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Pescadores de cangrejo se capacitan como grupo de primera respuesta para asistir a ballenas enmalladas

  • Las ballenas terminan enmalladas en aparejos de pesca o desechos marinos con frecuencia, lo que puede provocarles heridas o incluso la muerte. En lo que va del año, se reportaron 46 ballenas enmalladas en las costas de California, una cifra que representa cuatro veces el promedio anual para toda la costa oeste del continente entre 2000 y 2012.
  • En la costa oeste de EE.UU., los aparejos de pesca de cangrejo estuvieron involucrados en casi la mitad de los episodios de enmallamiento de ballenas reportados durante la última década.
  • En octubre de este año, alrededor de cien pescadores de cangrejo del área de San Francisco aprendieron a identificar, informar y monitorear ballenas que se encontraban enredadas en aparejos de pesca. Esta capacitación es parte de un esfuerzo más amplio para conocer mejor cómo y dónde se producen los enmallamientos de ballenas, y qué se puede hacer para reducir el daño a estos animales.

A mediados de noviembre comienza la temporada comercial del cangrejo Dungeness en California y durante todo diciembre los pescadores pasan largas horas en la costa preparando las trampas de pesca, reparando equipos y aprovechando al máximo los días de temporada. El año pasado, la industria cangrejera generó casi $60 millones de ganancia, y la mayor parte se obtuvo en los primeros quince días de la temporada.

En octubre de este año, alrededor de cien pescadores de tres puertos cercanos a San Francisco se tomaron un tiempo para aprender nuevas habilidades: cómo identificar, informar y monitorear los especímenes de ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) y ballena gris (Eschrichtius robustus) que estuvieran enmallados en aparejos de pesca. Esta capacitación es parte del trabajo de colaboración entre pescadores, reguladores y grupos de conservación para comprender mejor por qué y en qué lugares se pueden producir enmallamientos, y qué se puede hacer para minimizar el daño hacia estos animales. Se trata de un esfuerzo conjunto entre los defensores del medio ambiente y los trabajadores que viven del océano, para lograr un equilibrio que sea beneficioso tanto para la industria como para los mamíferos más grandes del mundo.

“Nadie quiere que una ballena quede enmallada”, expresó el pescador Geoff Bettencourt a Mongabay.

Aun así, la evidencia muestra que las ballenas quedan enmalladas por equipos de pesca o desechos marinos con frecuencia. Según una investigación que estudió fotografías de ballenas jorobadas tomadas en áreas de alimentación y apareamiento en el océano Pacífico, las ballenas tenían entre el 20 % y el 60 % de las colas cubiertas con marcas y cicatrices que probablemente se debían a que habían sufrido enmallamientos en el pasado. Además, el Programa de Pesquerías de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) informa de que casi la mitad de estos episodios sucedidos en la última década en la costa oeste involucra a equipamiento que se utiliza para la pesca de cangrejo.

Bettencourt pertenece a la cuarta generación de pescadores del puerto de Half Moon Bay, una pequeña ciudad a casi 50 km al sur de San Francisco. En los 30 años que pasó en el mar, ni él ni ninguno de los otros pescadores que conoce ha visto a una ballena enmallada. Pero sí las ha visto últimamente en los programas televisivos de noticias y entiende que su industria tiene que salir a responder. “Si la presencia de ballenas es cada vez mayor, eso es algo muy bueno. Solo tendremos que organizar la pesca en función de eso”, comentó.

California Stranding Network Coordinator Justin Viezbicke (left) talks to crab fisherman Geoff Bettencourt (right) at a training teaching fishermen how to respond to entangled whales in Half Moon Bay, California, on October 20.
El coordinador de la Red de Varamientos de California, Justin Viezbicke (izquierda), conversa con Geoff Bettencourt (derecha) en una clase de capacitación para pescadores sobre cómo actuar en el caso de encontrar una ballena enmallada, realizada en Half Moon Bay en octubre. Foto de Kim Smuga-Otto.

Este año las aguas del océano estuvieron inusualmente cálidas, lo que hizo que las ballenas vinieran en grandes cantidades a la costa de California. Por eso hubo también una cifra récord de avistamientos de ballenas enmalladas. Hasta ahora, se reportaron 46 ballenas enmalladas, una cifra que representa cuatro veces el promedio anual para toda la costa oeste continental registrado por el Programa de Pesquerías de NOAA entre 2000 y 2012.

