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El Gran Agujero Azul de Belice, un Sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO, es una de las áreas que el gobierno beliceño propone explorar en busca de petróleo y gas. Foto cortesía de U.S. Geological Survey.
El gobierno de Belice propone habilitar la mayor parte del área marina del país, inclusive los siete Sitios que UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad, para perforaciones petrolíferas y gasíferas, según informa Associated Press. Belice actualmente mantiene una moratoria voluntaria sobre perforaciones de este tipo.
Los grupos de conservación se han opuesto radicalmente a esta propuesta de otorgar concesiones petroleras en áreas marinas protegidas, siete de ellas en el Arrecife de Barrera de Belice, el segundo arrecife más grande del mundo. Se cree que el área habilitada para exploraciones incluye el Gran Agujero Azul, un Sitio que UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad y que Jacques Cousteau listó entre los diez sitios de buceo más apreciados del mundo. Entre los residentes habituales del sumidero submarino de 300 metros de ancho y 124 metros de profundidad están los tiburones de arrecife del Caribe (Carcharhinus perezii), las guacamayas negras (Scarus coelestinus) y los tiburones gayarre (Carcharhinus leucas).
“Se mire por donde se mire, tanto la exploración como cualquier accidente ponen en riesgo la industria pesquera y la turística”, dijo Lawrence Epstein, director del programa de arrecifes mesoamericanos del grupo de conservación Fondo para la Defensa Ambiental, a Associated Press.
Una miríada de criaturas marinas que moran en los arrecifes sentirá el efecto adverso de la perforación frente a la costa, dice la gente activista. Es más, hasta la exploración introducirá barro en los ecosistemas, y las pruebas sísmicas perturbarán las ondas ultrasónicas con las que los delfines se comunican y buscan alimento, dijo Janelle Chanona, vice presidenta de operaciones en Belice del grupo Oceana de conservación marina, a Associated Press.
Toda el área marina de Belice, de casi 36.260 kilómetros cuadrados, es aproximadamente una sexta parte de los 207.199 kilómetros cuadrados en los que se vedó la pesca a raíz del derrame de petróleo de 2010 en el Golfo de México, cuyos efectos sienten hasta ahora las criaturas marinas del área. Hasta un derrame comparativamente pequeño pone en peligro las arenas blancas y las aguas claras de Belice, pilares mismos de su industria de turismo que genera 30 por ciento del empleo en el país, según el sitio en la web de Oceana, que ha estado luchando por evitar más perforaciones frente a las costas de Belice.
Epstein le dijo a Associated Press que 5 por ciento de la población beliceña de 340.000 subsiste de la pesca y que es posible que esté en riesgo por la nueva propuesta.
En 2012 Oceana llevó a cabo lo que anunció como un “referendo popular”, con más de 50 estaciones de votación por toda Belice. Según el grupo, noventa y seis por ciento de la población de casi 30.000 beliceñas(os) que votó se oponía categóricamente a perforaciones frente a la costa.
En julio de 2014, El Comité de UNESCO del Patrimonio de la Humanidad decidió mantener el Arrecife de Barrera de Belice en su lista de Patrimonio de la Humanidad en peligro, pero advirtió al gobierno beliceño que una perforación petrolífera en el sitio o cerca del sitio será incompatible con el estatus de Patrimonio de la Humanidad.
Chanona dijo a Associated Press que Oceana informó de sus inquietudes al gobierno y que, aunque las autoridades acordaron considerar este informe en su decisión, el historial de Belice le quita cierta credibilidad al respecto. En 2013, The Guardian informó que una pirámide maya de 2.300 años fue irrevocablemente dañada al extraer rocas para un proyecto de construcción de caminos y que los sitios mayas son habitualmente menoscabados para obtener relleno de caminos para toda la nación.