- Greenpeace presentó las resultados de su informe este domingo en Ancud.
- Pescadores de Chiloé preparan movilizaciones para este semana.
- El gobierno no se pronunciará y permanecerá a la espera de los resultados definitivos del estudio encargado a seis expertos.
- La coordinadora de Greenpeace Chile, Estefanía González, exigió que no se vuelvan a tirar salmones al mar.
Un nuevo estudio de la organización ambientalista Greenpeace sobre el varamiento masivo de fauna marina en Chiloé, que en mayo pasado hizo salir a las calles a la mayoría de pescadores artesanales de la isla, reveló que las empresas salmoneras sí tuvieron responsabilidad en el desastre ecológico.
La organización transnacional Greenpeace presentó este fin de semana los resultados de un estudio realizado durante cuatro meses, entre abril y agosto, donde se señala que las más de 4000 toneladas de salmón muerto que las empresas tiraron al mar ayudaron a potenciar la muerte masiva de fauna marina.
El informe fue presentado en Ancud, una de las principales ciudades del archipiélago de Chiloé, donde en mayo pasado los pescadores afectados comenzaron los bloqueos de las entradas a la isla.
El documento señala que una de las causas de la muerte masiva de peces fue el bloom de algas ─o marea roja─ que afectó no solo la isla, sino las costas de la Araucanía de Chile, tal cual han explicado las empresas salmoneras y el gobierno chileno, pero agregó que los peces muertos arrojados por las salmoneras actuaron como “fertilizante potenciador de la marea roja”.
“(El vertimiento) desencadenó la crisis social y ambiental que vivimos en Chiloé”, dijo el científico Ernesto Molina, uno de los autores del estudio, frente decenas de familias que viven de la pesca y que acudieron a la presentación del informe.
“No hay fundamentos oceanográficos para afirmar que no hay relación entre el vertimiento y la marea roja que se observó. El vertimiento actuó como fertilizante y las corrientes determinaron el patrón de desplazamiento del amonio proveniente de éste en esa zona”, agregó el especialista.
La coordinadora de Greenpeace Chile, Estefanía González, dijo a Mongabay que durante el muestreo satelital que incluyó la investigación, se constató la presencia de un bloom de algas. Y uno de los nutrientes con los cuales se potencia es el amonio, justo la sustancia que contiene el salmón derramado arrojado al mar.
“Fue una negligencia, sacrificaron la pesca artesanal en la zona. Se omitieron todas las normas”, expresó la activista ambiental.
González informó que la organización ambientalista está analizando las medidas que tomará y que por el momento la “exigencia” central hacia el gobierno de Chile es “que jamás se vuelva a ocupar el mar como vertedero”.
Teresa Calfunao, dirigente de la Agrupación de Recolectores de Alga y Preservación del Medio Ambiente, informó desde Chiloé que este miércoles comenzarán las movilizaciones de pescadores para retomar sus exigencias, aunque no especificó si se realizarán bloqueos.
“Estamos muy tristes porque al gobierno y a las salmoneras no les importó el daño que nos hicieron con el tremendo vertedero que hicieron. Tenemos mucha pena, mucha rabia”, expresó la dirigente.
Una fuente de la Subsecretaría de Pesca y Medio ambiente de Chile, consultada por Mongabay, dijo que por el momento no habrá respuesta oficial al estudio de Greenpeace y que esperarán a octubre, cuando se den a conocer los resultados definitivos del estudio ordenado por el gobierno, para determinar las causas de la muerte masiva de peces.
El gobierno chileno formó un grupo de seis expertos de diversas universidades que se lanzaron al mar en la misión “Cabo de Hornos”, durante 11 semanas, para realizar un estudio y descifrar las causas del desastre ecológico. El 18 de agosto último presentaron un avance del estudio.
La vocera de los científicos, Mónica Vásquez, informó que “el vertimiento de salmones no tiene una relación causal con las Floraciones Algales Nocivas observadas en la región. Las condiciones climáticas y oceanográficas fueron propicias para el desarrollo de estas floraciones más comúnmente llamadas marea roja”.