Noticias ambientales

Un estudio aéreo de los últimos bosques centroamericanos

  • El Gran Vuelo Sobre Centroamérica se está centrando en los cinco bloques más grandes de bosques que aún quedan en pien en México y Centroamérica.
  • De acuerdo al Observatorio del Planeta Tierra de NASA, la mayor causa de la deforestación en los bosques tropicales son la agricultura y la ganadería.
  • Los investigadores están compartiendo sus descubrimientos con las agencias a cargo de las áreas protegidas y más adelante, analizarán cómo se ha extendido la influencia humana en la región en los últimos 15 años.
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Foto cortesía de la Wildlife Conservation Society.

Si fueras a volar por encima de América Central en un avión pequeño, de norte a sur, empezando en Guatemala y terminando en Panamá, podrías ver áreas aisladas pero extensas de cobertura boscosa.

Esto es exactamente lo que el “Gran Vuelo Sobre Centroamérica” (“Central American Megaflyover”) ha podido documentar durante su vuelo de más de 5.000 kilómetros que partió el 26 de febrero y el cual debe aterrizar a mediados de marzo. Unos 3.000 kilómetros más se viajarán por tierra.

La tripulación incluye a investigadores de la Sociedad de Conservación de Especies Salvajes (Wildlife Conservation Society o WCS) en colaboración con el Servicio de Pesca y Vida Salvaje de los Estados Unidos (U.S. Fish & Wildlife Service), una agencia gubernamental con un récord de conservación más allá de las fronteras norteamericanas. El Servicio de Pesca y Vida Salvaje lleva años trabajando con una variedad de colegas y comunidades en el Bosque Maya de Guatemala para ayudar a su conservación.

El Gran Vuelo se está centrando en las cinco áreas de bosques más grandes que aún quedan en México y América Central: el Bosque Maya que ocupa partes de México, Guatemala y Belice, la Mosquitia en Honduras y Nicaragua, el Parque Nacional Indio Maiz-Tortuguero en Nicaragua y Costa Rica, el Parque Internacional La Amistad en Costa Rica y Panamá, y el Estrecho de Darién en Panamá. Todas estas áreas boscosas comparten una variedad enorme de especies de plantas y animales, y son el hogar de muchos grupos indígenas.

La meta de la expedición es de observar y estudiar el impacto de los seres humanos, y en particular, de su cría de ganados. Los resultados del viaje ayudarán a diseñar iniciativas de conservación en la región.

El Dr. Jeremy Radachowsky, director del programa de Mesoamérica y el Caribe Occidental de WCS, dice que el equipo esperaba encontrarse con los típicos impactos ya documentados en todos los países. Sin embargo, hasta el momento, los investigadores también han presenciado nuevos cambios, especialmente en la Biósfera Río Plátano de la costa caribeña de Honduras.

“Algo que nos sorprendió mucho fue la cantidad de deforestación en Río Plátano que ha sido causada por la ganadería”, dijo Radachowsky. “Yo estimaría que más del 95 por ciento de la deforestación se debe al ganado, y muy poco por las fincas de subsistencia. Algo sorprendente también es que poco ganado se puede ver en las áreas que han sido taladas. Obviamente, se está usando el ganado como una excusa para el acaparamiento de tierras”.

La reserva es parte del Corredor Biológico Mesoamericano que se extiende desde México hasta el extremo sur de Centroamérica, siguiendo la misma ruta que el mismo Gran Vuelo. Río Plátano es el hábitat de una gran cantidad de especies amenazadas como el mono aullador (Alouatta palliata), la gran guacamaya verde (Ara ambiguus), y la tortuga boba (Caretta caretta); en el 2011, UNESCO puso a la Reserva de Río Plátano en la lista de Patrimonios de la Humanidad que se encuentran en peligro.

De acuerdo al Observatorio del Planeta Tierra de NASA, la mayor causa de la deforestación en los bosques tropicales son la agricultura y la ganadería, “sobre todo para la subsistencia, la cual implica la siembra o la ganadería para las necesidades diarias”.

Los datos de la WCS son similares: la ganadería a gran escala es la causa principal de la deforestación en toda la región, especialmente dentro de las áreas protegidas. Luego le sigue la deforestación causada por plantaciones de palma africana, típicamente fuera de las áreas protegidas o en sus bordes.

Radachowsky explica cómo estos factores comúnmente funcionan: desde que el precio de la carne de res es de casi cinco dólares la libra en casi toda Centroamérica, la ganadería en áreas protegidas “no es típicamente para el consumo local o parte importante de la seguridad alimentaria, sino mas bien una propuesta de negocio por parte de individuos adinerados”.

“En muchos casos, la ganadería a gran escala en las áreas protegidas está realmente motivada por la especulación de tierras o por el lavado de dinero, con la esperanza de que eventualmente se puedan obtener títulos para los terrenos que ya han sido degradados”, explica Radachowsky. “Gran parte del ganado producido en las áreas protegidas de Centroamérica termina como contrabando, junto a ganado de Belice, Guatemala, Honduras, y El Salvador que es enviado a México”.

La deforestación causada por la cría de ganado es especialmente desenfrenada en Guatemala, Honduras, Nicaragua, y partes de Panamá.

El equipo del Gran Vuelo Sobre Centroamérica está tomando fotos detalladas de alta resolución que serán comparadas con imágenes satelitales que fueron analizadas en el 2002 por la WCS para medir la influencia humana en la superficie del planeta. Los investigadores están compartiendo sus hallazgos instantáneamente con las agencias nacionales de áreas protegidas de la región, y más adelante, analizarán como la influencia humana se ha expandido por Centroamérica en los últimos 15 años.

“Anecdóticamente y a través de nuestras propias experiencias, hemos observado el gran impacto que tiene la cría de ganado en los bosques centroamericanos”, dijo Radachowsky. “Ahora podremos inequívocamente y científicamente demostrar estos patrones al mundo”.

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