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Sobrematanza en curso: la pérdida de grandes herbívoros lleva a “paisajes vacíos”

Los megaherbívoros decaen especialmente en Asia y África.



Hunting may be the single greatest threat to the world's endangered megaherbivores. Skinned antelope for sale in Guinea, Africa. Photo by: Terry Sunderland for Center for International Forestry Research (CIFOR).

La caza puede ser la única mayor amenaza para los grandes herbívoros en peligro de extinción. Venta de un antílope despellejado en Guinea, África. Foto de Terry Sunderland para el Center for International Forestry Research (CIFOR)


Hace diez mil años, los historiadores humanos, o los marcianos, verían las actuales perdidas de biodiversidad y extinciones iguales a la extinción del Pleistoceno que vio como todo desaparecía, desde los mamuts hasta los dientes de sable pasando por los rinocerontes lanudos. En aquel entonces, alcanzando el máximo hace 11.000 años, muchos científicos sostienen que los sofisticados cazadores humanos que emigraban acabaron con las grandes especies mundiales en una gran oleada, lo que llevó a efectos en cadena en los superdepredadores y en los ecosistemas globales. Según un artículo en Science Advances, la historia se puede estar repitiendo o, simplemente, esta “sobremantanza” sigue en curso.



“La ola de extinciones que acabaron con el 80 por ciento de los megaherbívoros (más de 100 kilogramos) del Pleistoceno parece que aún continúa en África y en el sudeste asiático”, declaran 16 científicos en el artículo. “Las recientes extinciones del rinoceronte negro en el África occidental y del rinoceronte de Java en Vietnam son serios recordatorios de esta tendencia a largo plazo”.



Al fijarse en los restantes megaherbívoros (o grandes mamíferos comedores de plantas), el artículo halló que el 60 por ciento están actualmente en peligro de extinción y el 58 por ciento tiene un declive en la población. Y al igual que los humanos primitivos cazaron grandes mamíferos hasta la extinción, el equipo encontró que la caza era aún una de las mayores amenazas para los megaherbívoros de la actualidad.



The common hippopotamus is no longer that common. Listed as Vulnerable by the ICUN Red List the species is in decline. Photo by: Kristopher Everatt.
“El hipopótamo común, ya no es tan común. Figura como “Vulnerable” en la lista roja del IUCN ya que la especie está en decadencia. Foto de Kristopher Everatt.

“Esperaba que el cambio de hábitat sería el principal factor que pone a los grandes herbívoros en peligro de extinción”, afirma el autor principal William Ripple con la Universidad de Oregón. “Pero sorprendentemente, los resultados muestran que los dos factores principales en la disminución de herbívoros son la caza humana y el cambio de hábitat. Son amenazas paralelas”.



El estudio de Ripple define a los megaherbívoros como aquellos que pesan más de 1.000 kilogramos (o 220 libras), que vienen a ser unas 74 especies identificadas actualmente, entre ellas los elefantes, rinocerontes, gorilas, jirafas y okapis, caballos, hipopótamos, tapires, camellos además de varios de los mayores venados, antílopes y bovinos, y seis especies de jabalí.



La mayor parte de estos megaherbívoros amenazados se encuentran en Asia y África. De hecho, los 19 megaherbívoros del sudeste asiático están en peligro de extinción. De los 32 que hay en África, 12 están en peligro. Sudamérica es el hogar de cinco megaherbívoros, pero cuatro de ellos están en vías de extinción. Sólo una especie en Europa está amenazada (el bisonte europeo) y ninguno en Norteamérica.



El estudio sigue una investigación similar del año pasado sobre superdepredadores, también dirigido por Ripple, que descubrió que el 77% de 31 mayores carnívoros del mundo están en declive.



“Sobrematanza”



Se ha informado de que los rinocerontes y los elefantes sufren una crisis de caza furtiva que ha puesto a casi todos sus miembros en peligro, pero la caza también afecta a una amplia variedad de otros megaherbívoros, desde jabalíes y jirafas hasta hipopótamos y tapires.



