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La bomba de carbono de la Fragmentacion Forestal: 736 millones de toneladas de co2 al año

Los científicos han sabido durante mucho tiempo que los bosques fragmentados no son ecológicamente iguales que los paisajes boscosos intactos. Cuando los bosques son seccionados en fragmentos, los vientos resecan el borde vegetal, lo cual provoca elevadas temperaturas y a la muerte de los arboles. A menudo cae la biodiversidad, se eleva la extinción local, y los animales grandes desaparecen. Ahora un nuevo estudio nos impacta con un panorama preocupante: las emisiones de carbono.



Echando un vistazo a los fragmentos forestales en el Bosques Atlanticos Brasileño, una nueva investigación en la revista Nature Communications nos avisa de que las pérdidas de carbono en el perímetro (borde boscoso) son más significativas de lo que se creía. Los investigadores utilizaron la tele observación y la elaboración de modelos por computadora para medir la cantidad de carbono liberado del perímetro del bosque, el cual se define como una franja de 100 m a lo largo de la periferia.



“La mortandad arbórea aumenta, y ya no pueden almacenar la misma cantidad de carbono como hacían los arboles sanos en el núcleo de la selva,” explica Sandro Pütz, autoridad principal del Centro (UFZ) Hemholtz de Investigaciones Ambientales.



La composición de los bosques a lo largo de los bordes de un fragmento se vuelve considerablemente diferente. Aquí predominan especies prolíficas de más rápido crecimiento, las cuales almacenan menos carbono. Los grandes y viejos arboles que almacenan la mayor cantidad de carbono, a menudo no duran en las nuevas condiciones, y tampoco su progenie sobrevive.




A forest fragment rising from a cornfield in Brazil. Photo by: Rhett A. Butler.

Fragmento forestal que sobresale en un campo de maíz. Foto de: Rhett A. Butler.


“Los más vulnerables son los arboles especializados para la vida en el sotobosque de bosque oscuro que necesitan de animales como aves y murciélagos para dispersar sus semillas y polen,” afirma Henrique Nascimento del Instituto Brasileño para Investigaciones Amazónicas en Manaos, en respuesta a mongabay.com en el 2006. “Cuando fragmentas el bosque lluvioso, los vientos calientes de los pastizales circundantes matan muchos árboles, que simplemente no pueden manejar el estrés”.



Ante esto, los científicos han esperado por mucho tiempo que la fragmentación de los bosques y los resultantes llamados “efectos de borde” conducirían a mayores emisiones de carbono para estos bosques, pero no le habían colocado un número hasta ahora.



En menos de 10 años, el Bosque Atlántico Brasileño ha perdido 69 [millones de toneladas de carbono] y el Amazonas [599 millones de toneladas de carbono] debido solo a la fragmentación”, escriben los investigadores en su revista.



El Bosque Atlántico, mas conocido como la Mata Atlántica, es posiblemente la selva lluviosa tropical mas degradada del mundo: solo el siete porciento del ecosistema sobrevive. Peor aun, el 90 porciento de este bosque rico en biodiversidad sobrevive en fragmentos de menos de 100 Ha. En vez de compararlo con un queso suizo, es mas como los huecos cortados de un queso mas El Bosque Atlántico, más conocido como la Mata Atlántica, es posiblemente la selva lluviosa tropical más degradada del mundo: solo el siete por ciento del ecosistema sobrevive. Peor aún, el 90 porciento de este bosque rico en biodiversidad sobrevive en fragmentos de menos de 100 ha. En lugar de ser como un queso suizo, este bosque se parece más a los agujeros que vemos en una porción intacta de este queso.



En resumen, los investigadores estiman que solo con la fragmentación forestal se emiten 200 millones de toneladas de carbono (736 millones de toneladas de co2) a la atmósfera cada año. Este cifra es asombrosa: los expertos han calculado previamente que la deforestación representa unos 800 millones de toneladas de carbono (2900 mil millones de co2) anualmente.



Forest fragments in the Atlantic Forest surrounded by sugarcane. Photo by: Usina Trapiche.
Fragmentos forestales en el Bosque Atlántico rodeados de caña de. Foto de: Usina Trapiche.


“Es un proceso olvidado de la circulación global de carbono de la vegetación,” dijo el coautor Andreas Huth, que trabaja también con UFZ. “Sin embargo, este efecto debería ser tomado en cuenta urgentemente”.



Actualmente, los cálculos realizados por el panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, no toman en cuenta la fragmentación del bosque al estimar las pérdidas de carbono debido a la deforestación y uso de suelos.



Los investigadores también calcularon que para que un fragmento sea lo suficientemente grande para evitar estas pérdidas de carbono adicional debido a los efectos de borde, tendría que ser al menos de 10 000 ha, dependiendo de su forma. Esta cifra equivale al tamaño del Bronx o la isla de Jersey.


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