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COP21: el acuerdo aborda de manera prominente la protección de los bosques de la tierra

  • El Acuerdo de París anima a los países a pasar a la acción –incluso a través de pagos basados en los resultados– para conseguir la reducción “de las emisiones por la deforestación y la degradación forestal, y [reconoce] el papel de la conservación, la gestión de los bosques sostenible y la mejora de las reservas forestales de carbono en los países en desarrollo…”.
  • El acuerdo también adopta un objetivo más ambicioso con la limitación del calentamiento global: “Mantener el incremento de la media de la temperatura global por debajo de los 2 grados C con respecto a los niveles preindustriales y perseguir los esfuerzos para limitar el aumento a 1,5 grados C con respecto a los niveles preindustriales…”.
  • El acuerdo también reclama una reunión regular de los países cada cinco años para evaluar la contribución de carbono de todas las partes. Los analistas dicen que el acuerdo de la COP21 no es un tratado, y no requerirá ratificación por el Congreso de los Estados Unidos antes de entrar en vigencia.
Climate negotiators in Paris have agreed that ending tropical deforestation is key to achieving global warming temperature reduction goals. Photo by Rhett A. Butler
Los negociadores del clima en París han acordado que acabar con la deforestación tropical es clave para alcanzar los objetivos de reducción del calentamiento climático global. Fotografía: Rhett A. Butler

PARÍS: ¡Por fin, bosques! — El último borrador del Acuerdo vinculante de París sobre el cambio climático aborda directa y osadamente el papel necesario de los bosques del mundo, trabajar en conjunto con los recortes en las emisiones de carbono para frenar la marcha del aumento de las temperaturas globales.

La importancia de los bosques es enfatizada una y otra vez por las 31 páginas del acuerdo que encomienda que todos los países “conserven y mejoren… los sumideros y los depósitos” –palabras clave para los bosques y los ecosistemas, incluidos los océanos y los humedales, que extraen dióxido de carbono de la atmósfera y la almacenan.

La importancia de las inclusiones de los bosques en el acuerdo –aprobado por unanimidad en París por los negociadores de 195 países– no puede ser subestimada, dijo Rosalind Reeve, toda una autoridad en el cambio climático y el medioambiente de la Ateneo School of Government en Manila, Filipinas.

“Esto es muy significante porque el Protocolo de Kyoto específicamente excluía los bosques”, dijo Reeves en una entrevista con Mongabay. “Es histórico. Incluye un paquete de elementos de REDD+ que han sido debatidos durante más de 10 años. En mi opinión, este acuerdo es una señal muy fuerte para REDD+”. REDD es un acrónimo de Reducción de las Emisiones de la Deforestación y la Degradación Forestal.

El entusiasmo de Reeve se apoya en el lenguaje del texto, concretamente, en el Artículo 5 secciones 1 y 2:

“El lenguaje en el acuerdo hace hincapié en como los bosques centrales son la solución climática”, dijo Pipa Elias, una alta consejera con The Nature Conservancy. “Junto con REDD+ en el acuerdo, oímos un renovado compromiso por parte del gobierno y del sector privado para apoyar la conservación forestal”.

REDD+ is designed to keep tropical forests standing, and carbon sequestered. Photo by Rhett A. Butler
REDD+ está diseñado para mantener en pie los bosques tropicales, y el carbono capturado. Fotografía: Rhett A. Butler

En su nivel más básico, REDD+ permite a países ricos e industrializados como Noruega, Alemania y el Reino Unido pagar a los países con selvas tropicales como Brasil, Indonesia, la República Democrática del Congo, Colombia, Perú y otros para que mantengan sus bosques tropicales, en vez de talarlas para dejar paso a los ranchos de ganado u otras actividades agrícolas.

A la vez que se inauguraba la vigésimo primera Cumbre Climática de las Naciones Unidas el 30 de noviembre, Noruega, Alemania y el Reino Unido prometieron 5 mil millones de dólares al programa de REDD+ hasta el 2020. Tendrán derecho a reclamar compensaciones de carbono basadas en la cantidad de bosque que sea conservada.

La inclusión de los bosques no estaba predeterminada hace dos semanas cuando se inauguró la COP21 en París. Los delegados de muchos países desarrollados dijeron que no era necesario, ya que los detalles de REDD+ habían sido negociados, en su mayoría, en anteriores reuniones.

Eso no es así, argumentaban los delegados de la Coalición de Países con Bosques Tropicales, dirigidos por Panamá. Sembraron los borradores iniciales del documento con tantas menciones de los bosques y tantas alusiones a REDD+ como pudieron. Estaban apostando por las probabilidades, creían que cuantas más referencias incluyesen, tendrían más oportunidades de que alguna sobreviviese la agotadora rutina diaria de ediciones y eliminaciones de la lista de deseos.

