- Por primera vez, los científicos afirman que ha tratado con éxito la enfermedad mortal del hongo quítrido en una especie de sapo silvestre.
- El estudio descubrió que tratar a los renacuajos con el antifúngico itraconazole, y aplicar el desinfectante agrícola Virkon S en el hábitat de los sapos, conseguía eliminar la infección durante un periodo continuado.
- Los investigadores advierten que la cura podría no ser aplicable a otros entornos más amplios y complejos.
Los amantes de los anfibios están de enhorabuena. En el primer logro de este tipo, biólogos de España y el Reino Unido han tratado con éxito el mortal hongo quítrido en una especie de sapo silvestre: el sapillo balear (Alytes muletensis).
Los investigadores también han conseguido eliminar este hongo mortal en cuatro de cinco estanques tratados de la isla española de Mallorca, situada en el Mediterráneo, donde viven estos sapos, según un estudio publicado en noviembre en Biology Letters . Desde que se aplicara el tratamiento, los sapillos baleares de la isla parecen estar limpios de la infección del hongo quítrido, según afirman los investigadores.
«Es la primera vez que el hongo quítrido se elimina con éxito de una población salvaje —un resultado positivo con el que podemos avanzar en las investigaciones para acabar con esta enfermedad mortal», explicó Jaime Bosch, autor principal y científico titular del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN)-CSIC de Madrid, España, en sus declaraciones.
El hongo quítrido (Batrachochytrium dendrobatidis or Bd) ha afectado gravemente a más de 700 especies de anfibios en el mundo. El hongo causa una enfermedad mortal llamada quitridiomicosis en las ranas, sapos y salamandras, que daña la capa exterior de la piel de los anfibios y evita que absorban nutrientes o agua y acaba por ahogarlos.
Dada la urgencia de la crisis, Bosch y sus colegas decidieron evaluar la eficacia de una combinación de tratamientos: aplicar medicamentos antifúngicos a los sapos afectados y rociar su hábitat con desinfectante.
Durante los cinco años de prueba, el equipo recogió renacuajos de sapillo balear de los estanques de la isla, los trató con un antifúngico llamado itraconazol en su laboratio y los devolvió —en helicóptero— a los estanques.
En la primera serie de pruebas, el equipo no desinfectó todos los estanques. En lugar de eso, antes de liberar a los renacuajos tratados, el dejaron que dos de los estanques se secaran de forma natural. En los periodos secos «no se cree que el Bd sobreviva», escribieron los autores. Los estanques se volvieron a llenar durante el lluvioso otoño.
Sin embargo, el plan de tratamiento fracasó. El equipo descubrió que, la primavera siguiente, todos los renacuajos tratados habían contraído infecciones de hongo quítrido otra vez.
En 2012, el equipo añadió una capa extra del tratamiento en el segundo grupo de tres estanques. Vaciaron los estanques y aplicaron una solución Virkon S, un desinfectante agrícola manufacturado por DuPont, en las grietas de las rocas alrededor de los estanques, donde suelen vivir los sapos baleares adultos.
Dos años después, en 2014, el equipo no detectó signos de infección en ninguno de los animales que sirvieron como muestra en esos estanques.
El equipo repitió esta serie de tratamientos en los dos primeros estanques y consiguió erradicar la infección en uno de ellos. De modo que, en total, se consiguió eliminar la infección en cuatro de los cinco estanques de la isla que trataron.
«Este estudio representa un avance importante en la lucha contra este patógeno tan destructivo. Por primera vez, hemos conseguido eliminar la infección de ejemplares salvajes durante un periodo continuado», explicó en el comunicado Trenton Garner, coautor del estudio y profesor adjunto en el Instituto de Zoología de la Sociedad Zoológica de Londres, en el Reino Unido.
Sin embargo, los investigadores advierten de que la cura podría no ser aplicable en otros entornos más amplios y complejos.
En regiones como la selva de Panamá, por ejemplo, esterilizar un estanque no va a funcionar, según afirmó Karen Lips, bióloga de la Universidad de Maryland para Wired. «Habría que esterilizar la selva entera».
No obstante, los autores del estudio escriben que su éxito en Mallorca ofrece «una prueba de principio de que la aplicación ambiental de fungicidas y otros tratamientos químicos podrían ser un enfoque más acertado cuando se combinan con el tratamiento antimicrobiano de los ejemplares infectados».
Los investigadores también advierten que el Virkon S es un elemento químico que ha sido polémico por sus efectos en el medioambiente, y «una investigación de los efectos potenciales de su aplicación química en otros entornos biodiversos, el medioambiente y servicios de ecosistemas asociados» es necesaria antes de que se utilice de forma extendida.
Referencia:
- Bosch J, Sanchez-Tome ́ E, Ferna ́ndez-Loras A, Oliver JA, Fisher MC, Garner TWJ. 2015 Successful elimination of a lethal wildlife infectious disease in nature. Biol. Lett. 11: 20150874. http://dx.doi.org/10.1098/rsbl.2015.0874