- El Cardinal Peter Turkson guió la redacción del borrador de la encíclica sobre el cambio climático del Papa, Laudato Si sobre el cuidado de la casa común, y dirige la oficina Pontífica del Vaticano sobre Justicia y Paz. En la entrevista con Mongabay describe las estrategias de la iglesia antes y después de las negociaciones climáticas en París.
- La iglesia Católica tuvo un papel inspirador en el periodo previo a las negociaciones de París, y no es coincidencia que gran parte del lenguaje en el preámbulo del Acuerdo Climático de París refleje la encíclica del Papa, dice Turkson.
- El Papa Francisco está promoviendo una “colaboración entre las religiones” para proteger a los pobres y a los más vulnerables ante el cambio climático, está urgiendo a los líderes del mundo a mantener los compromisos establecidos sobre el carbono, y está educando a sus seguidores sobre la importancia de hacer frente a los desafíos del cambio climático todos juntos.
Luego de la sorprendente dimisión del Papa Benedicto XVI en febrero de 2013, los conocedores del Vaticano comenzaron a hacer predicciones. El próximo Papa, dijeron varios, sería diametralmente opuesto. Provendría del continente donde el catolicismo se expande más rápidamente. Sería africano. Será el Arzobispo ghanés de Cape Coast. Sería Peter Turkson. Como sabemos, la elección fue dramática. Los cardenales en la Capilla Sixtina se alejaron de Europa por primera vez y eligieron a un Latinoamericano −al Papa Francisco de Argentina. Resultó que Francisco puso a Turkson a cargo de uno de las prioridades más importantes de su papado como jefe de la Oficina Pontificia de Justicia y Paz.
Durante 18 meses, Turkson dirigió la redacción de la encíclica papal, un documento católico de enseñanzas del orden más alto, el cual presenta la posición del Papa en temas de cambio climático. De esta manera, Laudato Si, sobre el cuidado de la casa común hace un llamamiento sin concesiones a salvar la tierra de la ruina al reducir el consumo ilimitado e insostenible de los recursos naturales.
El documento de 180 páginas llegó en un momento crítico. Fue publicado en junio de 2015 con la intención de presionar a los líderes del mundo para que tomaran acciones en temas de cambio climático −algo que hicieron en diciembre en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el cambio climático en París.
Tres días después de que la COP21 produjera el acuerdo histórico en París, tuve una entrevista exclusiva con Turkson, de 67 años, en la ornamentada sala de recepción fuera de su oficina sembrada de documentos en el Vaticano. Su comportamiento romo, cándido, de palabras accesibles, e incluso se refirió abiertamente varias veces al escándalo de la pedofilia en la iglesia. Dejó claro que la Santa Sede − con una delegación de solamente cuatro individuos en París− dejó su marca en el acuerdo final sobre el cambio climático, al igual que el Papa Francisco.
Mongabay: Cuando uno lee el preámbulo del Acuerdo de París, la mitad parece haber sido tomada de Laudato Si en lo que hace referencia a la pobreza, la creación de trabajo digno y la preocupación común por la humanidad.
Turkson: Eso era lo que nuestra delegación tenía en mente. El punto fuerte tenía que estar ahí; definía el tono para todo el documento. Nuestro deseo era ver cómo podíamos tener un impacto. Tratamos de ver si podíamos hacer que otros nos apoyaran y se unieran a ese tipo de pensamiento.
Si encuentras alguna similitud entre este [preámbulo] y el Papa Francisco, no es solo coincidencia. Como has oído en los pasillos [de París], la Santa Sede no fue el único grupo que habló de Laudato Si. Muchas otras delegaciones hicieron referencia al documento. Laudato Si no le fue extraño a Laurent Fabius [el presidente francés del la COP21], él también lo conocía.
Mongabay: ¿Antes que usted llegara a París, habló con Francisco acerca de lo que él quería que pasara?
Turkson: No, no. Estaba todo claro. Él no iba a estar a París, pero conocía al grupo que iba.
Mongabay: ¿Cómo les instruyó a usted y a su delegación sobre qué decir?
Turkson: El imperativo moral es que estamos ligados a un camino sobre el que no nos podemos permitir retroceder, y debemos comprometernos a actuar. Así que lo que [el Papa Francisco] quería decir estaba claro. No tenía que estar presente para dejar claras sus ideas. Tenía confianza en los negociadores, confianza en que algo bueno iba a producirse para la humanidad.
Mongabay: Por eso los observadores dicen que el Laudato Si fue publicado en junio, para que las personas puedieran leerlo y tomar en cuenta los puntos principales bastante tiempo antes de que se llevara a cabo la Cumbre en diciembre, o sea que el Papa Francisco quería tener esta influencia.
