por sus orangutanes, los elefantes pigmeos y los rinocerontes de Sumatra que por las ardillas. Ambos están bajo la amenaza de extinción y son casi completamente desconocidos para la ciencia. Y, como muestra el estudio de Emily Meijaard: la ardilla de tierra copetuda bien puede tener la mayor cola en comparación con el tamaño del cuerpo de cualquier mamífero del planeta.
“Después de observar varias fotos hechas con cámaras trampa y ver la cola monstruosa de esta criatura decidimos que necesitaba un mayor estudio”, explicó Emily Meijaard a mongabay.com, que en la actualidad asiste al British International School-Jakarta. “Observamos diversos animales con colas largas y peludas y nos dimos cuenta que la ardilla de tierra copetuda tenía uno de las colas más largas comparadas con el tamaño de su cuerpo”.
Meijaard escribió el informe con la ayuda de sus padres científicos, Erik Meijaard y Rona Anne Dennis que fue publicado recientemente en Taprobanica.
La ardilla de tierra copetuda en cámara trampa. Foto de: Erik Meijaard. |
“Evidentemente, el crecer en una familia llena de científicos me ha hecho tener un interés en el tema”, dijo. “Mi padre siempre dice que cualquier cosa puede ser publicado solo tienes que hacerlo interesante y sacarlo en el lugar adecuado”.
¡Ciertamente, las conclusiones son interesantes! Los investigadores determinaron que la cola de la ardilla de tierra copetuda es, de hecho, un 130 por ciento el tamaño de su cuerpo. Ninguno de los otros mamíferos investigados superó la barrera del 100 por ciento. Por ejemplo, la cola de la mofeta moteada solo es un 35 por ciento del tamaño del cuerpo, mientras que la cola de la ardilla roja es un 90 por ciento. La ardilla roja (Sciurus vulgaris) común por toda Europa y el norte de Asia, utiliza su cola para el equilibrio, el calor y guiarse.
Pero, ¿por qué la ardilla de tierra copetuda desarrolló una cola mucho más grande que la de su pariente del norte?
“Nadie ha estudiado el comportamiento de la especie así que solo podemos suponer”, contestó Emily Meijaard.
Su investigación desechó algunas teorías, tales como la termoregulación (no hace tanto frío en estas selvas), el equilibrio (como su nombre sugiere esta ardilla pasa la mayor parte de su tiempo en la tierra) y para atraer una pareja.
“La cola podría jugar un papel en el comportamiento sexual, aunque hemos notado que, aparentemente, tanto los machos como las hembras tienen la misma cola larga y extremadamente peluda”, dijo.
Pero, una teoría sobrevivió el escrutinio inicial.
“Nuestra mejor presunción es que la cola tiene un mecanismo anti-depredador”, anotó Emily Meijaard. “En una persecución, un depredador probablemente atacará a la mata larga y peluda en vez del cuerpo de la ardilla, posiblemente dándole una oportunidad de escaparse”.
De hecho, uno puede ver cuando sentido tiene esto simplemente mirando una foto del animal; el ojo parece fijarse en la cola antes de ver a la ardilla. La cola, que en muchas fotos está levantada hacia arriba, prácticamente eclipsa a la diminuta ardilla que está debajo.
Un número de depredadores pueden atacar la ardilla (o su cola engañosa según el caso): el mayor es la pantera nebulosa de Borneo (Neofelis diardi), pero también está el gato de Borneo (Catopuma badia), el gato jaspeado (Pardofelis marmorata), y, posiblemente, la marta de garganta amarilla (Martes flavigula) y la comadreja malaya (Mustela nudipes).
Aun así, admitió Emily, “será difícil conseguir alguna prueba fiable de nuestra teoría”.
¿Una ardilla chupa sangre?
La ardilla de tierra copetuda en cámara trampa. Foto de: Integrated Conservation.
De acuerdo con las historias de los nativos, la ardilla de tierra copetuda puede cuidarse de sí misma, con o sin cola grande. De hecho, si incluso solo una pequeña parte de las siguientes historias resultan ser ciertas, un nombre más “acertado” para la ardilla de tierra copetuda podría ser: la ardilla destripadora, chupa sangre, corta cuellos.
“Hay un folclore animal relativamente rico en lo que se refiere a [la ardilla de tierra copetuda],” los científicos escriben en el informe. “La gente de Borneo, tradicionalmente, han cazado la especie por su carne y para el uso ornamental de su cola, entre otras cosas para adornar sus machetes”.