Bushmeat hunting is a major threat for the world's gorillas. This western lowland gorilla (Gorilla gorilla gorilla) was killed in Cameroon. Photo by: Edmond Dounias for Center for International Forestry Research (CIFOR).
La caza de carne de animales salvajes es una de las mayores amenazas para los gorilas. Este gorila occidental de llanura fue cazado en Camerun. Foto de: Edmond Dounias para Center for International Forestry Research (CIFOR)


“La excesiva caza extensiva para carne en muchos de los países en vías de desarrollo es probablemente el factor más importante en el declive de los mayores herbívoros terrestres”, escriben los investigadores. “La lenta reproducción convierte a los grandes herbívoros particularmente vulnerables a la caza excesiva. Normalmente las especies más grandes y de reproducción más lenta son las que desaparecen primero y conforme desaparecen, los cazadores recurren a especies más pequeñas y fecundas, un proceso en cadena que posiblemente se ha estado repitiendo durante miles de años”.



En el sudeste asiático, la caza excesiva y furtiva ha llevado al llamado síndrome de los bosques vacíos, en el que bosques enteros prácticamente se han vaciado de grandes mamíferos y pájaros. Pero ahora los investigadores afirman que esta idea se puede extender a “paisajes vacíos”, en los que se han aniquilado a grandes herbívoros para satisfacer la demanda en aumento de carne de animales salvajes y medicina tradicional.



Por supuesto, la caza no es la única amenaza. La pérdida de hábitat es la otra pieza clave y, en algunas especies, eclipsa a la caza. Al fijarse en un tercio de los herbívoros, los investigadores hallaron que las especies de media han perdido un 81% de su alcance histórico. Y muchos de los megaherbivoros del mundo compiten cada vez más contra los herbívoros favoritos de la humanidad: las vacas, las cabras o las ovejas. Según el artículo, la producción ganadera se triplicó de 1980 a 2002 en los países en vías de desarrollo.



“Hoy en día hay 3,6 mil millones de cabezas de ganado rumiante en la Tierra y se han estado incorporando al planeta unos 25 millones cada año… durante los últimos 50 años”, afirman los investigadores.



Pero, según los autores, los causantes subyacentes tras la pérdida de megaherbivoros son los mismos que en la pérdida de biodiversidad en general.



“Las fuerzas definitivas tras el declive de las poblaciones de los grandes mamíferos son el crecimiento de la población humana y el incremento del consumo de recursos per cápita.”



Roles: desde el nacimiento hasta la muerte



Las especies más grandes del mundo representan una gran cantidad de papeles grandes ―y vitales― en sus respectivos ecosistemas, como es de esperar. Esparcen semillas por todas partes (algunas de las cuales sólo pueden desperdigarlas los mamíferos), crean espacios abiertos en los bosques y cuando mueren proporcionan comida a los queridos superdepredadores y a los menos adorados, pero igual de importantes, carroñeros. Incluso los restos son importantes.



“Los cadáveres aportan una serie de nutrientes a la tierra, tales como el calcio, con efectos que pueden durar varios años tras la muerte del animal”, dicen los investigadores.



An impala killed in a wire snare. Snaring is one of the most insidious hunting methods as it indiscriminately injures, maims, or kills any animal that gets caught, including often non-target animals. They are also easy to produce and cheap. Photo by: Sokwanele - Zimbabwe.
Un impala muerto por una trampa de alambre. La caza con trampas es uno de los métodos mas traicioneros porque hiere, mutila o mata indiscriminadamente a cualquier animal que se atrape, a menudo incluyendo animales que no son el objetivo. También son fáciles de producir y baratas. Foto de Sokwanele – Zimbabue.

Aunque la interacción entre grandes herbívoros y depredadores o carroñeros es clara, los investigadores también han encontrado un sorprendente número de vínculos entre megaherbivoros y especies menos obvias.



