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Nuevos estudios sugieren como ayudar a salvar a las aves en el Bosque Atlántico

  • El Bosque Atlántico es uno de los ecosistemas más amenazados del planeta, con tan sólo del 3,5 al 5 por ciento de sus bosques originales.
  • Los investigadores descubrieron que los bosques maduros contenían la mayoría de las especies más amenazadas y endémicas, pero los bosques secundarios también representaban un hábitat importante.
  • Los autores recomiendan más esfuerzos de conservación para los bosques maduros y secundarios, y mejor protección del Bosque Atlántico a través de la creación de corredores para conectar las áreas protegidas que aún quedan.

El Bosque Atlántico en Suramérica es uno de los biomas más amenazados del planeta. En su periferia al sur, en la provincia argentina de Misiones, el primer corredor ecológico del país suramericano conecta a áreas protegidas importantes dentro de la región del Bosque Atlántico.

Un nuevo estudio examina la diversidad de las aves en sus varios hábitats, y descubre que los bosques maduros ganan a los secundarios y a los pastizales en términos de la diversidad de aves que contienen. Sin embargo, también observa que los bosques secundarios aún contienen una diversidad de aves relativamente alta, y ofrecen hábitats importantes para las especies amenazadas. Los autores subrayan la necesidad de la conservación de los bosques maduros, y urgen su protección, así como el cuidado y la creación de corredores que unan a las áreas protegidas.

Hace cientos de años, el Bosque Atlántico era un amplio territorio que bajaba por la costa de Brasil hasta Paraguay y Argentina. En la actualidad, es una de las áreas que sufren las mayores amenazas a la biodiversidad y se enfrentan a presiones serias a causa de las actividades humanas como la tala y la agricultura. Los estudios científicos calculan que tan sólo queda de un 6 a un 10 por ciento del Bosque Atlántico, y que su bosque primario ha sido reducido de un 3,5 a un 5 por ciento. Los conservacionistas dicen que la restauración y la conexión entre los fragmentos de bosques que quedan será esencial para mantener las poblaciones de las muchas especies que dependen del Bosque Atlántico para su supervivencia. Los autores del estudio publicado hace unas semanas en la revista de acceso público de Mongabay, Tropical Conservation Science, también enfatizan la importancia de evaluar los impactos de los diferentes tipos de hábitats en la diversidad de especies salvajes.

Misiones Province (outlined in green) contains the only Atlantic Forest in Argentina. However, data from Global Forest Watch show human activities are dramatically affecting it, with the province losing nearly 14 percent of its tree cover from 2001 through 2014. Satellite imagery shows clearings and tree plantations abutting forest.
La provincia de Misiones (marcada en verde) contiene en el único bosque atlántico en Argentina. Sin embargo, datos del Global Forest Watch demuestran que las actividades humanas lo están afectando seriamente, con una pérdida de su cobertura boscosa de un 14 por ciento entre el 2001 y el 2014. 

Los investigadores centraron su estudio en las aves de la provincia de Misiones, con el número más grande de especies de aves en Argentina.

“Existen aproximadamente 548 especies de aves, de las cuales 187 se encuentran sólo en la provincia”, dijo a mongabay.com la primera autora del estudio, Flavia Barzan. “Algunos de ellos tienen un valor especial debido al estado de amenaza (a nivel global e internacional) o a su nivel endémico”.

El estudio tomó lugar, específicamente, en el Corredor Ecológico Urugua-i-Foerster, 1.500 hectáreas que consisten de áreas protegidas públicas y privadas, así como terrenos para la agricultura a pequeña escala. Consiste en tres tipos de hábitats–bosques maduros, bosques secundarios y pastizales–en diferentes etapas de restauración. Los investigadores observaron cuatro grupos distintos de especies de aves: especialistas del bosque, los cuales típicamente viven muy dentro de los bosques; generalistas, que pueden vivir en una diversidad de hábitats; especies del borde, los cuales viven entre los bosques y áreas abiertas; y los especialistas de pastizales que se encuentran sólo en áreas abiertas.

El corredor fue creado para preservar y restaurar la conexión entre los parques provinciales y para neutralizar los impactos negativos de las carreteras que traen una creciente urbanización, deforestación, fragmentación, y la extracción de recursos naturales en la región, como lo explica el estudio. El objetivo de este corredor es el de restaurar los bosques húmedos nativos en áreas que fueron deforestadas para la producción agrícola y la extracción de madera, y crear un puente de hábitats entre las áreas protegidas.

“Aunque la creación de corredores ecológicos para el manejo de la conservación es una estrategia desarrollada, en teoría, hace algunas décadas, su implementación en las políticas ambientales es muy limitada, especialmente en Argentina, donde la conservación de hábitats esta apenas en sus comienzos”, dijo Barzan. Añadió que la situación en otros países suramericanos es similar y es probablemente la razón por la cual no ha habido mucha investigación sobre el tema. Barzan dijo que este estudio busca demostrar que “es posible conectar a fragmentos de hábitats y restaurar tanto los hábitats como sus conexiones”.

