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Fotos: la veda periódica en zonas de pesca aumenta el número de pulpos y ayuda a las comunidades costeras


A fisherman spears an octopus in southwestern Madagascar. Photo copyright: Garth Cripps / Blue Ventures 2015.Un pescador arponea un pulpo en el sudoeste de Madagascar. Foto: © Garth Cripps / Blue Ventures 2015.



Prohibir la pesca como modo de preservar la vida marina no siempre es popular entre las comunidades que dependen de esta actividad para subsistir, pero parece que algunos pueblos del sudoeste de Madagascar han encontrado una estrategia para obtener beneficios económicos de las vedas.

De acuerdo con una investigación publicada el 17 de junio de este año en PLOS ONE, cerrar de manera temporal cada año tramos de las áreas donde ellos pescan pulpos no solo ayuda a que los pueblos recuperen las poblaciones en descenso de dicho molusco, sino también que genera más ingresos para los pescadores.

La captura de pulpos —en particular el pulpo del día (Octopus cyanea)— es el principal medio de vida de las poblaciones costeras del sudoeste malgache. Los pescadores —mujeres en su mayoría— atrapan los pulpos en las llanuras de los arrecifes de coral durante la marea baja. Hasta hace poco, esta era la forma de atrapar la cena, pero en los últimos años comenzaron a vender los pulpos a empresas pesqueras para exportar al sur de Europa. Como resultado, la sobrepesca aumentó y disminuyó la captura..

In recent years, buyers for southern European markets have been sourcing octopus from remote villages in southwestern Madagascar. This has enabled local fishermen to begin earning money from their traditional octopus fishery, but it has also led to overfishing. Here octopus is gathered for export. Photo copyright: Garth Cripps / Blue Ventures 2015.
En los últimos años, los compradores han estado proveyendo pulpos de aldeas remotas del sudoeste de Madagascar a los mercados del sur de Europa. Esto ha permitido que los pescadores locales comiencen a ganar dinero de la pesca tradicional de pulpos, pero también ha llevado a la sobrepesca. Aquí, pulpos amontonados para exportar. Foto: © Garth Cripps / Blue Ventures 2015.



Entonces en 2004, tras conversaciones con Blue Ventures Conservation —grupo conservacionista con base en Londres— y varios de sus socios, la remota aldea pesquera de Andavadoaka —al sudoeste de Madagascar— cerró por siete meses una parte del área donde se pesca pulpo. El sitio que se clausuró se encontraba alrededor de una isla barrera localizada a 7 km de la costa. Los pescadores tenían prohibido capturar pulpos durante la veda, pero podían continuar pescando otras especies en el sitio. Blue Ventures prestó apoyo técnico, financiero y logístico para el proyecto.

“Después de la veda, los pescadores descargaron pulpos enormes”, le contó Alasdair Harris —ecólogo marino y director ejecutivo de Blue Ventures— a mongabay.com. “Y la práctica tuvo un rápido efecto multiplicador y los poblados vecinos enseguida la adoptaron”.

De hecho, después del éxito de las primeras vedas, las comunidades de la región formaron lo que ahora se conoce como el Velondriake Locally Managed Marine Area (LMMA), un área de 1000 km2 donde un organismo regulador supervisa las vedas periódicas de pulpos. En 2005, el Gobierno malgache comenzó a prohibir, entre mediados de diciembre y fines de enero, la pesca de pulpo en toda la región suroeste.

A fisherman dries octopus for local consumption on a remote Madagascar island.  Photo copyright: Garth Cripps / Blue Ventures 2015.
Un pescador seca pulpos para consumo local en una isla distante de Madagascar. Foto: © Garth Cripps / Blue Ventures 2015.


En todo el mundo se usan estrategias comunitarias de conservación similares, pero el impacto y la eficacia de estas siguen, en gran medida, sin ser estudiadas.