Pero entonces las cosas se vuelven muy interesantes: “extraordinariamente para una ardilla, la gente que vive en los bosques consideran a esta ardilla bastante feroz”, escriben los investigadores.
Feroz podría quedarse corto. Un cazador nativo le contó a Rona Anne Dennis que una vez vio a la ardilla tirar abajo un muntíaco común (Muntiacus muntjak). Aunque es un venado pequeño, un muntíaco puede llegar a pesar 28 kilos (más de 60 libras).
La ardilla de tierra copetuda en cámara trampa. Foto de: Integrated Conservation. |
“A la pregunta de cómo una ardilla podría matar a un animal grande como un [muntíaco], la respuesta fue que la ardilla espera en una rama baja a que pase el venado por debajo, salta sobre su espalda y el muerde la vena yugular, de forma que el venado muere desangrado”, escriben los investigadores. “Una vez muerto el venado, la ardilla procede a destriparlo y comer los contenidos del estómago, el corazón y el hígado. A veces, los cazadores Dayak encuentran estos venados destripados en la selva, con toda la carne intacta, lo que para ellos es una señal clara de que lo mató una ardilla”.
Según parece, la ardilla no solo caza animales silvestres, sino que también mata gallinas del pueblo, devorando “solo el corazón y el hígado”.
Mientras que este tipo de historias suenan inverosímiles, es importante tener en cuenta que el conocimiento local de la fauna salvaje a menudo resulta ser cierto, al menos en parte. Y las ardillas carnívoras no son del todo desconocidas. De hecho, se cree que la ardilla gigante pálida (Ratufa affinis), que también se encuentra en Borneo, “caza pájaros y otros vertebrados activamente”, de acuerdo con el estudio. La ardilla de tierra de trece rayas (Ictidomys tridecemlineatus), común en partes de América del Norte, es conocida por comer animales pequeños como ratones y musarañas. También hay informes anecdóticos de muchas especies de ardillas que comen carne cuando se presenta la oportunidad.
El trenzado camino evolutivo de la ardilla de tierra copetuda de Borneo podría también explicar alguna de sus peculiaridades. Extrañamente, sus parientes más cercanos no se encuentran en Asia, o incluso en Europa o África. De hecho, los parientes más cercanos a la ardilla de tierra copetuda están en América del Sur.
“El linaje evolutivo… debe de haberse extendido alguna vez desde América del Sur al Asia continental y Borneo, luego todos sus relativos asiáticos se extinguieron”, dijo Emily Meijaard. “Por qué sucedió esto no lo sabemos”.
Sin embargo, los investigadores teorizan con la posibilidad de que la gran variedad de grandes depredadores en el Asia continental –incluidos tigres, perros asiáticos salvajes y leopardos- pueden haber jugado un papel en empujar a sus parientes a la extinción. Otras ardillas en el continente son arbóreos, lo que les permite escapar de estos depredadores subiéndose a los árboles.
La ardilla de tierra copetuda podría haber sobrevivido en Borneo porque tenía menos depredadores grandes a los que temer, de acuerdo con los científicos. Quizás su reputada agresividad también ayudase.
Una ardilla en peligro de extinción
Vista aérea de la deforestación por el aceite de palma en Borneo. Foto de: Rhett A. Butler.
Es fácil imaginarse a las ardillas entre los mamíferos más comunes del planeta, pero es una idea equivocada. De las 237 especies reconocidas por la IUCN en la familia Sciuridae, 33 están en la actualidad bajo la amenaza de extinción y otras 28 figuran como Casi Amenazadas. Pero quizás, lo más sorprendente de todo es que 39 de las especies figuran como Datos Insuficientes, lo que significa que los científicos ni siguiera tienen información suficiente para determinar si las especies están en peligro o no. En lo que se refiere a nuestro sujeto, figura como Vulnerable.
“La ardilla de tierra copetuda se encuentra, principalmente, en los bosques bajos y montañosos en Borneo y estos bosques están desapareciendo rápidamente”, dijo Emily Meijaard.
Además, un informe reciente –que incluye a Erik Meijaard como coautor- encontró que Borneo ha perdido más del 30 por ciento de sus bosques desde 1973. Peor aún, la isla perdió un 73 por ciento de sus bosques bajos debido a la explotación forestal o al desmonte durante el mismo periodo. Hace una generación, la isla todavía era uno de los lugares más salvajes del planeta; hoy, muchos de sus animales bien conocidos están en peligro de extinción debido a la generalización de la explotación forestal y las plantaciones de aceite de palma.