Mature Atlantic Forest once covered about 80 million hectares in Brazil, Paraguay, Argentina. Today, only around 5 percent remains, making it one of the most threatened regions in the world. Photo by Flavia Barzan.
El Bosque Atlántico maduro antes cubrió alrededor de 80 millones de hectáreas en Brasil, Paraguay y Argentina. Hoy sólo queda alrededor de un 5 %, convirtiéndolo en una de las regiones más amenazadas en el mundo. Foto de Flavia Barzan.
The grasslands the researchers studied are areas that have been deforested by human activities – namely to create pasture for livestock. In the corridor, this habitat is under ecological recovery. Photo by Flavia Barzan.
Los pastizales son áreas que han sido deforestadas por la actividad humana — sobre todo para crear pasto para la ganadería. En el corredor, este hábitat se encuentra bajo restauración. Foto de Flavia Barzan.
The secondary forest habitat type the researchers looked at consists of shrubs and trees that are among the first to grow during the intermediate stage of recovery. Photo by Flavia Barzan.
Este hábitat de bosque secundario consiste de arbustos y árboles que crecen durante la etapa intermediaria de restauración. Foto de Flavia Barzan.

Los investigadores descubrieron que los bosques maduros mostraban la mayor diversidad de aves, seguidos por los bosques secundarios y luego los pastizales. Los pastizales contenían tanto especialistas de pastizales como especies del borde, y mostraban poca similitud con los bosques maduros.

Además de que Misiones represente la mayor diversidad de aves de Argentina, la provincia también es hogar para muchas especies amenazadas o endémicas–lo que significa que son únicas en todo el mundo. En su totalidad, los investigadores documentaron 123 especies diferentes. De ellas, 104 se encontraban en bosques maduros, 45 en bosques secundarios y 20 en pastizales. Observaron 33 especies endémicas, de las cuales 27 son especialistas de bosques y tres son tanto endémicas como amenazadas a nivel global–el pájaro carpintero con casco (Dryocopus galeatus), el comedor de semillas negro y azul (Amaurospiza moesta), y el tirano de cerdas del sur (Phylloscartes eximius). Los investigadores documentaron el 53 por ciento de las especies de especialistas de bosques en bosques maduros, más aún que en los bosques secundarios donde los especialistas de bosques se encontraban sólo en un 33 por ciento y los generalistas eran la norma.

Investigaciones anteriores sobre cómo las actividades antropogénicas causan la fragmentación de bosques y la pérdida de hábitats han demostrado que los hábitats peormente alterados tienen también la menor diversidad de aves, con más especies generalistas y especies que no dependen de los bosques. Las especies de aves que dependen de los bosques, que son endémicas y amenazadas son seriamente afectadas por la fragmentación, de acuerdo a los autores del estudio.

The helmeted woodpecker (Dryocopus galeatus) is listed by the IUCN as Vulnerable, and is endemic to the Atlantic Forest. Photo by Jorge La Grotteria.
El pájaro carpintero con casco (Dryocopus galeatus) se encuentra en la lista de UICN como Vulnerable, y es endémico del Bosque Atlántico. Foto de Jorge La Grotteria.

“El estudiar las relaciones y los factores que determinan la estructura y la composición de las comunidades de aves nos ofrece información útil sobre la alteración del medio ambiente y de las especies debido a la actividad humana”, explica el estudio.

Los autores detallan que la diversidad local demuestra también la diversidad regional, y que sus descubrimientos podrían ser utilizados para ayudar a evaluar la condición de las especies de aves fuera del corredor ECU-F.

“Aunque este estudio fue conducido a nivel local y representa un área pequeña del Bosque Atlántico, nuestros resultados tienen implicaciones para los planes de conservación a futuro en otras áreas de la ecoregión del Bosque Atlántico”, dice el estudio. “Nuestros resultados confirman la necesidad que tenemos de conservar tanto los bosques nativos como los secundarios en esta área y otros fragmentos de bosques tropicales en el Bosque Atlántico que son sujetos a las actividades antropogénicas como la tala selectiva y la agricultura”.

The saffron toucanet (Baillonius bailloni) is a resident of the Ecological Corridor Urugua-í –Foerster. It is listed by the IUCN as Near Threatened globally, and as Threatened in Argentina. Photo by Julián Baigorria.
El tucán amarillo safrón (Baillonius bailloni) vive en el Corredor Ecológico Urugua-í –Foerster. Se encuentra en la lista de UICN como Casi Amenazado a nivel global, y como Amenazado en Argentina. Foto de Julián Baigorria.

El estudio descubrió que los bosques maduros son reservas importantes de la diversidad de aves y también tienden a ser muy amenazados por las actividades humanas. Debido a esto, se recomienda que los bosques maduros (así como bosques en otras etapas de recuperación) y que se preste atención a los planes de manejo del Bosque Atlántico.

Los autores también enfatizan la importancia de crear y mantener áreas protegidas conectadas como el Corredor ECU-F.

“El diseño adecuado de corredores ecológicos, junto a las condiciones propicias y la libre circulación de especies salvajes y vegetación nativa, puede asegurar la conservación de la biodiversidad en el Bosque Atlántico y sus servicios ambientales a mediano y largo plazo”, escriben.

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