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Nueva rana venenosa de dardo necesita un plan de conservación inmediato

El holotipo, usado por los científicos como base para describir una nueva especie de rana venenosa de dardo: Andinobates geminisae.
El holotipo, usado por los científicos como base para describir una nueva especie de rana venenosa de dardo: Andinobates geminisae. Foto por: Cesar Jaramillo, STRI.


Fue un descubrimiento sorpresivo en un lugar improbable. En una camada de hojas de cerca de cuatro pulgadas de profundidad, bajo un denso dosel de árboles selváticos, los investigadores Marcos Ponce y Abel Batista por parte de la Universidad Autónoma de Chiriquí estuvieron trabajando para completar un inventario de especies en peligro en el bosque húmedo del Istmo Atlántico de Panamá. Pero ninguno de los dos sospechaba en lo absoluto lo que estaban apunto de encontrar: una nueva rana venenosa de dardo.



Debido a sus colores que atrapan la mirada y a su toxicidad, las ranas venenosas de dardo son uno de los anfibios mejor conocidos. Existen actualmente 56 especies y están presentes sólo en los bosques neotropicales desde Nicaragua hasta Bolivia. La mayoría de las ranas venenosas prefieren áreas planas, húmedas y bajas, y pueden ser encontradas cubriéndose bajo la protección de rocas y troncos. Así que cuando Ponce y Batista descubrieron los primeros especímenes de la rana venenosa de Geminis (Andinobates geminisae) en tierra alta, fue de hecho un hallazgo sorpresivo.



“Abel Batista y Marcos Ponce fueron los primeros en notar la presencia de esta especie”, dijo César Jaramillo, herpetólogo de parte del Smithsonian Tropical Research Institute (STRI) y coautor de la descripción de la especie en Zootaxa. “Habían sabido que estaba ahí por muchos años. Sin embargo, no estaban seguros de si era sólo una variedad de otra especie de rana venenosa punta de flecha, Oophaga pumilio, la cual exhibe una tremenda variación en el color. En base a características morfológicas del adulto y del renacuajo, pensé que podría ser una nueva especie de Andinobates geminisae.”



Hasta ahora la nueva especie ha sido encontrada sólo en la cuenca del Río Belén, en áreas intactas del bosque. Todas estas ranas han sido vistas en crestas de pequeños montes, indicando que esta especie en particular prefiere áreas más altas y secas en agudo contraste con sus contrapartes.



Siendo parte de la familia Dendrobatidae, Andinobates geminisae está destinada a ser brillante en el color, aunque su matiz único de cromo naranja, dorso liso y el distintivo llamado del macho, la ponen claramente aparte de otras especies del género.




Un individuo cuyo sexo no está determinado, cargando un renacuajo en su espalda, lo que indica intervención parental. Esto significa que la rana tuvo que desarrollar un sistema para asegurar la salvedad de sus renacuajos para cuando las condiciones pudieran no permitir ni siquiera a unos cuantos suertudos sobrevivir por sus propios medios.
Un individuo cuyo sexo no está determinado, cargando un renacuajo en su espalda, lo que indica intervención parental. Esto significa que la rana tuvo que desarrollar un sistema para asegurar la salvedad de sus renacuajos para cuando las condiciones pudieran no permitir ni siquiera a unos cuantos suertudos sobrevivir por sus propios medios. Foto por Abel Batista.


“Muchos científicos están sorprendidos respecto a este hallazgo. La gente pensaba que era difícil encontrar nuevas especies de ranas venenosas punta de flecha en esta región del país,” enunció Abel Batista. “En Panamá casi todas las áreas están bien documentadas, y encontrar a tan brillantemente colorida rana, nos da la impresión de que en Panamá todavía se necesita mucha más información, principalmente para investigar aquellas áreas remotas a las que nadie va a hacer investigación.”



“Buena parte de la cuesta oeste del Caribe panameño ha sido pobremente estudiada y es de difícil acceso,” explicó además Jaramillo, “también, estas ranas son muy pequeñas, haciéndolas difícil de observar.”



