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Las orquídeas indican un ecosistema saludable, pueden ser usadas para predecir la extinción de otras especies, gestionar bosques
En lo alto de un bosque tropical húmedo en la Sierra de Cayey, Puerto Rico, Benjamin Crain y su asistente de campo estaban buscando, cuidadosamente, su camino a través de la densa masa de árboles cubiertos de musgo. Estaban buscando orquídeas del género Lepanthes, plantas diminutas que no llegan a más de dos pulgadas de altura y se encuentran aferradas a las ramas de los árboles.
Empujando una hoja gruesa de helecho, Crain paró de repente, lleno de alegría. Cuando empezó a bailar, su asistente miró con curiosidad a la diminuta fruta con forma de lenteja colgando de un tallo y, decidió, resueltamente, que Crain estaba loco. Después de más de dos años estudiando Lepanthes caritensis, una endémica rara puertorriqueña, Crain, finalmente, había encontrado su primer espécimen dando fruta.
Un espécimen diminuto de Lepanthes caritensis mostrando su bonita flor roja enclavada entre el musgo. Esta rara endémica puertorriqueña se encuentra en solo dos lugares en la isla de Puerto Rico y solo ha sido documentada creciendo en 15 árboles individuales. Imagen cortesía de Benjamin Crain.
Las orquídeas, con su tentador olor y su preciosa variedad de flores, han cautivado la imaginación de la gente durante siglos. En la Inglaterra victoriana, la colección obsesiva de orquídeas conocida como “orquideomanía” tenía fanáticos acaudalados que financiaban expediciones para recolectar orquídeas por todo el mundo. No es sorprendente la caza por orquídeas raras, ya que las orquídeas son un grupo de plantas inmensamente biodiverso, que contiene unas 25.000 especies, o casi uno de cada diez de todas las plantas de semillas. Entre las orquídeas más conocidas están las Vanilla planifolia, la fuente de las semillas de vainilla usadas como un agente saborizante y Cattleya, una orquídea vistosa comúnmente cultivada.
Las orquídeas han fascinado a los seres humanos durante siglos con sus exquisitas formas y su amplia variedad de color y olor. Litografía de Ernst Haeckel de 1899 de su publicación Kunstformen der Natur mostrando 16 orquídeas diferentes. |
Sin embargo, esta intensa relación entre las personas y las orquídeas cuelga ahora de un hilo. En un informe publicado a principios de este año en Diversity and Distributions, Crain y su colega Raymond Tremblay investigaron el enlace entre la deforestación y las extinciones de orquídeas. Encontraron que la deforestación era el factor más importante en determinar la extinción prevista para los próximos cincuenta años.
Crain explicó, “docenas de especies de orquídeas, en algunos casos, pueden vivir en solo un árbol. Imagínense cuantas puede haber en un bosque entero”.
Según los autores, las mayores posibilidades de extinción estaban concentradas en América Central, Haití y Ecuador. Los autores predijeron la extinción de 97 Lepanthesspecies en Ecuador durante los próximos 50 años si continúa la deforestación a su nivel actual. Según la estación de seguimiento forestal, Global Forest Watch, más de medio millón de hectáreas de cobertura forestal se perdieron en Ecuador entre 2001-2013, mientras solo volvieron a crecer unas 100.000 hectáreas durante del mismo periodo.
La pérdida y ganancia forestal en Ecuador entre 2001 y 2013, con los bosques definidos como áreas con una densidad forestal mayor del 10 por ciento. En total, se han perdido 520.585 hectáreas (ha), mientras que 102.662 ha han vuelto a crecer, lo que quiere decir que el país perdió un 2 por ciento de sus bosques en solo una década. Ecuador es un punto caliente de diversidad de orquídeas, contiene 388 especies de Lepanthes, de las cuales 256 eran raras, documentadas en tres o menos lugares. La deforestación posee una seria amenaza a la extinción de las orquídeas. Mapa cortesía de Global Forest Watch. Haga click para ampliar.
Ecuador es el hogar de la mayor riqueza conocida de la especie Lepanthes en toda América Latina, debido a su increíble diversidad de zonas geográficas y climáticas. La gran variedad de nichos, áreas con características medioambientales y ecológicas distintas, ha permitido a la diversidad de Lepanthes prosperar. Conservar esta variedad de paisajes es especialmente importante para mantener la biodiversidad, donde un número de especies en una sola hectárea puede competir con las encontradas con países enteros en regiones templadas.
