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Siete millones de hectáreas de bosques se han perdido en Argentina en los últimos 20 años

  • Entre 1998 y 2006, la superficie deforestada fue de casi 3000 hectáreas --250.000 hectáreas por año o una hectárea cada dos minutos.
  • Una ley de bosques se aprobó en marzo de 2007, a pesar de la oposición de algunos diputados de las mayormente deforestadas provincias del norte.
  • El fondo asignado por el Congreso de la Nación para la protección de bosques ha designado un monto 23 veces menor a lo establecido por la normativa forestal nacional.
The Atlantic Forest in Misiones, Argentina. Photo by: The World Land Trust (WLT).
El Bosque Atlántico en Misiones, Argentina. Foto cortesía de The World Land Trust (WLT).

La agricultura en Argentina se ha expandido de manera acelerada en los últimos 20 años gracias a la tecnología, al uso de transgénicos, y en particular, a la siembra de la soja.

Argentina es el primer exportador global de la soja, y el mayor proveedor de harina y biodiesel de sus derivados; el cultivo es un recurso importante para la economía nacional. Sin embargo, de acuerdo al coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace, Hernán Giardini, “el avance de la producción de soja transgénica desde mediados de los 90 hasta esta fecha y de la ganadería intensiva en el norte del país” son los principales causantes de la pérdidas de bosques en el país suramericano.

De acuerdo a una clasificación que creó la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Argentina se encuentra entre los 10 países que más desforestan y se calcula que se perdieron más de 7,5 millones de hectáreas desde 1990.

Datos satelitales del 2004 analizados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos lo corroboran: se ha visto un alto grado de asociación entre las áreas cultivadas de soja y la deforestación de bosques nativos argentinos. Entre 1998 y 2006, la superficie deforestada fue de casi 3000 hectáreas –250.000 hectáreas por año o una hectárea cada dos minutos. Casi un 80 % de la pérdida boscosa se ha dado al noreste del país, en las provincias de Salta, Santiago Del Estero, Chaco y Formosa.

Frente a la alta tasa de deforestación, el diputado argentino Miguel Bonasso presentó en junio de 2006 el proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos. Organizaciones ambientalistas como Greenpeace, la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, y la Fundación Vida Silvestre Argentina apoyaron la iniciativa que se aprobó en marzo de 2007, a pesar de la oposición de algunos diputados de las provincias más deforestas del norte.

A pesar de la ley de bosques, Giardini de Greenpeace lamenta que la destrucción sigue de forma acelerada en Argentina.

“El sector empresarial desforesta de manera ilegal porque si se los sanciona se lo hace con una multa económica que es realmente irrisoria comparada con el dinero que se gana produciendo soja”, dijo Giardini en una entrevista a Radio Zonica en Buenos Aires. “Y ha habido complicidad de gobiernos provinciales que han autorizado desmontes donde la ley claramente no lo permite, mediante reglamentaciones y decretos más flexibles que la ley nacional.”

Por ello, Greenpeace Argentina actualmente espera que se apruebe una nueva ley de delitos forestales, que consideraría la deforestación como un delito penal y no civil.

Este es un momento importante para los bosques argentinos: existe mayor debate en la sociedad civil sobre la conservación en el país, y algunas ONG están explorando la posibilidad de que haya mayor producción de soja sostenible en el país.

Sin embargo, una serie de incendios forestales que comenzaron el año pasado ha amenazado la conservación de los pocos bosques nativos que aún quedan. En tan sólo cuatro meses del 2015, unas 60.000 hectáreas de bosques fueron destruidas a causa de incendios, y no existen suficientes fondos estatales para combatir el problema de forma efectiva.

El fondo asignado por el Congreso de la Nación para la protección de bosques ha designado el equivalente a 16 millones de dólares para la protección de bosques en el 2016 –un monto 23 veces menor a lo establecido por la normativa forestal nacional.

“Nos encontramos ante una verdadera emergencia forestal”, dijo Giardini recientemente. “Esto se tiene que terminar. Destruir bosques es un crimen y debe ser castigado penalmente”.

Ecorregiones en América del Sur impactadas por la siembra de soja. Mapa cortesía de WWF.
Ecorregiones en América del Sur impactadas por la siembra de soja. Mapa cortesía de WWF.
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