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Activistas indígenas de todo el mundo se reúnen en Sarawak en protesta por la construcción de presas hidroeléctricas

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Más de veinte defensores indígenas en contra de las presas procedentes de Brasil, India, Honduras y de todo el sudeste asiático, asisten a una conferencia que comenzó ayer sobre el impacto de grandes presas hidroeléctricas.

La conferencia, de nombre Cumbre Indígena Mundial sobre Medio Ambiente y Ríos, tuvo lugar en la isla de Borneo, en el estado malasio de Sarawak, el 26 de octubre. Está en el centro de la ciudad de Miri junto al río Baram de Sarawak. Los lugareños indígenas pertenecientes a Penan, Kenyah, Kayan y otros grupos, han llevado a cabo un asedio durante dos años en contra de la presa hidroeléctrica propuesta de Baram situada en el curso superior del río Baram, para lo cual han montado campamentos en la misma zona del dique y a lo largo de su camino de acceso.

“Mantendremos el asedio y celebraremos el aniversario el 23-24 de octubre”, contó a Mongabay Peter Kallang, organizador de la conferencia y coordinador de SALVAR los ríos de Sarawak, una red de grupos en contra de las presas.

A school in the village of Long Anap, along the Baram River. The village would be flooded if the Baram Dam is built. Photo courtesy of Bruno Manser Fonds.
Una escuela en la aldea de Long Anap, junto al río Baram. La aldea se inundaría si se construyera la presa de Baram. Imagen cortesía de Bruno Manser Fonds.

Los activistas tienen buenos motivos para la celebración. En un discurso televisado en el mes de julio, el ministro de Sarawak, Tan Sri Adenan Satem, declaró una moratoria sobre el proyecto de la presa de Baram.

La presa de Baram es la cuarta propuesta de desarrollo de doce grandes presas programadas para que se construyan en el año 2030, como parte de un plan más amplio de desarrollo de energía hidroeléctrica llamado Corredor de Energía Renovable de Sarawak (SCORE). El depósito de 400 km² de los 1200 megavatios de la presa de Baram desplazaría a 20 000 personas y hundiría sus tierras. Lo siguiente en la línea de construcción son los 1295 megavatios y los 204 metros de altura de la presa de Baleh, que hasta el momento ha atraído menos oposición porque no está previsto que desplace colectivos de personas. A largo plazo, se requerirán cincuenta presas para percatarse del objetivo del gobierno malasio fijado en 20 gigavatios de capacidad hidroeléctrica en Sarawak.

Protesters pose in front of a building at a blockade camp at kilometer 15 of the Baram Dam access road. Protesters have been blockading work at the site of the proposed dam for two years, arguing that the dam would threaten local indigenous peoples' way of life. The Sarawak government placed a moratorium on the project this summer. Photo courtesy of SAVE Rivers Sarawak.
Manifestantes posan delante de una caseta en un campamento de asedio en el kilómetro 15 de la carretera de acceso a la presa de Baram. Los manifestantes llevan dos años paralizando las obras en la zona propuesta para la presa, afirmando que amenazaría el modo de vida de los lugareños indígenas. El gobierno de Sarawak ordenó este verano una moratoria sobre el proyecto. Imagen cortesía de SAVE Rivers Sarawak.

“La esencia de SCORE es industrializar el país aprovechando la ventaja competitiva de Sarawak en el mercado en energía hidroeléctrica al por mayor”, dijo el Ministro de Servicios Públicos de Sarawak, Datuk Amar Haji Awang Tengah Ali Hasan, en un discurso de una conferencia en China el pasado julio en la Asociación Hidroeléctrica Internacional (IHA). Hasan expuso que el plan crearía empleo y ayudaría al desarrollo económico en Sarawak, sobre todo en sus zonas apartadas, según el periódico The Borneo Post.

SCORE, creado en 2006 fuera del Noveno Plan de Malasia, una hoja de ruta del gobierno para el desarrollo para el año 2020, representa un proyecto fantástico para sustituir las tierras indígenas y selvas tropicales por industrias pesadas, como el acero, el vidrio, el aluminio y las plantaciones agroindustriales.

An elder from the indigenous Kelabit tribe in Sarawak sits in a longhouse that was relocated to make way for the Bakun dam. The dam flooded 700 square kilometres (270 square miles) of rainforest and farms and displaced 10,000 people. Photo by Rod Harbinson.
Un anciano de la tribu indígena Kelabit en Sarawak en una casa comunal que se reubicó para dar espacio a la presa de Bakun. El dique inundó 700 km2 de bosque pluvial y granjas y desplazó a 10 000 personas. Imagen cortesía de Rod Harbinson.