A diferencia de las colisiones entre un barco y una ballena, que comúnmente provocan la muerte rápida de esta última, los enmallamientos pueden ser un proceso interminable. Las sogas de las jaulas y trampas que se utilizan para pescar cangrejo o langosta pueden quedar enredadas en las aletas, la cola o la espina dorsal de las ballenas, o en las barbas de la boca. Llevar así enganchadas esas sogas disminuye la fuerza del animal y produce cortes profundos en su piel. A lo largo de semanas y meses se han avistado numerosas ballenas de gran tamaño enmalladas en largos equipos de pesca, que luego han desaparecido y, se presume, muerto. En la costa este de EE.UU., esta es la causa principal de muerte en ballenas de gran tamaño.

“Uno de los problemas más importantes en cuanto a la conservación y bienestar de ballenas grandes es el enmallamiento con aparejos de pesca”, comentó a Mongabay el científico veterinario Michael Moore, del Instituto Oceanográfico de Woods Hole, quien estudia a las ballenas desde 1978.

La idea de capacitar a los pescadores de cangrejo Dungeness para poder responder primero ante estos casos fue una sugerencia de Tom Dempsey, director de proyectos de pesquerías en The Nature Conservancy (TNC), hecha en una reunión informal de pescadores de cangrejo en agosto, en Oakland. La reunión fue organizada en conjunto por el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California, el Consejo de Protección del Océano de California y el Programa de Pesquerías de NOAA. En 2013, antes de unirse a TNC, Demspey colaboró con la Alianza Comercial de Pescadores de Cabo Cod en la organización de un curso de capacitación para sesenta pescadores por el Programa Nacional de Respuesta ante Enmallamientos de Mamíferos Marinos.

Esta red de alcance nacional está compuesta principalmente por voluntarios con distintos niveles de capacitación, desde aquellos que han asistido a una sesión introductoria sobre cómo documentar e informar sobre ballenas lesionadas (nivel 1), hasta aquellos que poseen entrenamiento práctico integral para maniobrar una embarcación en cercanías de una ballena y ser capaces de cortar las sogas (niveles 4 y 5). Dempsey compara la capacitación de nivel 1 que reciben los pescadores con el entrenamiento de resucitación cardiopulmonar básico: quizás no tengan que aplicarlo nunca, pero en el caso de que se encuentren con una ballena enmallada, sabrán a quién contactar lo antes posible.

Responders with the Hawaiian Islands Disentanglement Network attempt to cut a line wrapped around the tail of a humpback whale. Photo courtesy of N.Davis/Verbeck/NOAA MMHSRP (NOAA permit # 932-1905-1).
Un grupo de primera respuesta de la Red de Desenmallamiento de las Islas de Hawaii intenta cortar la soga alrededor de la cola de una ballena jorobada.
Foto cortesía de N. Davis/Verbeck/NOAA MMHSRP (permiso NOAA N° 932-1905-1).

“Antes recibíamos la notificación del pescador [de que había visto a una ballena enmallada] al final del día, cuando ya había vuelto, y no podíamos hacer nada al respecto para ese entonces”, explicó Pieter Folkens, un voluntario de nivel 4 del programa de desenmallamiento de ballenas denominado Red de Varamientos de California.

Folkens fue invitado a hablar sobre la Red y sus objetivos en una reunión de seguimiento para pescadores de cangrejo realizada en septiembre. Recuerda que al comienzo de la reunión los pescadores expresaron mucha hostilidad hacia el Programa de Pesquerías de NOAA. Pero a medida que él explicó que su organización no estaba ahí para difamar a la industria, y que en realidad deseaban que los pescadores colaboraran para reducir la muerte de ballenas a causa de enmallamientos, el ambiente cambió. “Hacia el final de la reunión, nos hicieron un montón de preguntas y luego nos invitaron a tomar unas cervezas”, dijo.

Este entusiasmo impulsó la realización de una sesión en Half Moon Bay en octubre, que fue transmitida en vivo en puertos de San Francisco y Bodega Bay, a casi 100 km de distancia de la ciudad. Justin Viezbicke, coordinador de la Red de Varamientos de California y voluntario de nivel 4, hizo una introducción de su organización y de las formas en las que pueden ayudar los pescadores de cangrejo.

