- Bajo el liderazgo de Navarro Gómez, Perú hizo grandes avances: coordinó de mejor manera con otras agencias, se centró en el desmantelamiento de las mafias madereras, y orquestró incautaciones de maderas ilegales.
- Las grandes operaciones de incautación de OSINFOR fueron aplaudidas pero también invitaron represalias.
- La Agencia de Investigación Ambiental (Environmental Investigation Agency o EIA) ha acusado al gobierno peruano de "silenciar a sus propios funcionarios quienes están revelando la realidad de las mafias madereras en el país".
Un ingeniero forestal educado en su Perú nativo y con amplia experiencia con el Proyecto Perú Bosques de USAID y el Fondo Mundial para la Naturaleza, Navarro Gómez representó una muestra de que el gobierno peruano se comprometía a luchar contra la tala ilegal.
Bajo su liderazgo, Perú hizo grandes avances: coordinó de mejor manera con otras agencias nacionales e internacionales, incluyendo a la agencia de aduanas, SUNAT, e INTERPOL; se centró en el desmantelamiento de las mafias madereras, y orquestró incautaciones de maderas ilegales; monitoreó áreas protegidas a través de tecnologías satelitales, capacitó a funcionarios, y generó mayor transparencia institucional.
OSINFOR fue fundado en el 2008 para supervisar el cumplimiento de los contratos forestales del gobierno. En años recientes, bajo la administración de Navarro Gómez, OSINFOR recibió elogios por haber coordinado grandes operaciones de incautaciones a lo largo de la región amazónica de Madre de Dios.
Durante la última operación del pasado noviembre, la llamada Operación Amazonas, OSINFOR descubrió 29,041 metros cúbicos de la especie marupa, 24,047 de capirona y 138,636 de cumala, las cuales iban rumbo a mercados de madera en los Estados Unidos y México, y tenían un valor de más de 48 millones de dólares.
Pero las operaciones a gran escala también invitaron represalias. Pocos días después de la exitosa Operación Amazonas, la oficina satelital de OSINFOR en Pucallpa –un centro importante de la tala ilegal en la amazonía peruana– fue atacada con una bomba molotov. Las autoridades consideraron la bomba casera como una amenaza a quienes buscaban reducir la tala indiscriminada en el país.
Después de la noticia de que el gobierno había despedido a Navarro Gómez, la Agencia de Investigación Ambiental (Environmental Investigation Agency o EIA) acusó al gobierno peruano de “silenciar a sus propios funcionarios quienes están revelando la realidad de las mafias madereras en el país”.
“Al despedir a este gran funcionario público, el presidente Humala parece estar tratando de enviar un mensaje a todos los demás servidores públicos para que no intenten detener la mafia de la tala ilegal”, dijo Julia Urrunaga, directora del Programa de Perú de la EIA. “Mientras que muchos en el gobierno siguen haciendo la vista gorda a la tala ilegal, y en ocasiones son complícitos con las mafias madereras, los esfuerzos de reforma en curso no serán silenciados”.
De acuerdo a la EIA, varios intereses de la industria y exportadores de maderas peruanas llevaban meses pidiendo al gobierno que despida a Navarro Gómez, tanto de forma pública como en reuniones cerradas de alto nivel.
Las incautaciones de OSINFOR y su documentación de las actividades ilegales habían revelado que el lavado de Perú existe lavado de maderas extenso, a través del cual los exportadores de maderas registraban maderas ilegales como si hubieran sido obtenidas legalmente. En el 2014, OSINFOR encontró evidencia de que existían prácticas ilegales en un 93,75 por ciento de las operaciones que auditaron.
El Instituto de Recursos Mundiales (The World Resources Institute o WRI) en Washington, D.C. es una de las muchas organizaciones con las cuales OSINFOR ha colaborado en los últimos años. En las palabras de la investigadora de WRI, Ruth Noguerón, la escala y la extensión del mercado de madera ilegal en Perú es algo “asombroso”.