El kakapo, un loro de Nueva Zelanda que no puede volar, aparece en el puesto cuatro en la lista de aves de EDGE. Fotografía de Shane Mcinnes.
El cómico dodo, el majestuoso alca gigante, la paloma migratoria que cubría los cielos, la moas gigante que reinaba en Nueva Zelanda: el ser humano ha destruido casi 200 especies de aves en los últimos quinientos años, aves que nunca recuperaremos. Ahora, si no actuamos rápido vamos a agregar muchas nuevas a la lista: aves como el ibis gigante, el torillo australiano y el cuervo mielero. Estas son solo algunas de las aves que aparecen hoy en la tan esperada lista EDGE de las 100 aves más raras y en mayor peligro de extinción del mundo.
“La publicación de la lista de aves de EDGE nos permite priorizar nuestros esfuerzos de conservación ante una lista cada vez más larga de especies en peligro de extinción”, dijo Carly Waterman, Coordinadora de Programas de EDGE. “Estas aves únicas en su tipo ilustran la increíble diversidad que existe en nuestro mundo natural.”
Conservación por medio de la ciencia
El pájaro evolutivamente más destacado del mundo: el guácharo. El que se ve aquí fue fotografiado en la Cueva de Humboldt, en Venezuela. Fotgrafía de: Walter Jetz.
Dirigido por la Sociedad Zoológica de Londres, el altamente innovador programa EDGE (cuyas siglas en inglés significan Especies Evolutivamente más Destacadas en Mayor Peligro de Extinción) realiza la conservación de manera diferente. En lugar de enfocarse en las denominadas especies carismáticas y conocidas, el programa EDGE elige sus especies basado en dos datos científicos: peculiaridades evolutivas y el riesgo de extinción según la Lista Roja de la IUCN. En otras palabras, en lugar de hacer de la conservación un concurso de popularidad, el programa EDGE utiliza la ciencia para determinar en dónde se deben enfocar los limitados recursos de conservación en primer lugar.
“Muchas de las especies que estamos resaltando son menos conocidas y están recibiendo menos atención conservacionista que las típicas aves consideradas prioridades para la conservación,” dijo Waterman a mongabay.com. De hecho, cerca de la mitad de las aves en la lista han recibido poca o nula atención por parte de los conservacionistas. Como muchas otras especies alrededor del mundo, las aves se han visto diezmadas por la pérdida de su hábitat, la deforestación, la caza y la pesca indiscriminadas, la contaminación y las especies invasivas, mientras que el cambio climático sigue siendo una amenaza en aumento para la familia aviar.
El Colibrí de Juan Fernandez es el número 56 en la lista de aves de EDGE. Este brillante colibrí se encuentra en una sola isla en el archipiélago Juan Fernandez. Fotografía de: Peter Hodum. |
La nueva lista se basa en años de investigación por parte de biólogos evolutivos, liderados por Walter Jetz junto con la Universidad de Yale. Jetz y su equipo crearon un árbol genealógico masivo para pájaros en el 2012 y hoy publicaron un nuevo estudio en Current Biology (Biología Actual) señalando la distinción evolutiva dentro de la familia.La distinción evolutiva se refiere a qué tan lejos se encuentra un animal de sus familiares en el árbol genealógico, permitiendo que los científicos vean qué especies de aves se pueden considerar como las más irremplazables en términos evolutivos.
La distinción evolutiva se refiere a qué tan lejos se encuentra un animal de sus familiares en el árbol genealógico, permitiendo que los científicos vean qué especies de aves se pueden considerar como las más irremplazables en términos evolutivos.
La investigación fue más lejos que los estudios de peculiaridad evolutiva anteriores al realizar el mapeo de la distribución geográfica de las aves del mundo, permitiendo a los conservacionistas tener otra forma de observar qué tan en riesgo pueden estar las especies. Al utilizar el sitio web, Map of Life, (Mapa de la Vida), los investigadores también han hecho el mapeo de la distribución de las aves para el público.
De acuerdo al nuevo estudio, el ave más peculiar del planeta es el guácharo (Steatornis caripensis). Separado de todas las otras aves existentes por 80 millones de años, este pájaro sudamericano es el único pájaro nocturno, volador y frutícola del mundo.
“Los guácharos anidan y se reproducen en colonias en cuevas durante el día y se van a la noche para volar hacia árboles frutales. Pueden navegar en la oscuridad utilizando la ecolocalización y utilizar olores para localizar fruta”, explicó Waterman.