“Queremos aumentar la capacidad de respuesta ante estos eventos”, contó a Mongabay, y agregó: “Necesitamos tener la mayor cantidad de ayudantes alineados que sea posible, porque [estos eventos] pasan en los momentos más inoportunos”. Señaló que los pescadores presentes en la capacitación agrandarían su base de voluntarios en un 10 %.

Viezbicke explicó a los pescadores congregados que el aporte más útil que podían hacer era informar inmediatamente a su grupo apenas avistasen una ballena enmallada, y de ser posible, quedarse cerca del animal hasta que otro barco pueda llegar. “Si perdemos la ballena, después es como buscar una aguja en un inmenso pajar”, observó Viezbicke.

También dijo que es muy importante poder evaluar la situación: identificar la ballena, determinar en qué condición se encuentra, qué tipo de aparejo es el que tiene enganchado, y de qué forma lo tiene enredado. Dado que los pescadores están familiarizados con todo tipo de equipamiento de pesca, son personas capacitadas para informar sobre esto. La información es muy valiosa, además de contribuir a salvar la ballena. “La mayor parte de nuestro programa actualmente tiene que ver con la documentación y el conocimiento sobre lo que está pasando”, comentó.

A team attempts to free an entangled North Atlantic right whale, an endangered species. Photo courtesy of NOAA / FWC (NOAA permit #14588).
Un equipo intenta liberar a una ballena franca glacial, una especie en peligro de extinción. Foto cortesía de NOAA / FWC (permiso NOAA N° 14588).

Conocer las circunstancias que llevan a que las ballenas terminen enmalladas con equipos de pesca de cangrejo es el objetivo principal de un grupo de trabajo constituido este año por la Comisión de Cangrejo Dungeness de California, el cuerpo gubernamental que revisa y hace recomendaciones sobre la gestión de las pesquerías estatales de cangrejo Dungeness. Este equipo de trabajo está conformado por pescadores y representantes de los tres organismos regulatorios del gobierno y de cuatro organizaciones de conservación.

En base a lo que se puede observar en la costa este ─que las ballenas pueden evadir mejor las sogas de las jaulas de pesca de langosta cuando están en posición vertical y bien tirantes en el agua, en vez de estar colocadas horizontalmente o sin firmeza─ el grupo de trabajo de California estudiará cómo se comportan en diferentes condiciones en el agua las jaulas de pesca de cangrejo flotantes o con peso. Un objetivo es evaluar la solidez de estas sogas para ver con qué facilidad una ballena puede romperlas y liberarse de ellas, o un socorrista de ballenas puede cortarlas con un cuchillo.

Además, el plan es recopilar datos sobre la distribución y la densidad de las jaulas y trampas de pesca, así como su proximidad con zonas de presencia de ballenas. Como forma de contribuir en esta tarea, la guardia costera realizará vuelos de vigilancia en helicóptero durante la primera semana de la temporada de pesca de cangrejo. “De esa forma podremos visualizar inmediatamente dónde están las jaulas de pesca y dónde están las ballenas”, dijo a Mongabay Jim Anderson, pescador y miembro tanto del grupo de trabajo como de la Comisión.

Otros puertos han solicitado también clases de capacitación en primera respuesta que el grupo de trabajo espera poder organizar más adelante en la temporada. Por ahora, en el sitio web del Consejo de Protección del Océano de California hay disponible una guía de mejores prácticas para ayudar a los pescadores de cangrejo a, por un lado, evitar que las ballenas queden enmalladas con su equipamiento de pesca y, por otro, informar sobre la presencia de ballenas en esa situación.

Los pescadores, como Bettencourt, creen que este enfoque colaborativo es la mejor oportunidad para que a las ballenas, y también a la industria, les vaya bien. “Los pescadores de generaciones más jóvenes reconocen que esta nueva forma de pensar es la que garantizará la supervivencia. Tiene que ser sostenible, tiene que ser científica, tiene que ser la correcta”, dijo.

La temporada de pesca de cangrejo Dungeness estaba prevista para comenzar este año el 15 de noviembre, pero el Departamento de Pesca y Vida Silvestre la pospuso indefinidamente debido a una proliferación de algas tóxicas. Andersen informó a Mongabay que el plan del grupo de trabajo se implementará cuando comience la temporada.

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