- En el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Aguaragüe hay 56 pozos petroleros y 36 de ellos concentran pasivos ambientales.
- El Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) sostiene que siete de las 22 reservas naturales bolivianas son las más presionadas por la ampliación de la frontera petrolera.
- La vida de 10 221 habitantes de las comunidades indígenas Guaraní y Weenhayek está hoy amenazada por las actividades hidrocarburíferas.
En Bolivia existen 22 áreas protegidas, una de ellas es el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Aguaragüe, una serranía rica en biodiversidad por su intensa flora y fauna y sus fuentes naturales de agua. Pero desde el 2010 las actividades petroleras de cinco empresas, estatales y extranjeras, ejercen una fuerte presión sobre el área, sobre todo desde que el Estado abrió las puertas a la exploración en más de un 70 % de la extensión del parque.
El Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) sostiene que siete de las 22 reservas naturales bolivianas son las más presionadas por la ampliación de la frontera petrolera. El Centro de Documentación e Investigación de Bolivia (Cedib) señala en su libro “Los límites de las fronteras extractivas en Bolivia: el caso de la biodiversidad en Aguaragüe”, que la afectación en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) es de un 35 %, en el Madidi y Aguaragüe es de un 72,5 %, en Tariquía de un 55 %, en el Iñao de un 91 % y en Pilón Lajas y Manuripi fluctúa entre un 55 y 90 %.