En la presente investigación, Harris y varios colegas se propusieron evaluar si las prohibiciones periódicas son realmente eficaces, tanto en la conservación de la especie como en el incremento de los beneficios económicos de las comunidades pesqueras.

Parar averiguarlo, los investigadores registraron a lo largo de ocho años (entre 2004 y 2012) los datos referidos a la captura de pulpo en veinticinco poblados localizados dentro de lo que ahora es el Velondriake LMMA. Cada año, por un período de dos a siete meses, las aldeas clasificaban alrededor de un quinto de las áreas de pesca como zonas prohibidas, donde los sitios específicos eran seleccionados por los propios pescadores.

Durante los meses de veda, los pescadores evitaban los lugares clausurados y atrapaban pulpos solo en las áreas de pesca de libre acceso. Al final de la veda, los pescadores regresaban a esos sitios.

Malagasy fishermen mark the opening of an octopus fishing grounds that has been closed for several months to allow octopuses there to replenish. They offer Fanta and rum (but never Coke, which they consider inferior) to their ancestors as part of an opening-day ceremony. Photo copyright: Garth Cripps / Blue Ventures 2015.
Pescadores malgaches marcan la apertura de una zona de pesca de pulpo que estuvo cerrada durante varios meses para permitir que los pulpos del lugar se repongan. Ellos ofrecen Fanta y ron (pero nunca Coca Cola, por considerarla inferior) a sus ancestros como parte de una ceremonia inaugural. Foto: © Garth Cripps / Blue Ventures 2015.



“La aplicación y el control eran llevados a cabo en el ámbito local por los miembros de la comunidad, quienes hacían cumplir la legislación aprobada de ese lugar (dina) para establecer cada veda”, comentó Harris.

El equipo analizó los datos de captura de treinta y seis sitios a los que se cerraban de manera periódica y encontraron que, en promedio, las capturas de pulpo aumentaron más del 700 %, desde alrededor de 50 kg durante el mes previo a la veda hasta unos 405 kg durante el mes posterior.

Fishermen and fisherwomen span out across an octopus fishing grounds on the day it was reopened to fishing after a closure of several months. The closures have become popular among fishing communities because they improve octopus harvests. Photo copyright: Garth Cripps / Blue Ventures 2015.
Después de una veda de varios meses, los pescadores buscan pulpos en una zona de pesca el mismo día en que esta fue reabierta. Las vedas se volvieron populares entre las comunidades pesqueras porque mejoran la producción de pulpo. Foto: © Garth Cripps / Blue Ventures 2015.


“Las vedas aumentan el número de pulpos atrapados, así como también el peso de estos moluscos, durante los treinta días posteriores a la finalización de las prohibiciones; de esta manera, ayudan a mejorar la producción de pulpo”, dijo Gilbert Francois, director general del Ministerio de Pesca y Recursos Marinos de Madagascar, en un comunicado de prensa en el que anunció el estudio.

El incremento de las capturas también beneficia a los exportadores de pulpo. “Gracias a las vedas, las compañías de exportación obtienen pulpos más grandes”, dijo en un comunicado de prensa Vassant Ramdenee, director de Murex International, empresa de mariscos de la ciudad costera de Toliara.

La investigación mostró además que el ingreso promedio de los poblados aumentó más del doble, desde alrededor de 600 dólares durante el mes anterior a una veda hasta 1400 dólares a lo largo del mes posterior. “De manera notable, vemos un patrón consistente de resultados positivos y tasas de retorno rápidas en aquellos lugares con escasas denuncias de captura ilegal”, comentó Harris.

A fisherwoman carries her octopus catch across a reef flat. Photo copyright: Garth Cripps / Blue Ventures 2015.
Una pescadora arrastra el pulpo que capturó en una llanura de arrecife. Foto: © Garth Cripps / Blue Ventures 2015.


Los investigadores también encontraron que las capturas de pulpos no disminuyeron en los sitios de control de libre acceso, donde los pescadores podían capturarlos todo el año. Tampoco se redujeron los ingresos de la población durante la época de veda, así que parece que las vedas periódicas representan un beneficio económico neto para las comunidades que las implementan.