“También puede haber una presión adicional por parte de y a captura indiscriminada de la fauna salvaje, que está descontrolado en Borneo… [La ardilla de tierra copetuda] es, en efecto, rara vez vista, pero en la mayoría de los áreas forestales en Borneo donde la gente está poniendo cámaras trampa, se ha confirmado”, explicó Emily Meijaard, añadiendo, “todavía no ha sido registrada en los bosques de turbera pantanosos”.
Mientras los científicos esperan que su informe –y este animal tan poco conocido- ayudará a atraer más atención a la difícil situación de la biodiversidad de Borneo, también les preocupa que, fijando la atención en la ardilla podría, de hecho, empeorar las cosas.
Dibujo de la ardilla de tierra copetuda de 1855. Probablemente fue traído de Borneo, de ahí el hecho de que la cola sea considerablemente más pequeña de lo que es en realidad. Ilustración de: Joseph Wolf.
“Se está llevando a cabo una enorme cantidad de recogida de animales en Borneo, para comida, el comercio de mascotas y otras razones”, explicó Emily Meijaard. “Esto también incluye a las ardillas, especialmente porque las ardillas voladoras de tamaño más pequeño que se han convertido, recientemente, en una mascota muy popular. Lo último que queremos es que la atención internacional hacia la ardilla de tierra copetuda incremente la demanda por la especie, para colecciones privadas o zoológicos”.
Emily añadió que estaban sorprendidos por la cantidad de prensa que la ardilla había recibido con historias populares tanto en Science como en Scientific American.
“Siempre hay un difícil equilibrio entre buscar publicidad para una causa de conservación y mantener las cosas en silencio”, anotó.
Incluso cuando atraer la atención hacia la especie podría ser contraproducente, también debe de ser tenido en cuenta que en la actualidad no hay ningún programa de conservación destinado directamente a la especie ni hay ningún científico estudiándola. Con suerte, un mayor perfil ayudará a la especie a ganar algunos defensores dentro de la conservación.
“La ardilla de tierra copetuda sería un gran tema para un estudiante de biología de la fauna silvestre. No sería una especie fácil de estudiar, porque es bastante escurridiza mientras su comportamiento terrestre la haría más difícil de observar que las especies arbóreas”, dijo Emily Meijaard. “La colocación de collares radio-emisores en unos pocos animales podría proporcionar datos sobre sus patrones de rango, mientras que una detallada cámara trampa podría revelar más sobre su comportamiento. Un buen estudio, idealmente, también debería incluir entrevistas con los lugareños para entender mejor con qué frecuencia la especie es cazada y atrapada y también que aspectos de la especie la gente ha observado”.
A pesar del número de historias salvajes sobre la ardilla de tierra copetuda, los investigadores escriben que “mantienen la mente abierta” a lo que la investigación futura de esta ardilla decididamente nada corriente pueda revelar.
La ardilla de tierra copetuda presumiendo de esa cola grande. Foto de: Integrated Conservation.
“Después de todo, otra aparentemente improbable historia de caza de Borneo de [un ratón ciervo] escondiéndose bajo el agua durante largos periodos de tiempo resultó ser verdad”, escriben los investigadores. “Este tipo de hallazgos reiteran lo poco que conocemos sobre la fauna silvestre de Borneo, y [la ardilla de tierra copetuda] es solo una más de las muchas especies fascinantes en esta isla excepcional que necesita nuestra atención como científicos y conservacionistas”.
En cuanto a la autora principal, la quinceañera Emily Meijaard, no está segura de lo que le deparará el futuro.
“No tengo un plan claro sobre lo que voy a hacer cuando sea mayor, pero sé que será algo relacionado con la ciencia”, dijo. “Tengo un interés particular en biología, física y geografía…Disciplinas en las que he pensado son la biología marina, la bioantropología, la bioantropología marina, la ciencia deportiva”.
Sea lo que sea lo que decida, sus esfuerzos ya han ayudado a arrojar luz sobre una especie que ha estado en las sombras del bosque tropical durante demasiado tiempo.
Y la próxima vez que veas una ardilla ubicua en el patio delante de tu casa –asaltando tu comedero para los pájaros o mordisqueando tu árbol- piensa en las muchas especies de ardillas exóticas por todo el mundo, algunas de las cuales se enfrentan a la extinción… Y una que puede estar cazando venados con un atrevimiento ridículo que nosotros los humanos haríamos bien en reconocer.
Citas:
- Meijaard, Emily Mae, Rona Anne Dennis, and Erik Meijaard. “Tall Tales of a Tropical Squirrel.” TAPROBANICA: The Journal of Asian Biodiversity 6, no. 1 (2014): 27-31.