Una ilustración de 1911 de la fragante Bulbophyllum longissimum, de la revista Curtis’ Botanical. |
Las orquídeas tienen muchas relaciones excepcionales con otros organismos, que incluyen las interacciones especializadas con los polinizadores así como asociaciones fúngicas que son necesarias para que se germinen las semillas. En su estudio, Crain se centró en el género Lepanthes, que, solamente este género, tiene más de 1.200 especies. Algunas de estas especies solo se pueden encontrar en una isla o en una cima de montaña aislada. Quizás su característica más misteriosa es la más fascinante: Lepanthes no ofrece ninguna recompensa a sus polinizadores, y solo se ha presenciado la polinización en dos ocasiones. Lepanthes, así como otros varios géneros de orquídeas, atrae a sus polinizadores a través de una adaptación conocida como engaño sexual. Como explicó Crain, “literalmente, el mosquito piensa que va a conseguir cierta acción, se engancha a la flor, tira la casa por la ventana y, de este modo, quedan las polinias (masas de granos de polen) pegadas a su abdomen. Cuando visita a la siguiente flor, las polinias se ponen en contacto con el estigma de esa flor y se produce la fertilización”.
Para Crain, la fascinación con las orquídeas va más allá del estudio académico. “Una de mis favoritas es Bulbophyllum longissimum, ¡a mí me huele como algodón de azúcar fresco y llena toda la estancia con deleite!”
Según Crain, es lo que representan las orquídeas, la inverosímil variedad de formas y belleza que surge de la evolución, lo que es realmente cautivador.
“Por todas las locuras que, aparentemente, hacen las orquídeas, cuando realmente te fijas, siempre hay una respuesta que se puede encontrar en la ecología y la evolución que explica su comportamiento aparentemente extraño”.
Crain Crain durante el trabajo de campo cerca de Villa de Leyva, Boyaca, Colombia, con un espécimen de Oncidium en flor. Colombia tiene la segunda mayor diversidad de orquídeas en el mundo, después de Ecuador. Imagen cortesía de Benjamin Crain.
Debido a su extrema diversidad y sus estrechas relaciones dentro de su ecosistema, los biólogos consideran a las orquídeas un indicador excelente de la biodiversidad en su conjunto en un área.
“Las orquídeas interactúan con tantas otras especies, que pueden indicar alteraciones en estos sistemas antes de que sean aparentes a través de otros objetivos”, dijo Crain. Siendo tan especialistas puede hacer a las orquídeas especialmente vulnerables a los cambios. “Estas especies dependen de unas condiciones medioambientales específicas y si estas condiciones son alteradas, la especie puede mostrar signos de trastorno muy rápidamente. Esto les hace buenos indicadores de problemas mayores en algunas ocasiones”.
Como indicadores, las orquídeas nos pueden ayudar a identificar áreas clave para la conservación y priorizar la gestión del uso de la tierra. En particular, Crain enfatiza que la conservación debe de ser pensada como un proceso, no un evento.
“Imagínate a un Lepanthes en la cima de una montaña: la protección de ese bosque es fundamental, pero si el área de alrededor es deforestado, especies invasivas se pueden convertir en un problema que necesita un remedio sobre el terreno”, dijo. “Más aún, al ir cambiando el clima, el hábitat en esa cima de montaña puede verse afectado, entonces tienes tiene todo un nuevo conjunto de circunstancias al que enfrentarse y así el proceso continúa al identificarse nuevos goles. ¡Es mucho trabajo, pero es fascinante!”
BBC David Attenborough vídeo del engaño sexual de la orquídea
Citas:
- Crain, B. J., & Tremblay, R. L. (2014). Do richness and rarity hotspots really matter for orchid conservation in light of anticipated habitat loss? Diversity and Distributions, 20(6), 652–662.
- Crain, B., & Tremblay, R. (2012). Update on the distribution of Lepanthes caritensis, a rare Puerto Rican endemic orchid. Endangered Species Research, 18(1), 89–94.
- Hansen, M. C., P. V. Potapov, R. Moore, M. Hancher, S. A. Turubanova, A. Tyukavina, D. Thau, S. V. Stehman, S. J. Goetz, T. R. Loveland, A. Kommareddy, A. Egorov, L. Chini, C. O. Justice, and J. R. G. Townshend. 2013. “UMD Tree Cover Loss and Gain Area.” University of Maryland and Google.
- Crain, B., & Tremblay, R. (2012). Update on the distribution of Lepanthes caritensis, a rare Puerto Rican endemic orchid. Endangered Species Research, 18(1), 89–94.