“Allí, había una tensión real”, dijo Reeve. “Pero cuando finalmente las dos partes se sentaron y empezaron a hablar, lo resolvieron muy rápidamente”.

Aun así, después de 20 años de negociaciones de las Naciones Unidas, ¿Por qué se pone ahora tanto énfasis en los bosques?

“Es esencial que reduzcamos la deforestación a cero”, dijo Reeve. “Necesitamos hacer lo mismo con la degradación forestal [que elimina árboles y biodiversidad de los bosques de manera selectiva, lo que les deja menos íntegros y, por lo tanto, menos efectivos como un sumidero de carbono]. Necesitamos conservar los ecosistemas. Todo esto nos ayudara a [alcanzar] 1,5 grados C, y estar por debajo de los 2 grados C [de calentamiento]. Si no [conservamos los bosques], no podemos. Es así de simple”.

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El histórico acuerdo de París en un primer paso vital hacia evitar que las temperaturas globales aumenten más de 1,5 grados Centígrados con respecto a los niveles preindustriales. Fotografía cortesía de la NASA

La media de las temperaturas globales ha aumento como 1 grado C (1,8 grados F) desde mediados del siglo XIX. La mayoría de los climatólogos creen que si las temperaturas suben más de otro grado C para 2100, las condiciones en el planeta podrían volverse radicalmente diferentes y problemáticas, incluidos cambios bruscos en los regímenes de precipitaciones, tormentas y sequías más severas, la desaparición de la capa de hielo del Ártico en verano, la inestabilidad de la capa de hielo de Groenlandia, y unos niveles del mar mucho más altos.

El objetivo de la conferencia climática de 1,5 grados Centígrados fue otra sorpresa de la COP21.

Los partidarios de la línea dura en lo referente al clima en los países en desarrollo llevan mucho tiempo argumentando que mantener las temperaturas globales a un aumento de 2 grados C con respecto a los niveles preindustriales es, simplemente, muy caliente, y arriesgaría desencadenar muchos de los peores impactos desestabilizadores del calentamiento global –incluido, quizás, el desencadenamiento de efectos en cascada y amplificaciones del calentamiento dentro de la naturaleza, como el deshielo del permafrost ártico, que podría liberar más gases invernadero y empujar aún más las temperaturas hacia arriba.

El nuevo Acuerdo de París pide “contener el aumento de la temperatura global media por debajo de los 2 grados C [3,6 grados F] con respecto a los niveles preindustriales y esforzarse por limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados C [2,7 grados F]”.

Dado que los bosques tropicales almacenan 25 % del carbono global y albergan 96 % de las especies de árboles del mundo, está claro que REDD+ y otras políticas de conservación y restauración forestal serán vitales si el mundo quiere alcanzar el objetivo de 1,5 grados C.

“Tienes esta separación entre la comunidad que cuida de la atmósfera [y los recortes de emisiones] y la comunidad que cuidad de los bosques [y la captura de carbono],” aseguró Reeve. “Pero no los puedes separar; ambos son críticos. Esto es lo que hemos estado diciendo durante los últimos ocho años, desde que empezamos a desarrollar REDD+ como una política para conservar los bosques”.

En un comunicado, Donald Lehr, un asesor del Safeguard Working Group de REDD+, alabó el amplio alcance del acuerdo de la COP21: “El Preámbulo del Acuerdo presenta un marco con una moral crítica, ética y ecológica para el pacto. Resalta los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas indígenas y destaca “la importancia de asegurar la integridad de todos los ecosistemas”. Este marco es esencial para asegurar que vemos los resultados deseados para los bosques y las personas”.

Chris Meyer, un alto cargo en la política de bosques tropicales para el Environment Defense Fund en Washington, D.C. añadió que, “Los países y las ONGs solicitan que la señal política para mejorar REDD+ ahora tienen una referencia explícita para ello en el Acuerdo de París. No debería haber ni un ápice de duda [sobre] el papel de REDD+ en el marco climático post-2020”.

Los defensores de los bosques y los patrocinadores de REDD+ dejan París con un sentimiento de optimismo que no se había sentido en las anteriores COPS. Pero Reeve no lo está celebrando. Todavía no.

“La prueba estará en las implementaciones de estas políticas en los años venideros”, dijo, “y en los sistemas de registro para medir de manera adecuada si los bosques de verdad están siendo conservados”.

 

Justin Catanoso es director de periodismo en la Universidad Wake Forest en Carolina del Norte. Su artículo está patrocinado por el Centro Pulitzer sobre Crisis Reporting en Washington, D.C., y el Centro para Energía,, Medio Ambiente y Sostenibilidad de Wake Forest.

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