Luego de una reducción dramática en la población de mariposas monarca, los dos grupos inicialmente pidieron oficialmente en agosto del 2014 que “el ESA incluyera a la mariposa monarca como una especie amenazada con una regla 4 (d), lo que permitiría su protección pero también permitiría que continúe su conservación, su estudio y monitoreo, el monitoreo y clasificación por parte de ciudadanos, así como el cuidado sin fines de lucro de mariposas monarca por parte de escuelas y hogares con fines educativos”.
En diciembre del 2014, el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre de los Estados Unidos tomó una decisión positiva e inició un estudio oficial sobre el estado de la especie. Sin embargo, la agencia no ha presentado los “resultados de 12 meses” requeridos por la ley, los cuales determinarán si la mariposa monarca será protegida bajo la ley, de acuerdo a un comunicado de prensa del Centro para la Diversidad Biológica.
“Han pasado más de 12 meses sin que el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre entregue los resultados de 12 meses de investigación requeridos por la ley”, explica el comunicado. “Por ello, el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre está violando la Sección 4 de la Ley de Especies Amenazadas, sin garantizar la protección de una especie amenazada de manera oportuna, y de tal manera, sin evitar a que siga desapareciendo y en riesgo de extinción”.
El Centro de Diversidad Biológica y el Centro de Seguridad Alimentaria también argumentaron que si el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre no corrige su violación, o si no se compromete a agendar sus resultados oficiales, los grupos demandarán a la agencia, la cual tiene 60 días para responder.
De acuerdo a los conservacionistas, la reducción de las mariposas monarca se debe en gran parte a la pérdida de su hábitat. Las mariposas ponen sus huevos en las plantas de algodoncillo, donde se alimentan sus orugas. Sin embargo, un incremento en el uso del herbicida Roundup de Monsanto, junto a los cultivos genéticamente modificados el herbicida en el medio oeste americano –donde nacen la mayoría de las mariposas monarcas– ha estado destruyendo las plantas de algodoncillo en los campos de producción de maíz y soja.
Efectivamente, los científicos calculan que en los últimos 20 años, las mariposas podrían haber perdido más de casi 700 millones de hectáreas de hábitat, incluyendo a casi un tercio de sus áreas de reproducción.
El año pasado, el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre anunció que apoyaría a proyectos de conservación de mariposas monarca con fondos de 3.2 millones de dólares. Pero el monto es mucho menor de lo que requiere la Ley de Especies Amenazadas para la restauración de hábitats de mariposas monarca, de acuerdo a los conservacionistas.
“El dinero que ofreció el gobierno parece ser bastante, pero la verdad es que no es ni siquiera lo suficiente para restaurar 1 % del hábitat que ya se ha perdido”, dijo Tierra Curry, una científico del Centro de Diversidad Biológica. “Existe el riesgo de perder a un animal que es tan americano como el pie de manzana, y nada menos que la Ley de Especies Amenazadas podrá garantizar su conservación”.
“A pesar del esperado aumento en la población este invierno debido a un clima más favorable, la mariposa monarca todavía se encuentra muy amenazada por la pérdida de las plantas de algodoncillo en las áreas donde se reproduce en el verano, debido al uso de herbicidas en los cultivos genéticamente modificados”, añadió Kimbrell. “Seguiremos haciendo todo lo posible para asegurarnos de que las mariposas monarca sean protegidas bajo la Ley de Especies Amenazadas”.