El nombre común en inglés de estas aves, “oilbird” (“oil”, aceite; “bird, pájaro), se debe a que los pichones, gordos y ricos en aceite, se hervían para obtener aceite. Sin embargo, este pájaro ahora no se encuentra en la nueva lista de EDGE porque, a pesar de haber sido utilizado como una fuente de aceite, no se encuentra actualmente en peligro de extinción.
Conozca a las aves de EDGE
Número uno en la lista de EDGE: el ibis gigante. Fotografía de: the giant ibis. Photo by: Omaliss Keo.
Sin embargo la nueva lista de aves de EDGE, como otras listas similares para mamíferos en 2007, anfibios en 2008 y corales en 2011, incluye una cantidad de aves tan fascinantes como el guácharo. Por ejemplo el ave que se encuentra en primer lugar en la lista: el ibis gigante (Thaumatibis gigantea). Es un ave extraña y enigmática que en posición erguida puede alcanzar hasta un metro de altura. Busca comida en los pantanos y bosques del sudeste asiático, los cuales están desapareciendo rápidamente.
“Se destaca mucho en términos evolutivos, el único representante del género Thaumatibis, que se diferenció del resto de los ibis y espátulas hace alrededor de 50 millones de años”, dijo Waterman, añadiendo que “se estima que solo sobreviven aproximadamente 230 pares en el norte de Cambodia y en el extremo sur de Laos.”
También está el caso del número 34: el pequeño dodo, o paloma manumea (Didunculus strigirostris), la cual es uno de los parientes vivos del mundo más cercano al extinto y mucho más famoso dodo. Esta extraña ave con apariencia prehistórica se encuentra en la isla de Samoa y también está en grave peligro de extinción.
“Puede que queden menos que 250 individuos, aunque nadie sabe realmente mucho sobre ellos en lo absoluto”, dijo Waterman. “Necesitamos determinar su estado de conservación a través de sondeos y utilizar potencialmente los dispositivos de rastreo Mataki para descubrir más sobre sus movimientos y su comportamiento para así poder definir mejor el objetivo de las acciones conservacionistas.”
El marabú argala, número 73 en la lista, se encuentra en el centro y el sudeste asiático. Solo quedan entre 800 y 1200 debido a la perdida los pantanos en los que anidan. Fotografía de: Ben Fitzgerald. |
Algunos del grupo variopinto de las 100 aves ya son bien conocidas a nivel global, como el número tres, el cóndor californiano (Gymnogyps californianus) mientras que otros son apenas conocidos, como el número 58, el gladiador de gorra negra (Malaconotus alius) cuya distribución geográfica se limita solo a una zona montañosa de Tanzania.
De las 100 aves, puede que 12 ya estén extintas, dijo Waterman. Esto incluye al número dos de la lista, el egotelo de Nueva Caledonia (Aegotheles savesi).
“Fue descubierto luego de que un ejemplar entrara volando a la habitación de una persona en 1880”, dijo. “La especie no fue vista de nuevo durante 100 años hasta su redescubrimiento en 1998. Lamentablemente no se la ha vuelto a ver y es posible que esté extinta.”
E incluso estos ejemplos son apenas algunas de las fascinantes criaturas en la lista de EDGE. El número cuatro es el adorable y regordete kakapo, que se alimenta de frutas y no puede volar (Strigops habroptilus), famoso por intentar formar pareja con la cabeza del zoólogo Mark Carwardine durante un documental de vida salvaje. Luego está el número ocho, el águila monera o filipina, una de las aves rapaces más grandes del planeta, que caza desde monos hasta monitores. De hecho, las Filipinas son el hogar de seis aves de EDGE. Esto no es una coincidencia.
“La mitad de las aves en los 100 primeros puesto de EDGE se encuentran en la región Asia Pacífico y cerca de dos tercios de ellos son especies isleñas”, explicó Waterman. “Esto se debe en parte a que una gran cantidad de linajes evolutivos prehistóricos están representados en esta región, pero también a que ha sido el foco de impacto humano masivo al medioambiente. Muchas de las especies isleñas de la región Asia Pacífico son terrestres y por ello son particularmente susceptibles a la caza y especies introducidas de mamíferos depredadores como ratas y gatos, que se alimentan de los huevos y los pichones…Indochina es en particular una prioridad urgente para la conservación debido a su población masiva y el subsecuente impacto sobre la biodiversidad.”
Jetz dice que la lista también dirige a los conservacionistas a partes del mundo que han sido dejadas de lado por mucho tiempo.
“Estas aves tan peculiares y que se encuentran el peligro de extinción a menudo se encuentran lejos de lugares ricos en especies o que ya se encuentran en el radar de conservación”, señaló. “Al identificar estas especies de los primeros 100 lugares podemos enfocar nuestros esfuerzos en acción conservacionista dirigida y monitorear mejor para ayudar a asegurar que todavía estén allí para las generaciones futuras.”