“Los grandes herbívoros interactúan con un conjunto de pequeños animales incluyendo pájaros, insectos, roedores, lagartos y otros”, escriben. “Por ejemplo, varias especies de peces se alimentan de heridas superficiales en los hipopótamos y los excrementos del elefante asiático pueden ser utilizados por anfibios como refugio diurno. Cuando los bisontes se revuelcan, ayudan a pájaros y anfibios al crear piscinas pasajeras y el pastoreo de los bisontes puede facilitar el hábitat a los perritos de las praderas y a los geómidos. Los picabueyes dependen de grandes herbívoros para su dieta de ectoparásitos y los insectos que chupan la sangre, como las moscas tse-tsé, dependen en gran medida de los herbívoros para alimentarse”.



Los grandes herbívoros también son la clave del turismo. Piensa: los rinocerontes blancos en Sudáfrica, los gorilas en Ruanda, los elefantes en la India y los bisontes en Polonia.



“Los carismáticos grandes herbívoros son una fauna importante que atrae a muchos turistas a zonas protegidas, sobre todo cuando comparten el lugar con grandes carnívoros”, declaran los investigadores.



Herbívoros felices



El actual estado de los megaherbivoros no significa que estén condenados a la extinción. En los últimos más de cien años ha habido varias historias de ecologistas que salvan mamíferos herbívoros al borde de la extinción.



En 1894 había tan sólo 40 rinocerontes blancos en el mundo, pero hoy en día hay unos 20.000 (aunque se enfrentan a una cruel crisis de caza furtiva). En 1900 había sólo unos 2.000 búfalos, actualmente 30.000 están en manadas protegidas y medio millón en granjas de bisontes. Justo tras la Primera Guerra Mundial, el bisonte europeo en libertad se extinguió, pero ahora hay 2.300 vagando libres. Mientras tanto, la cantidad de rinocerontes negros se ha duplicado en los últimos 20 años tras tocar fondo a mediados de los 90. Y, tras extinguirse en libertad en los 60, el caballo de Przewalski ha vuelto; hoy en día más de 300 caballos deambulan libres en Mongolia.



Estas lecciones de historia demuestran que los grandes herbívoros pueden conseguir notables reapariciones con esfuerzos coordinados para la conservación, incluso cuando quedan pocos individuos. De hecho, todos los actuales bisontes europeos descienden de una simple docena de animales en cautividad y todos los caballos de Przewalski vienen de 14.



The European bison is considered Vulnerable by the IUCN Red List, but remains one of the great conservation success stories for megaherbivores. Several thousand survive in the wild today after going extinct in the wild in the 1920s. Photo by: Photo by Graham Kerley.
El bisonte europeo figura como “Vulnerable” en la lista roja del IUCN, pero queda como uno de los grandes éxitos de conservación en megaherbivoros. Varios miles sobreviven hoy en libertad tras extinguirse en los años 20. Foto de Graham Kerley.

Pero los investigadores dicen que la protección de nuestros megaherbivoros depende de las inversiones y esfuerzos del primer mundo.



“Las poblaciones más ricas del mundo deberán proporcionar los recursos esenciales para asegurar la preservación de nuestra herencia natural global de grandes herbívoros”, afirman, añadiendo que “es esencial un sentido de justicia y desarrollo para asegurar que las poblaciones locales puedan beneficiarse justamente de la protección de grandes herbívoros”.



Para ello, los investigadores piden que se aborde la demanda de productos naturales de especies en peligro de extinción, se expandan y conecten las zonas protegidas, se cambie la proteína animal por la proteína vegetal y se investiguen más herbívoros menos conocidos. Los investigadores también apoyan la conservación comunitaria, donde la gente local se convierte en accionistas, como modelo para avanzar.



“Es esencial que la comunidad local se implique y se beneficie de la gestión de las zonas protegidas”, aseguran. “La participación local en el manejo de las zonas protegidas tiene mucha relación con el cumplimiento de las políticas en esas zonas”.



Por último, dicen que es el momento de empezar a pensar más allá de los megaherbivoros populares y conocidos.



“Abogamos por una estrategia global financiada por el gobierno para los grandes y raros herbívoros más allá de los elefantes y los rinocerontes, además de la fundación de una organización no gubernamental que se centre exclusivamente en los grandes herbívoros raros, como hace la Arcus Foundation con los simios o Panthera con los grandes felinos”, declaran los investigadores.



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