Harris dijo que una de las razones es que los pescadores podrían así y todo pescar en el 80 % de las zonas de pesca y agregó que los períodos de veda eran también cortos.

En las áreas de libre acceso, “los datos sugieren que los pescadores pueden atrapar exactamente lo que atrapaban antes, así que no hay un sacrificio perceptible en cuanto a lo que capturan”, añadió.


“An

El éxito del programa provocó un efecto dominó. El organismo regulador del Velondriake LMMA reprodujo las vedas periódicas en los manglares del área para mejorar la productividad de cangrejos. El comité también prohibió las prácticas de pesca destructivas e incluso instituyó la primera de seis áreas impuestas por la comunidad donde no se puede pescar de manera permanente. Además, la vecina República de Mauricio introdujo en el 2012, con éxito, una veda de captura de pulpo similar de dos meses.

“Por eso estamos tan entusiasmados”, dijo Harris. “Encontramos una especie que es receptiva y esto cambia completamente el modo de pensar de las comunidades con respecto a que la conservación puede funcionar para ellos y no estar en su contra”.

“Y ahora tenemos este enorme grupo formado por algunos de los pescadores más pobres del planeta —en especial, mujeres— que luchan por la conservación. ¡Qué giro tan extraordinario!”, agregó Harris.

A fisherwoman spears an octopus on a reef flat at low tide. Photo copyright: Garth Cripps / Blue Ventures 2015.
Una pescadora arponea un pulpo en una llanura de arrecife durante la bajamar. Foto: © Garth Cripps / Blue Ventures 2015.


En abril de este año, Harris fue galardonado con el Skoll Award for Social Entrepreneurship —otorgado por la fundación Skoll, cuya base está en California—, por el que recibió 1.25 millones de dólares debido a su trabajo con las comunidades pesqueras de Madagascar.

Harris comentó que el éxito de la vedas malgaches tiene sentido desde una perspectiva biológica y que los investigadores habían predicho que el pulpo del día respondería bien ante tal estrategia de gestión. En el sudoeste de Madagascar, la especie vive alrededor de un año, alcanza muy rápido un gran tamaño y las hembras desovan durante todo el año, así que es capaz de reponerse pronto cuando no es época de captura.

Muchas otras especies comercialmente importantes podrían no reaccionar tan bien a las vedas. Por ejemplo, una investigación del 2007 de la revista Ecological Applications concluyó que a las especies como la del pez loro o el pez cirujano les puede tomar dos décadas recuperarse de la sobrepesca y, por lo tanto, requeriría períodos de protección más prolongados.

A fisherwoman wades a reef flat hunting octopus. Photo copyright: Garth Cripps / Blue Ventures 2015.
Una pescadora vadea una llanura de arrecife en busca de pulpos. Foto: © Garth Cripps / Blue Ventures 2015.


“Sin embargo, la estrategia malgache podría funcionar para especies como la del camarón —dijo Harris— y si podemos hacer que funcione para los camarones, se podría transformar la manera en que las comunidades se involucran en el manejo de los manglares”.

“Al demostrar que una administración pesquera efectiva puede producir beneficios, este modelo puede jugar un papel decisivo en cuanto a lograr un apoyo local para la conservación marina”, dijo en un comunicado de prensa el coautor de la investigación, Daniel Raberinery, de Blue Ventures y la Universidad de Toliara.

An offshore coral cay where octopus are fished. Photo copyright: Garth Cripps / Blue Ventures 2015.
Un cayo de coral mar adentro donde se pescan pulpos. Foto: © Garth Cripps / Blue Ventures 2015.


Citas:

A fisherman punts out to a reef flat to fish for octopus. Photo copyright: Garth Cripps / Blue Ventures 2015.
Un pescador se traslada en una batea hacia una llanura de arrecife para capturar pulpos. Foto: © Garth Cripps / Blue Ventures 2015.


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