Turkson: Uno tiene que mirar atrás hasta el momento en que él tuvo la idea de escribir la encíclica. Desde la primera misa de su pontificado en la plaza de San Pedro [el 14 de marzo de 2013], que coincidió con la fiesta de San José, en la homilía, nos ha exaltado a ser como San José y ser protectores; ser protectores del ambiente.
Así que casi no se puede decir que este Papa tuvo esta idea el año pasado. Lo había estado pensando durante mucho tiempo. Entró como un obispo y había tenido que lidiar con algunas de estas cosas en Argentina.
Mongabay: Por conversaciones con colegas, y por haber estado usted allí, ¿cuál es su reacción al Acuerdo de París?
Turkson: Todo el mundo sabía que tenía que ceder, dar y recibir. En todas las situaciones de acuerdo y negociaciones, probablemente hubo alguien que sintiera que cedía demasiado. Luego de que el documento fuera firmado, el delegado de Nicaragua dijo que solamente habíamos retrasado el tema; que no lo habíamos resuelto completamente. Si hablábamos con todos los participantes, algunos dirían que fue excelente y otros que no. Estaba claro que eso iba a suceder.
Mongabay: De lo que fue acordado, ¿qué fue lo más relevante para usted?
Turkson: Creo que aún hay muchos escépticos en los temas de cambio climático. Creo que lo que pasó en París tiene la ventaja de estar enviando una señal a muchas personas que aún tienen dudas sobre el cambio climático. ¿Por qué estarían tantas personas interesadas en perder tiempo en París si no hubiera un problema real? Esto debería hacerlos reflexionar un poco más.
También le da a muchos estados vulnerables una voz real. La compasión no es un lenguaje que se utilice en los foros internacionales como la COP, pero al menos, los negociadores pudieron hablar sobre solidaridad y la habilidad de tratar con otra persona y ver su opinión y punto de vista. Hay algo muy noble en todo lo que se trató de hacer en París
Creo que lo más importante fue ver que los negociadores intentaron dar y recibir: la gente intentó entender las situaciones de otros estados más vulnerables. Aun así, también se abordó la complejidad que afrontan: que las cosas que dañan al ambiente, como la extracción de petróleo, también proveen puestos de trabajo.
El acuerdo en París es un llamamiento mutuo a la comprensión y eso no es una coincidencia. Aunque hubo que dejar margen para todas las posiciones y opiniones diferentes.
Mongabay: En el tratado de Paris hay muchas referencias a los pobres y a los vulnerables, como en Laudato Si.
Turkson: Sí. Transmite el sentido de que todo el mundo tiene derecho a la dignidad. Ese es el nuevo lenguaje, pero es la misma preocupación por los vulnerables y por los aquellos cuya dignidad está en riesgo. Es la misma preocupación. Creo que se intentó incorporar esa forma de expresarlo en este documento.
Mongabay: Los críticos dicen que el acuerdo es frágil, y dado que es mayoritariamente voluntario, puede desmoronarse fácilmente.
Turkson: Puede ser, pero incluso la Carta de las Naciones Unidas revela fragilidad. Al final −y esta será una de las contribuciones cruciales del Papa Francisco− tiene que apelar al corazón humano. Cuando el corazón humano no se sienta comprometido con esto, estaremos en problemas.
Mongabay: Gran parte del Acuerdo de París consiste en monitorear, medir y ser responsable. ¿Usted ve al Papa Francisco en el papel de pedir a los países más grandes del mundo que mantengan sus promesas?
Turkson: ¡Nunca va a hacer el papel de policía! Sin embargo, el Papa Francisco, va a recordar a las personas esta conciencia moral y el sentido moral de un compromiso. En esencia es un pastor, y el rol del pastor es elevar la visión de las personas un escalón más arriba, de lo puramente mundano a lo trascendente y divino. Cuando habló frente al Congreso de los Estados Unidos en setiembre, hubo gente que pensó no era lugar para alguien como el Papa, pero ahí estaba él, el pastor, y él habla como un pastor.
Es un rol irremplazable. Eso es lo que él defiende: invita a los estados, o a las ciencias, a dejar espacio para la voz de la religión, de la fe, cuando se tratan temas que afectan a toda la humanidad.
Mongabay: Esto es todo tan nuevo, lo de que el Papa sea un líder en cuestiones tan profanas. ¿Cómo es ese papel?
Turkson: En una figura como el Papa Francisco, uno ve la continuidad, la continuidad de una figura que está enseñando a las personas quién es. No es un rol en el que se viste y desviste, no está actuando. Tan solo actúa como es. Si cree firmemente que hay que hablar de esto −el Laudato Si−, entonces cree que así es como debe ser para la humanidad. Lo lleva en el corazón y así va a seguir.
Mongabay: La conservación de los bosques es una gran parte del Acuerdo de París. El Laudato Si describe extensamente los servicios ecositémicos que los bosques proveen al mundo.