Conservación en la tierra y en el aire
Pichón de correlimos cuchareta. El corrrelimos cuchareta es el número 11 en la lista y ha sido diezmado por la caza y el desarrollo costero. Hoy sobreviven menos de 200 pares. Fotografía de: Simon Buckell.
No todos las aves se encuentran en tierra. Por ejemplo, el número 90, el petrel de Beck (Pseudobulweria becki) es una de las nueve aves marinas de la lista. De todas las familias de aves, las aves marinas son las que están en mayor peligro. El petrel de Beck fue redescubierto tan solo hace siete años y todavía falta que sea el objetivo de algún programa de conservación. Waterman dice que de las alrededor de 50 aves en la lista, como el petrel de Beck, que han recibido poca o nula atención “son las prioridades de conservación inmediatas.”
“Nuestro objetivo es iniciar acciones de conservación para todos ellos, lo que puede realizarse a través de una expedición para descubrir el estado de especies poco conocidas o posiblemente extintas, de un nuevo proyecto ZSL en el cual tengamos una presencia en el país, o a través de conservacionistas de apoyo locales,” dijo Waterman a mongabay.com.
A pesar de su nombre, el cuervo mielero no es un cuervo. Esta extraña especie es una de las 22 especies que se encuentran solo en la isla de Nueva Caledonia. Es el número 85 de la lista EDGE. Fotografía de: Richard Fuller/Creative Commons 3.0. |
Por ejemplo, este año el programa EDGE planea apoyar un programa de reforestación comunitario en las Filipinas para ayudar a una cantidad de especies de EDGE, incluyendo el águila filipina.
“Cada par necesita mantener un territorio de entre 25 y 50 millas cuadradas de bosque para poder alimentar y criar satisfactoriamente a sus pichones, pero una gran parte de los bosques fuera de las áreas protegidas fueron destinados a la agricultura o destruidos por eventos climáticos extremos como el tifón Haiyan del año pasado”, explicó Waterman. “Necesitamos localizar urgentemente sitios clave para el águila y proteger y regenerar el bosque que los rodea.”
EDGE también planea entrenar y apoyar conservacionistas locales jóvenes que desean trabajar con las aves de EDGE a través de su programa de becas.
“También vamos a anunciar una convocatoria para solicitudes de becas que se centran en aves poco conocidas de los primeros 100 lugares”, explicó Waterman. “Las becas de EDGE proveen financiación, entrenamiento y apoyo durante un período de dos años para conservacionistas en el país para organizar proyectos que se enfocan en especies de EDGE.”
Las aves han existido por cerca de 160 millones de años, u 800 veces más que el Homo sapiens. Sobrevivieron al cometa que exterminó a sus ancestros directos, los dinosaurios, y una serie de eras de hielo. Con cerca de 10000 especies hoy, incluyendo unas cuantas especies nuevas descubiertas cada año, son las más diversas de los tetrápodos (vertebrados cuadrúpedos), que incluyen a los mamíferos, los anfibios y los reptiles. Las aves desempeñan roles muy importantes en muchos ecosistemas, incluyendo los de dispersar semillas, controlar a los roedores y cazar otras especies. Sin embargo la crisis actual de la biodiversidad podría hacer desaparecer para siempre a muchos de nuestros amigos emplumados más salientes.
El impresionante águila filipina está en el puesto ocho en la lista. Foto de: Alain Pascua.
El número 28, el pájaro secretario se encuentra a lo largo del África subsahariana y mata serpientes venenosas al pararse reiteradamente sobre sus cabezas. A pesar de ser una especie icónica cuyo número declina, no hay esfuerzos conservacionistas encaminados específicamente a salvar la especie. Foto de: Dries Nys.
El alimoche común es el número 30 de la lista. A pesar de su distribución geográfica masiva desde el norte de África a la India, esta especie aparece en la lista como en peligro de extinción. Foto de Rajiv Lather: Rajiv Lather.
El ibis eremita se ubica en el puesto 12 de la lista y estuvo a punto de extinguirse antes de que se llevaran a cabo grandes esfuerzos conservacionistas para salvarlo. Hoy sobreviven unos cuantos cientos de animales. Foto de: Heather Burgess.
Citas:
- Jetz, W., G. H. Thomas, J. B. Joy, K. Hartmann, D. Redding, and A. O. Mooers. 2014. Distribution and conservation of global evolutionary distinctness in birds. Current Biology 24, 1–12, May 5, 2014 http://dx.doi.org/10.1016/j.cub.2014.03.011