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Las guacamayas rojas reinsertadas se adaptan a los recursos locales de comida en Palenque, México

Cuando los intentos por proteger y restaurar las especies en peligro de extinción en su propio hábitat natural demuestran ser inútiles, los ecologistas prueban otra alternativa: la crianza en cautividad y posterior reintroducción al hábitat salvaje. Se ha descubierto, gracias a un último informe publicado en la revista de libre acceso de Mongabay, Tropical Conservation Science, que las guacamayas rojas reintroducidas eran capaces de adaptarse a los recursos de comida.



Los investigadores de la Universidad Autónoma Nacional de México y la Universidad Pontificia Javeriana en Columbia estudiaron las guacamayas rojas (Ara macao) que fueron reintroducidas en los bosques tropicales de Palenque, en México, en la primavera de 2014. Antes de esta reintroducción, no se había documentado presencia alguna de la guacamaya roja en estos bosques desde hace 70 años.



Tras haber sido ampliamente reinsertada en Centroamérica, la extensión de la guacamaya roja en México se ha reducido un 98 por ciento debido a la caza furtiva, el comercio ilegal de mascotas, así como la destrucción del propio hábitat. En tanto que la UICN clasifica estas especies como Preocupación Menor, reconoce que su población está en declive constante. El estado de conservación de las subespecies reintroducidas A. macao cyanoptera es más urgente que el de la especie primaria, puesto que están desapareciendo completamente en ciertas regiones, así como en Palenque.





Scarlet macaw. Photo by Rhett Butler.Guacamaya roja. Foto por Rhett Butler.



Esta reintroducción requirió la cooperación de tres instituciones: Aluxes Ecopark de Palenque facilitó el punto de puesta en libertad, Xcaret Ecopark crió las guacamayas y el Instituto de Biología de la Universidad Autónoma Nacional de México desarrolló y llevó a cabo del proyecto.



Tras entrenar a las aves para comer comida salvaje, el personal del proyecto liberó 96 guacamayas nacidas en cautividad en los bosques de Palenque entre abril de 2013 y junio de 2014. Las aves fueron liberadas en varias tandas durante toda la primavera y se observaron posteriormente cómo las últimas especies reinsertadas eran capaces de aprender satisfactoriamente de las primeras las técnicas para buscar comida.



Hasta noviembre de 2014, los investigadores monitorizaron el éxito de las aves, siguieron la pista por todos los cinco sitios de puesta en libertad cinco días a la semana. Observaron que las guacamayas reinsertadas se valieron de una amplia variedad de recursos de comida y expandieron su dominio inicial. Durante el estudio, las guacamayas añadieron bastantes nuevos árboles a su dieta cada mes. Llegaron a utilizar hasta un total de 31 especies de árboles, no solo como fuente de comida sino como ubicación para la anidación y la cría.




Scarlet macaws in flight. Photo by Rhett Butler.
Guacamayas rojas en pleno vuelo. Foto por Rhett Butler.



Los investigadores concluyeron que la población liberada era capaz de vivir satisfactoriamente en su nuevo hogar. “La capacidad de las guacamayas reinsertadas para avituallarse de comida salvaje, una muy baja mortalidad en esta población reintroducida (9%) y el hecho de haberse producido nueve anidaciones productivas, certifica el éxito a corto plazo de la reintroducción”, redactan los expertos.



El éxito da esperanza a la posibilidad de que las guacamayas rojas pudieran ser algún día una especie vista con más frecuencia en los bosques de Palenque.




Scarlet macaws. Photo by Rhett Butler.
Guacamayas rojas. Foto por Rhett Butler.



Fuentes:



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