Turkson: Si la gente siente que debe tener un piso de madera y paredes de madera en su casa, tenemos un problema. Mientras exista ese tipo de demanda por parte de los consumidores, no se va a dejar a los bosques en paz. Cuando eso cambie, así será. La tala de árboles puede ser sustentable. Las industrias deberían invertir dinero en volver a plantar árboles. Muchas veces sucede que las empresas pagan a los países para hacer la replantación, pero no se planta ningún árbol.
Yo soy de Ghana. Hay mucha actividad maderera. Muchos árboles son talados. El gobierno recibe un pago de las empresas forestales, pero no se hace nada. Si yo estuviera a cargo, obligaría a las compañías a ser quienes replantaran. Como tú sabes, los gobiernos solo están en el poder unos pocos años, y después de eso, ¿quién implementa la política? La pregunta fundamental del Laudato Si es: ¿Qué tipo de planeta queremos dejar a nuestros hijos? Eso debería guiar todas nuestras decisiones, pero no es lo que sucede.
Mongabay:¿Qué papel tendrá el Vaticano en continuar alentando a que documentos como Laudato Si y el Acuerdo de París formen parte de las enseñanzas católicas en las diócesis y parroquias del mundo?
Turkson: Esta oficina tiene una estructura que se corresponde con cada diócesis a nivel de obispo. En cada diócesis, debería haber una comisión de justicia y paz. Estos son los implicados, así funciona la pirámide. Empieza aquí, se traslada a cada diócesis y después, con suerte, se difunde a nivel de parroquia.
Mongabay: Entonces así es como se organiza un ejército con 1200 millones de miembros.
Turkson: Esto es la Iglesia Católica. Es una organización muy grande y hay una jerarquía que siempre está presente. Aunque tú no veas al Papa, la gente sabe que durante la misa, los sacerdotes siempre rezan por el Papa. Es una estructura que trata de hacer que su centro sea una realidad.
Mongabay: Debido al Laudato Si y a este Papa, muchos están diciendo que este es el momento católico en lo que refiere a la protección del ambiente.
Turkson: También se lo ha llamado el factor Papa Francisco. Cuando uno observa al Papa Francisco, lo quiere compara con sus predecesores. Esto puede ser útil algunas veces, pero no lo es realmente. Francisco no puede ser Benedicto ni Juan Pablo II. Él se convirtió en Papa a los 76 años, Juan Pablo a los 58. Benedicto fue Papa luego de ser prefecto de una congregación. Francisco viene de un pasado pastoral. Sin embargo, la institución de la que se ocupan es la misma.
En el momento que el Papa Francisco tomó posesión del cargo, la iglesia tenía una gran cantidad de desafío, y tampoco es que ahora hayan desaparecido. La pedofilia [entre los sacerdotes], estaba en su punto más alto, ¿correcto?, ya había una gran cantidad de acusaciones y todo eso. La iglesia que el Papa Francisco heredó tenía muchos golpes, y no parece que los moretones se hayan ido. Sin embargo su propio sentido de liderazgo, simplicidad, autenticidad y credibilidad ha ayudado a que gran parte de estas cosas malas hayan pasado a un segundo plano.
La iglesia ha ganado mucha credibilidad. Entonces si este es el momento de la Iglesia Católica, es precisamente por su liderazgo.
Mongabay: ¿Entonces usted está diciendo que primero manejó estos escándalos que debilitaban a la iglesia para allanar el camino para el Laudato Si y para su mensaje de “cuidado de la casa común”?
Turkson: Si. No quiero decir que Benedicto no hiciera nada, pero el estilo de liderazgo de Francisco es diferente. Usted [ya] no abre el periódico New York Times todos los días y lee sobre pedofilia y todos esos escándalos. Es como si fueran cosa del pasado.
Mongabay: Cuando pregunto sobre el momento católico, no es solo acerca de Francisco, es acerca de todas las personas de todos los credos a las cuales este Papa convocó a esta causa. ¿Hablando de protección ambiental, es este el momento en que gente de fe llena el vacío de liderazgo?
Turkson: Hay una colaboración entre la religiones que Francisco está promoviendo con este objetivo. Puede ser el momento católico. Hay una nueva racha evangelista que está siendo liderada por el mismo Papa. Él está cumpliendo ese rol. Entonces sí, un momento católico o cristiano, para bien o para mal.
Justin Catanoso es director de periodismo en la Universida de Wake Forest y cubrió la COP21 de París para Mongabay. Su trabajo periodístico en temas de cambio climático es apoyado por el Centro de Energía, Ambiente y Sustentabilidad de la Universidad de Wake Forest y por el Centro Pulitzer para el reportaje de situaciones de crisis en Washington D.C.