Los científicos celebraron la nueva especie nombrándola Andinobates geminisae, en honor a la esposa de Marco Ponce, Geminis Vargas, debido a su inquebrantable apoyo a los estudios de él en la herpetología panameña. Sin embargo, la celebración que rodeó al hallazgo de esta nueva especie fue de corta duración en tanto la atención inmediatamente se movió hacia la determinación de un plan de conservación especial para asegurar la supervivencia de la especie.



A pesar de llamarle su hogar a una sección del bosquen sin perturbar y casi prístina, esta nueva especie encara algunas amenazas serias a su existencia. Indígenas y otras personas por igual le presentan retos a la especie. La deforestación por parte de personas no indígenas para la agricultura y pastura amenazan su hábitat, mientras que la migración de gente nativa de la Comarca Ngöbe Buglé puede muy bien conducir a éstos a establecer un nuevo asentamiento en el área, lo cual podría incrementar la presión sobre el bosque. Aún más alarmante, compañías multinacionales dedicadas a la minería de cobre han mostrado recientemente interés en esta área.




Hábitat (bosque a la derecha) de Andinobates geminisae en Palmilla, Distrito de Donoso, Provincia Colón, Panamá.
Hábitat (bosque a la derecha) de Andinobates geminisae en Palmilla, Distrito de Donoso, Provincia Colón, Panamá. Foto por Abel Batista.


Desafortunadamente, la deforestación y la minería de cobre no son las únicas preocupaciones para las ranas. El riesgo de ser aniquiladas por el comercio ilegal de mascotas es también una posibilidad muy real.



“Los datos indican que una de las causas de la dispersión es el movimiento de especies anfibias de un lugar a otro, especialmente para el comercio de mascotas. Las Dendrobatidae están entre las especies más comerciales por sus colores brillantes y llamativos”, advirtió Jaramillo. “Como una especie conocida por su pequeña distribución y su color brillante y llamativo, Andinobates geminisae es extremadamente deseable por los coleccionistas. Estoy seguro de que el precio de uno de esos especímenes es muy alto.”



Debido a su vulnerabilidad, la nueva especie está incluida en el programa de reproducción en cautiverio del proyecto Panamá Amphibian Rescue and Conservation (PARC). Mientras es claro que los anfibios en esta área enfrentan muchas amenazas, la más grande es todavía probablemente el hongo chytrid. Una epidemia anfibia que es responsable de colapsos y extinciones de ranas a través del mundo. Sin embargo, es todavía muy pronto para decir si la enfermedad está afectando a Andinobates geminisae.



“Siendo que se trata de una nueva especie, no tenemos datos directos del involucramiento del hongo chytrid en esto”, dijo Jaramillo. “Pero la presencia del hongo ha sido detectada en otras especies en esa área, incluyendo otros Dendrobatidae.”





La coloración luminiscente de Andinobates geminisae crea un contraste distintivo con el suelo del bosque, permitiéndole ser fácilmente detectada.La coloración luminiscente de Andinobates geminisae crea un contraste distintivo con el suelo del bosque, permitiéndole ser fácilmente detectada. Foto por: Abel Batista.



Mientras tanto, PARC continúa enfocando sus esfuerzos en determinar el mejor acercamiento para reducir el impacto del hongo chytrid en las poblaciones anfibias. Es parte de la visión de PARC un día tener la oportunidad de reintroducir ranas en cautiverio de regreso a los campos.



“Las ranas venenosas de dardo pertenecen a una importante parte de las redes tróficas de los ecosistemas, actúan como un consumidor secundario, alimentándose de insectos, gusanos, arañas y ciempiés”, señaló Batista. “Debido a que comen insectos, son una buena defensa contra pestes indeseables.”



Estas ranas también tienen muchos químicos en su piel que, de acuerdo a César Jaramillo, no han sido estudiados extensamente.



“Estos químicos pueden ser una fuente de agentes bioactivos que pueden ser útiles en el control de microorganismos, como por ejemplo en la producción de medicinas, en el futuro”, dijo.


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