- Los autores mencionan tres oportunidades donde los bosques tropicales podrían hacer contribuciones sustanciales: reduciendo la deforestación y la degradación, permitiendo la recuperación de bosques degradados por la tala y la agricultura, y reforestando áreas que habían sido destruidas.
- Conjuntamente, estos esfuerzos podrían secuestrar y evitar emisiones de hasta cinco mil millones de toneladas al año, o un poco menos de la mitad del nivel actual de emisiones de combustibles fósiles por un período de 50 años. Alrededor de un 20 por ciento vendría de la reducción de emisiones causadas por la tala y quema de árboles; un 80 por ciento vendría del secuestro de carbono.
- Los beneficios que traerían estas prácticas se extienden más allá de la reducción de emisiones de carbono.
La protección, restauración, y mejor gestión de los bosques tropicales podría ofrecer hasta la mitad de las emisiones netas de carbono necesarias para cumplir con un objetivo climático de 2 grados centígrados, de acuerdo con una opinión publicada el mes pasado en la revista Nature.
Los autores mencionan tres oportunidades en las cuales los bosques tropicales podrían hacer contribuciones sustanciales: reduciendo la deforestación y la degradación, permitiendo la recuperación de bosques degradados por la tala y la agricultura, y reforestando áreas destruidas. Conjuntamente, estos esfuerzos podrían secuestrar y evitar las emisiones de hasta cinco mil millones toneladas al año, o un poco menos de la mitad del nivel actual de emisiones de combustibles fósiles por un período de 50 años. Alrededor de un 20 por ciento vendría de la reducción de emisiones causadas por la tala y quema de árboles; un 80 por ciento vendría del secuestro de carbono.
Los autores también resaltan otras oportunidades en el sector de uso de tierras, incluyendo las mismas soluciones para los bosques templados y boreales, las prácticas del manejo de la agricultura que mejoran las reservas de carbono, y la conservación de praderas y humedales.
Los beneficios que traerían estas prácticas se extienden más allá de la reducción de emisiones de carbono. La protección y restauración de los ecosistemas mantendría servicios ambientales críticos como la disponibilidad de agua dulce, el apoyo a las comunidades locales que dependen de los recursos naturales renovables, y además servirían de hábitats para la biodiversidad.
Pero a pesar de su potencial, estas soluciones presentan serios riesgos para los sumideros de carbono si continúan las tendencias actuales de destrucción de bosques. Por ejemplo, el cambio climático ya está empeorando las sequías que causan la muerte de árboles a gran escala, incrementando la vulnerabilidad de los bosques y otros ecosistemas a incendios causados por el hombre, así como provocando brotes de enfermedades. Por esa razón, los autores argumentan que las compensaciones de carbono que vienen de la conservación de bosques no serían la solución para la reducción de emisiones de carbono.
“El manejo de los bosques para la acumulación de carbono no debe retrasar ni diluir la eliminación gradual del uso de combustibles”, explican. “Al contrario, la acumulación deliberada de carbono en el planeta puede ser de poco impacto si el cambio climático sigue debido al uso desenfrenado de los combustibles fósiles, y si los bosques, como consecuencia, vuelven a ser sólo fuentes de carbono en un planeta Tierra que está cada vez más caliente y más seco”.
A consecuencia, la opinión de los autores concluye con una petición urgente a la acción.
“La oportunidad y el alcance que ofrecen estas soluciones son fundamentales. No sólo debe haber una restauración de la biósfera al mismo tiempo que se eliminan los combustibles fósiles; mientras más esperamos, y mientras peor es la tasa de emisiones por parte de los combustibles fósiles, menor será el rol potencial de los bosques tropicales para compensar esas emisiones”.
Sin embargo, la transición de un modelo que destruye ecosistemas a otro que maneja las tierras no será fácil, como reconocen los autores. Los sectores que impulsan la deforestación, la degradación de bosques, y que se aprovechan de los territorios deforestados, son a menudo sectores políticamente y económicamente poderosos. En lugares como Indonesia, los sectores que motivan la tala y las plantaciones han generado la destrucción masiva de bosques y turberas, transformando estos sumideros de carbono en fuentes de carbono, mientras que mantienen su influencia política.
Por eso se necesitará un esfuerzo por parte de una amplia alianza de grupos de interés que pongan los bosques al medio de las discusiones sobre el cambio climático, como lo recomienda Brett Byers, coautor del artículo que cofundó la Promesa de Millones de Acres, una iniciativa de conservación.
“La conservación de los bosques tropicales podría proporcionar hasta la mitad de las reducciones de emisiones netas de dióxido de carbono en los próximos 50 años”, dijo Byers. “La conservación de bosques tropicales será crucial en la lucha contra el calentamiento global, pero requerirá un esfuerzo mucho mayor por parte de gobiernos y sectores caritativos y empresariales. Hemos protegido más de 500 millones de acres de bosques tropicales hasta el momento, pero la protección de más de mil millones de acres que nos quedan es un tema urgente”.
Citación:
R. A. Houghton, Brett Byers and Alexander A. Nassikas. A role for tropical forests in stabilizing atmospheric CO2. Nature Climate Change 5, 1022–1023 (2015) doi:10.1038/nclimate2869. Publicado el 25 de noviembre 2015.