No obstante, el objetivo de industrializar la zona podría no discurrir según lo planeado. “Es una tontería hablar de todo eso”, dijo Kallang al explicar que Sarawak Energy, el nacionalizado proveedor de energía estatal que administra toda la electricidad de Sarawak, ha fracasado en repetidas ocasiones en su intento de revelar una lista de empresas que han acordado comprar electricidad de las 12 presas estipuladas. Kallang sospecha que la razón es que semejante lista no existe.

De hecho, en el caso de los 2400 megavatios de la presa de Bakun, la cual entró en funcionamiento en 2011, la financiación privada no fue suficiente, y el gigante minero anglo-australiano Río Tinto se desvinculó de una fundición de aluminio propuesta. El Estado recurrió a prestar de los fondos de pensiones estatales la mayor parte de los 2300 millones de dólares en concepto de coste de construcción.

Mongabay se puso en contacto con IHA para conocer qué opinión le merecían SCORE y la moratoria de Baram, pero se negó a prestar declaración.

Los activistas están dispuestos a sacar a relucir los deficientes resultados eléctricos de las presas de Batang Ai, Bakun y Murum construidas hasta ahora en Sarawak. La presa de Bakun, la segunda asiática más grande fuera de China, desplazó a 10 000 personas y hundió 700 km² de bosque pluvial y tierras de cultivo. Sigue funcionando por debajo de su capacidad tres años después de que se pusiera en marcha, debido a una falta de demanda de energía nacional. El plan para exportar energía a la península malasia a través de líneas de transmisión submarinas fue aplazado.

Lo siguiente en ponerse en marcha serán los 944 megavatios de la presa de Murum, que está acabada pero que aún no ha entrado en funcionamiento. Kallang explicó que el plan sigue rodeado de polémica y que las desplazadas comunidades cazadoras-recolectoras indígenas de Penan afirman que no recibieron la indemnización que les prometió el gobierno de Sarawak.

Map shows the location of the proposed Baram Dam, as well as three completed dams in Sarawak, Malaysia: Batang Ai Dam, Bakun Dam, and Murum Dam. A total of twelve large dams, including these, are planned for construction in Sarawak by 2030. However, after opposition from communities that would be affected by the dams, the Sarawak government appears to be rethinking this plan.
Mapa que muestra la ubicación de la presa de Baram propuesta, así como tres diques acabados en Sarawak, Malasia: la presa de Batang Ai, la presa de Bakun y la presa de Murum. Para 2030, se prevé la construcción de un total de 12 grandes presas en Sarawak, incluidas estas. Sin embargo, tras la oposición de comunidades afectadas por los diques, el gobierno de Sarawak parece reconsiderar el plan.

Los activistas van con pies de plomo con respecto a la moratoria de Baram, por lo que han decidido mantener su asedio a la espera de confirmación. Kallang cree que las elecciones nacionales del próximo año podrían haber influido en la decisión de retardar la presa. “Cuando hablan los políticos, hemos de saber si están siendo sinceros o buscan votos”, dijo.

El portavoz de Sarawak Energy, Ahadiah Zamhari, contó a Mongabay que todavía no se ha tomado una decisión final sobre la construcción de la presa. “El Ministro de Sarawak ha impuesto una moratoria a todos las partes implicadas en temas relacionados con el proyecto hidroeléctrico de Baram, a la espera de la decisión final del gobierno sobre el proyecto”, dijo por correo electrónico, al tiempo que rechazó que le entrevistaran.

A stretch of the Baram River, which would be flooded if the Baram Dam is built. Photo courtesy of Bruno Manser Fonds.
Un tramo del río Baram, que podría inundarse si se construye la presa de Baram. Imagen cortesía de Bruno Manser Fonds.

“Entiendo que es progresiva esta reciente moratoria en Baram. Ojalá sea una señal de que se establezca una nueva dirección que se interese por escuchar las preocupaciones de las partes implicadas”, dijo Rebekah Shirley, investigadora del Grupo de Energía y Recursos en la Universidad de Berkeley, en California.

El trabajo de Shirley con su compañero en Berkeley, Daniel Kammen, el cual muestra el potencial de las opciones de energía a pequeña escala, tales como la solar y la micro hidroeléctrica para satisfacer las necesidades energéticas de Sarawak sin construir las presas, ha hecho mella en el gobierno. Su investigación parece proporcionar una alternativa rentable para las grandes presas con la ventaja añadida de reducir conflictos ambientales y sociales. Tras citarse en el mes de junio con Kammen, Kallang y otras personas, el Ministro de Sarawak, Adenan, dijo en una entrevista televisada el pasado mes que estudiaría esas alternativas.

La construcción del dique se sigue expandiendo por todo el mundo. La Asociación Internacional de Hidroelectricidad detalló en su informe del 2015: “Publicamos este informe en un momento de máximo desarrollo de energía hidroeléctrica, con 37,4 gigavatios de una nueva capacidad instalada en 2014, con lo que el total mundial es de 1036 gigavatios”.

En el marco de la convergencia de esta semana, está previsto que la delegación internacional de activistas se una a los aldeanos en los asedios en un acto de solidaridad, por lo que se espera que haya más de 100 personas en el campamento, ampliado para la ocasión, en el kilómetro 15 de la carretera de acceso al dique. “Examinarán la ubicación de la presa y desde allí visitarán las aldeas que podrían inundarse si se construye el dique. Pasaremos la noche en el asedio”, exclamó Kallang.

Banners outside the blockade camp at kilometer 15 of the Baram Dam access road. As part of a meeting of anti-dam activists this week, indigenous people from around the globe will join protesters at the camp. Photo courtesy of Bruno Manser Fonds.
Pancartas a las afueras del campamento de asedio en el kilómetro 15 de la carretera de acceso a la presa de Baram. En el marco de una reunión de activistas contra la represa de esta semana, indígenas de todas partes del mundo se unirán a los manifestantes den el campamento. Imagen cortesía de Bruno Manser Fonds.

Annina Aeberli, que ayuda en la organización de eventos como activista con la ONG suiza Bruno Manser Fonds, explicó la idea tras esta iniciativa. “Pensábamos realmente qué hacer para reforzar los ánimos de lucha [de los aldeanos]. Luego, se nos ocurrió la idea de traer activistas internacionales en contra de las presas a la zona de Baram, para que pudieran mostrar solidaridad y motivar a la gente”.

A pesar de la moratoria, la autorización para la construcción de la gran presa de Baram avanza rápidamente. El gobierno ha derogado los derechos sobre las tierras en la zona y expedido permisos de explotación forestal a grandes empresas madereras malasias, por lo que ha empezado la tala. “Todos los leñadores van a aprovechar esta oportunidad para talar todo. Este permiso para la tala es una licencia legal que otorga el gobierno bajo lo que llaman tala salvaje, y con ella talan lo imposible, incluso los arbolitos de metro y medio de diámetro”, dijo Kallang.

On the Baram River. Photo courtesy of Bruno Manser Fonds.
Río Baram. Imagen cortesía de Bruno Manser Fonds.

En los últimos años, una serie de revelaciones han puesto de manifiesto la corrupción en los más altos cargos del gobierno de Sarawak. Los negocios del exministro y del actual gobernador, Taib Mahmud, han estado particularmente en el punto de mira. Kallang explicó la conexión de Taib con la construcción de los diques, que los medios de comunicación han contrastado: “Si se cancelan las presas, especialmente las de Baram y Baleh, afectarán muchísimo a la empresa de Taib porque el único proveedor de cemento en todo Sarawak es una compañía llamada CMS [Cahya Mata Sarawak], en propiedad de la familia Taib en un 90 %. Además, Sarawak Cable es propiedad de su hijo, así que suministrarán todo el cable que necesiten para las líneas de transmisión”.

Aunque las protestas por la presa de Baram parecen haber dado sus frutos, Kallang está llamado a declarar ante un tribunal el 26 de octubre. Se enfrenta a multas e incluso penas de cárcel en un juicio promovido por Energy Sarawak contra él y otras 22 personas por supuestamente ahuyentar a la empresa del lugar de trabajo de Baram.

Sea cual sea el veredicto judicial, Kallang está comprometido con la lucha a largo plazo y reconoce las dimensiones globales del problema, como los activistas indígenas que luchan en el extranjero contra las presas y emprenden un largo viaje hasta llegar a Sarawak. “Nos gustaría invitarles a compartir su experiencia en la lucha contra las presas”, exclamó. “Con ello, esperamos cimentar una mejor solidaridad con ellos”.

Citas:

Children swim in the Baram River. Photo courtesy of Bruno Manser Fonds.
Niños nadando en el río Baram. Fotografía de Bruno Manser Fonds.




Revisión de la traducción: María Ángeles Salazar Rustarazo

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